CRÍTICA. La Orquesta Joven de Andalucía (OJA) se ha renovado y acaba de estrenar su nueva versión, que podríamos llamar la v.20 (siguiendo el lenguaje de las nuevas tecnologías), en el Teatro Villamarta de Jerez. Un éxito total fue el que cosechó esta formación para noveles intérpretes andaluces, en su vigésimo aniversario, de la mano de su actual director musical, Manuel Hernández-Silva, titular también de la Orquesta Filarmónica de Málaga.
Durante los días 2 al 9 de enero, los integrantes de la OJA han participado en el encuentro de navidad 2015, donde sus más de cien integrantes han compartido clases y han perfeccionado el programa que el pasado viernes 9 se interpretó en el Villamarta. Es de esta manera cómo se desarrolla el Programa Andaluz para Jóvenes Intérpretes, creado para facilitar el acceso de la nueva savia del virtuosismo musical, al mundo profesional y a la interpretación orquestal.
Manuel Hernández-Silva, eligió para la ocasión dos sinfonías, ambas con el mismo número -el cuatro- de los respectivos repertorios de Schumann y Tchaikovsky. No dudó en mostrarse totalmente a gusto con la OJA, con la ocasión y con el público del Villamarta. Su dirección es pedagógica, gestual, muchas veces intuitiva, y con un importante valor añadido de swing…a veces casi atlético. No deja indiferente a nadie, y su cara más amable se mostró al público, cuando a la finalización del concierto, afirmó que los componentes de la OJA son un verdadero patrimonio de Andalucía, contagiando al respetable de la ilusión de esta centena larga de virtuosos andaluces en ciernes, a la vez que indicaba que uno de los trompetas solistas tiene tan solo 11 años de edad.
El programa de la noche dio comienzo con la sinfonía nº 4 de Robert Schumann, una sinfonía clave en la obra del compositor alemán del s. XIX, verdadero representante de lo que significó el romanticismo musical europeo. Esta composición de Schumann, pese a ser una sinfonía, tiene la particularidad de que se representa sin interrupciones entre los cuatro movimientos que la conforman: Lento-vivace; Romanza; Scherzo y Final. Hernández-Silva supo aprovechar el importante papel que la obra concede a la cuerda, y apuró la nutrida representación de violines, violas, chelos y contrabajos, para sacar lo mejor de ellos.
La segunda obra de la representación fue la sinfonía nº 4 de P. I. Tchaikovsky, una de las obras clave del genial compositor del romanticismo musical ruso. Hernández-Silva buscó el efecto de una gran orquesta y una obra impactante para cerrar el concierto del vigésimo aniversario de la OJA. Y el resultado fue magnífico. Un buen trabajo de toda la cuerda, como en la primera obra, y una excelente ejecución de los metales, destacando también en las maderas el trabajo del oboe. Mención especial para el joven trompetista de 11 años.
Hubo propina, que sorprendió al respetable, por la fresca y brillante interpretación del Danzón mexicano del compositor Arturo Márquez. El Villamarta puesto en pie despidió a esta excelente orquesta de noveles promesas, que navega sólida camino de ser un referente de la música joven española. DIARIO Bahía de Cádiz Jesús Sánchez Ferragut
FICHA DEL CONCIERTO:
Orquesta Joven de Andalucía
Programa: R. Schumann, Sinfonía nº 4 Op.120 en Re menor; P.I. Tchaikovsky, Sinfonía nº 4. Op.36 en Fa menor.
Director: Manuel Hernández-Silva
Sala: Teatro Villamarta. Jerez 09 01 2015. Aforo: Casi lleno