El Ayuntamiento de Jerez ha rendido homenaje a María Hormigo Reina, una de las mujeres de clase obrera que luchó por su emancipación a través de la educación y la formación laboral en la organización Mujeres Libres (Sindicato Emancipación Femenina); fue asesinada por los fascistas a raíz del golpe de Estado de julio de 1936.
Para recuperar su memoria, la concejalía de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico ha instalado en la calle Angostillo del Santísimo Cristo de la Buena Muerte una placa como reconocimiento póstumo a “su actitud de defensa de la libertad de la mujer”.
Al acto celebrado el pasado viernes día 3 asistía la nieta de María Hormigo, Celestina González Galán, así como el propio concejal de Dinamización Cultural, Francisco Camas; el concejal de Adelante Jerez, Raúl Ruiz-Berdejo; y miembros de la Asociación de Familiares y Amigos por la Recuperación de la Memoria Histórica de Jerez y la Comarca, que preside Amaro de la Calle, y de la Oficina Municipal de Memoria Democrática.
Según se recoge en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, Camas expresaba en dicho acto que desde el Ayuntamiento se da cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica, “por justicia, porque así lo merecieron personas como María Hormigo, por su lucha y su trabajo permanente y pagando con su vida, por tener una sociedad mejor, más justa e igualitaria y por la democracia”.
Esta es una de la veintena de placas que el Consistorio jerezano está colocando en la vía pública para recordar a las personas represaliadas por el franquismo. Esta iniciativa de la Oficina Municipal de Memoria Democrática se realiza con el objetivo de mantener vivo el recuerdo a todas estas víctimas.
Hasta este momento se han colocado ya las placas dedicadas a Manuel de la Calle Camas en la calle Empedrada 20; la que recuerda a Antonio Ruiz Terán, en la calle Rodrigo León número 4; y una más en memoria de Miguel García Román ‘el Niño de los Nardos’, en la calle Rodrigo León, 3.
Todas estas placas se han ubicado en lugares emblemáticos como el nacimiento, o el domicilio donde vivieron los asesinados, en base al estudio de la documentación existente y de los listados de represaliados que se han venido recuperando en las últimas décadas.