Lo avanzaba la consejera de Cultura durante una reciente visita a Jerez. Y se ha cumplido: el Consejo de Gobierno acaba de acordar inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico como BIC, la actividad “de interés etnológico” de la zambomba, asociada a Jerez pero también a Arcos, “una de las celebraciones navideñas más genuinas de la región”. Una declaración que se ha hecho de rogar, ya que llega seis años después de que se empezara a hablar del inicio del expediente administrativo.
Lo avanzaba la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, durante una reciente visita a Jerez. Y se ha cumplido: el Consejo de Gobierno acaba de acordar inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico (CGPH), como Bien de Interés Cultural (BIC), la actividad “de interés etnológico” de la zambomba, asociada a Jerez pero también a Arcos de la Frontera. El régimen de protección aprobado incorpora instrucciones para salvaguardar a través de la educación esta expresión festiva y musical vinculada al flamenco, que constituye una de las celebraciones navideñas más genuinas de la región.
Una declaración que se ha hecho de rogar, ya que llega seis años después de que, en diciembre de 2009 a través de la titular de la consejería en aquel momento, Rosa Torres, se empezara a hablar del inicio del expediente administrativo. Y fue a finales de 2014 cuando dicha consejería incoaba el procedimiento. Entonces, el Gobierno local jerezano, del PP, expresaba su “sorpresa y malestar” tanto por el contenido del expediente como por el tratamiento que hace a la zambomba. Se consideraba que la resolución de la Junta suponía “una falta de respeto” a la zambomba de Jerez y “menospreciaba”, con sus descripciones, las fiestas navideñas de ambas localidades gaditanas.
La protección de la zambomba de Jerez, y de Arcos, se enmarca en la política de catalogación de las distintas manifestaciones del flamenco que desarrolla la consejería de Cultura desde que en 2010 la Unesco lo incluyera en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Entre otras decisiones adoptadas en esta línea, destacan las declaraciones como bienes de interés cultural de la Escuela Sevillana de Baile, la Escuela Bolera de Baile y de la Fiesta de Verdiales, así como los trámites actualmente en curso para declarar BIC el fandango de Huelva y la zambra de Granada.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la alcaldesa jerezana, Mamen Sánchez, ha valorado de forma “muy positiva” este paso, y resalta que “esta declaración reconoce el valor turístico y cultural de la zambomba como una de las principales señas de identidad de Jerez y de toda Andalucía”; al tiempo que ha incidido en que “la zambomba se ha convertido en uno de los grandes atractivos del mes de diciembre para atraer visitantes a la ciudad”.
La primera edil socialista ha puesto el acento en la promoción de la zambomba fuera de Jerez que realiza el Ayuntamiento, en colaboración con la Junta, y en este sentido ha señalado que este martes ha recibido el anuncio de la declaración por parte tanto del vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, como de la consejera Rosa Aguilar, quienes han mostrado a la alcaldesa su felicitación a Jerez, así como su disposición y el respaldo del Ejecutivo regional para seguir trabajando en la promoción de la misma.
Igualmente Sánchez ha recalcado “el interés de la zambomba de Jerez para el desarrollo económico de la ciudad”. Y ha incidido en que el objetivo del actual Gobierno local es “potenciar los recursos culturales de Jerez para el desarrollo del turismo” y en este sentido ha subrayado el trabajo que se está llevando a cabo para poner a disposición del vecino y del visitante una oferta de flamenco de calidad todo el año.
DESDE EL SIGLO XVIII
La zambomba remonta sus orígenes al siglo XVIII y se enriqueció estilística y musicalmente en la siguiente centuria, coincidiendo con la incorporación del villancico andaluz al repertorio de artistas flamencos. Localizada principalmente entre la campiña jerezana y Arcos, ambos escenarios presentan matices diferenciados en cuanto a formas rituales, legado lírico e instrumentos usados.
La celebración se desarrolla fundamentalmente entre el 8 y el 24 de diciembre. Su celebración suele comenzar por la tarde-noche y prolongarse hasta la madrugada. La preparación de la hoguera y la elaboración de dulces típicos como los pestiños, buñuelos y roscos sirven como apertura de cada cita. Los participantes, reunidos alrededor de una candela, entrelazan coplas y cantares con predominio de lo coral. Pequeños recesos permiten degustar los productos gastronómicos, que se reparten de manera gratuita.
A esta modalidad tradicional se unen las llamadas ‘zambombas mañaneras’, que proliferan sobre todo en el núcleo urbano jerezano y que tienen una mayor duración, desde el mediodía, e incluyen guisos tradicionales.
En Jerez, la zambomba presenta una mayor influencia del flamenco e incorpora instrumentos como la guitarra, el cajón y los timbales, mientras que en Arcos se mantiene más fiel a los orígenes de baile de ronda y la variedad estilística. En ambos casos se aglutina un repertorio de origen religioso sin menoscabo de otras temáticas y la tradición romancista da paso a canciones populares, villancicos y romances profanos o religiosos.
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