El Ayuntamiento de Jerez formalizaba días atrás la cesión de la plaza de toros portátil de Chapín a la Fundación Cultura Taurina (mediante una concesión de 15 años) para la creación de algo llamado centro de divulgación y aprendizaje de la cultura y la biodiversidad taurina, contemplando además la reapertura de la escuela municipal de tauromaquia, cerrada en 2018 por el anterior gobierno local del PSOE.
Tanto en la firma de la cesión como en el posterior acto de entrega de llaves, la alcaldesa María José García-Pelayo, del PP, se arropaba por miembros de la Fundación Cultura Taurina, con su presidente Rafael Valenzuela a la cabeza, toreros como Juan José Padilla, ganaderos, profesionales taurinos y un nutrido grupo de aficionados, “convirtiendo el acto en un alegado por la libertad y apoyo a la tauromaquia”, según la versión ofrecida por el propio Ayuntamiento, ahora con Gobierno de derechas. “Estamos defendiendo nuestra historia y nuestra cultura a través de la tauromaquia. Jerez es hoy una ciudad más libre que no castiga al que piensa diferente”, llegaba a decir García-Pelayo.
Frente a ello, el partido animalista Pacma ha lamentado públicamente que el Consistorio jerezano se alinee con este proceder “con las peticiones de Vox para colaborar en la defensa y promoción de la tauromaquia”.
“No comprendemos cómo una ciudad como Jerez, que había dado pasos significativos cerrando la escuela taurina hace más de seis años y estableciendo una delegación específica de Protección y Bienestar Animal, ahora decide retroceder”, expone el coordinador provincial de Pacma en Cádiz, Marcelino Laínez, que rechaza esta decisión en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Esta formación animalista y medioambiental sin representación en el Ayuntamiento sostiene que la reapertura de la escuela municipal de tauromaquia es una medida “incongruente” que refleja una “falta de consideración” hacia una “gran parte” de la ciudadanía jerezana, que “ha manifestado su rechazo a la tauromaquia, considerando la tortura animal incompatible con los valores culturales y éticos de nuestra sociedad”. “Esta decisión se contrapone a la desatención a eventos culturales inclusivos y enriquecedores, como el festival internacional de títeres, que ha sido un símbolo de creatividad y diversidad cultural en Jerez”, se añade.
Además, se recuerda que en 2014, la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró que la tauromaquia contravenía la Declaración de Derechos del Niño y recomendó al Estado español prohibir la exposición de menores a actividades taurinas debido a su “extrema violencia”. En este punto, Pacma considera que la infancia debe ser preservada de cualquier tipo de violencia, incluida la ejercida contra los animales: “las escuelas taurinas ponen en riesgo la integridad física y mental de los menores, contraviniendo los tratados internacionales de protección a la infancia que España ha firmado”.
Así, Marcelino Laínez aboga por una educación basada en “la empatía y el respeto” hacia todos los seres vivos, “pilares fundamentales para el desarrollo evolutivo de nuestros menores”. “La reapertura de una escuela de tauromaquia, que forma parte de un pasado superado, no debería ser una opción para un gobierno comprometido con el progreso y el bienestar social”, apostilla.
SE PIDE LA “REACTIVACIÓN URGENTE” DE LA MESA MUNICIPAL DE PROTECCIÓN ANIMAL
Por otro lado, Pacma ha instado al Gobierno jerezano del PP a retomar las reuniones de la Mesa Municipal de Protección Animal, creada en julio de 2019 a partir de una propuesta del propio partido animalista.
En un escrito remitido por el Laínez, se solicita que se reanuden las reuniones periódicas de este órgano consultivo, integrado por representantes técnicos y asociativos: “este foro permite un análisis compartido de las problemáticas en el ámbito de la protección animal en la ciudad, promoviendo la coordinación en estrategias y acciones con el mayor consenso posible y alcanzando objetivos comunes”.
Pero además, esta formación ha propuesto ahora la creación de un Consejo de Bienestar Animal; un órgano “más formal” que la actual Mesa, similar a otros consejos municipales como el de Mayores, de la Mujer, de Medio Ambiente o de Bienestar Social.
Entre otras propuestas, Pacma plantea mejoras en la gestión del Centro Municipal de Protección Animal; ampliación del presupuesto para la gestión de las colonias felinas mediante el método CER (Captura, Esterilización y Retorno); implementación de programas educativos escolares de concienciación y respeto a la vida animal; ampliación de los parques caninos, control preventivo de la población de cotorras; refuerzo de la vigilancia policial y medioambiental para prevenir el abandono y maltrato animal, y mayor compromiso con el bienestar animal.