Nuevo capítulo respecto a las problemáticas obras de rehabilitación de la barriada de La Asunción, en Jerez, costeadas con fondos europeos de la ITI de Cádiz (se inyectan más de 5,9 millones de euros para mejoras en 93 bloques, con hasta 606 viviendas).
Tras la movilización vecinal y las denuncias de partidos como PSOE, La Confluencia y Adelante, meses atrás se aprobaba desde la Junta de Andalucía ampliar hasta el mes de junio el plazo para finalizar la rehabilitación de los bloques, que inicialmente debía acabar antes de 2024 (al depender de fondos europeos). De este modo, se reservaba una partida en los presupuestos de la Junta para atender aquellas obras fuera de plazo.
Con ello, se garantizaba la finalización en tiempo y forma de estos trabajos, que, según la versión de la Junta, “han sido un caso excepcional sobre el resto de barriadas beneficiarias de las subvenciones de la ITI, que sí se han ejecutado en los plazos previstos”.
Sin embargo, al borde de alcanzarse esa prórroga, la administración autonómica ha vuelto a ampliar los plazos hasta el 31 de diciembre de este año.
Así lo ha confirmado la delegada territorial de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda en Cádiz, Carmen Sánchez, en una reciente reunión con la concejala de Vivienda, Belén de la Cuadra, y con una representación de vecinos de La Asunción, según se detalla en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
LA AUDITORÍA EXTERNA “SIGUE SU CURSO”
Además, Sánchez ha incidido en que “los pagos de las comunidades siguen con su tramitación normal y ordinaria para que el dinero llegue a las empresas”; y que se mantiene colaboración con los colegios profesionales de arquitectos y arquitectos técnicos “para que informen a los vecinos de cuáles son sus derechos una vez terminen las obras”.
Por otro lado, esta representante del Gobierno andaluz de derechas ha apuntado que la auditoría externa de las obras de rehabilitación realizadas en los bloques beneficiarios “con idea de garantizar la buena ejecución de la subvención concedida con fondos europeos”, “sigue su curso”.
Con dicha auditoría se persigue “arrojar certidumbre a los vecinos” de este barrio vulnerable con 60 años de antigüedad. La misma pretende realizar una valoración del correcto desarrollo de las obras, así como de la supervisión de los trabajos a cargo de la anterior dirección facultativa. Desde hace meses se viene alertando de que lo ejecutado en algunos de los bloques no cumple con una calidad mínima.