La licencia concedida al polémico parque eólico El Barroso promovido por Capital Energy en el término municipal de Jerez “reúne todas las condiciones ambientales y urbanísticas necesarias, así como las condiciones que recoge el Plan General, contando también con la autorización ambiental de la Junta de Andalucía, que es la administración competente en esta materia, sin ningún tipo de objeción”.
Así lo ha aseverado el concejal de Urbanismo, José Antonio Díaz, frente a las reticencias que ha levantado este proyecto entre ecologistas, viticultores y bodegueros y partidos ante el impacto y temor por la desaparición de viñas que implica este tipo de iniciativas, que ya no son tan bienvenidas.
Asimismo, Díaz ha ofrecido datos sobre el porcentaje de acuerdos con los propietarios de las viñas a las que ha llegado la empresa promotora del parque eólico: “alcanza el 88% de los afectados por líneas eléctricas, y el 100% de los propietarios afectados por aerogeneradores”, por lo que considera que las informaciones que se están dando sobre este asunto “son sesgadas y distorsiona la realidad”.
El edil de Urbanismo ha incidido en que desde el Ayuntamiento de Jerez “hemos suscrito convenios con todas las empresas que están promoviendo este tipo de proyectos siguiendo las recomendaciones y cumpliendo la normativa vigente. Abogamos por el interés general, pero también por la búsqueda de un equilibrio entre las inversiones que impulsen el desarrollo de Jerez y salvaguardar los valores ambientales”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, desde el Consistorio se remarca que los parques eólicos “no están categóricamente prohibidos por nuestro PGOU en la zona de viñedo, siendo su régimen el de autorizable con condicionantes; condicionantes que son relativos al impacto paisajístico que se evalúa en el trámite medioambiental que fue autorizado por la Junta”.
Sin embargo, los parques fotovoltaicos sí están expresamente prohibidos en esta zona de viñedos. Por este motivo, la intención del actual equipo de Gobierno del PSOE es “acometer una modificación del Plan General para prohibir también la instalación de parques eólicos en el viñedo”.
“NUESTRA OBLIGACIÓN ES DAR CUMPLIMIENTO A LA LEY”
En definitiva, y ante la “información sesgada” que entiende se está dando en relación al proyecto del parque eólico de El Barroso, José Antonio Díaz ha reiterado que la postura del Ejecutivo liderado por Mamen Sánchez “siempre va a ser de apoyo a los viñistas, pero desde la legalidad y garantizando la seguridad jurídica”.
“Nuestra obligación es dar cumplimiento a la ley, y a día de hoy no existe inconveniente urbanístico ni ambiental, cuya autorización otorga la Junta. Este Ayuntamiento no es competente en el ámbito paisajístico, nosotros tenemos la competencia en materia urbanística, y el PGOU vigente permite este tipo de proyectos”.
MÁS DE 30 MILLONES DE INVERSIÓN
La compañía energética española Capital Energy iniciaba a finales de 2021 la construcción de su segundo parque eólico en Andalucía, El Barroso, en el término municipal de Jerez (donde en los últimos tiempos prolifera la implantación de plantas solares fotovoltaicas).
Este futuro parque eólico El Barroso, que en la fase de operación y mantenimiento está previsto que dé empleo permanente “a cinco profesionales de la zona”, dispondrá de una potencia inicial de 22,5 MW y sus cinco aerogeneradores de 120 metros de altura, del modelo de General Electric Cypress, serán capaces de suministrar cerca de 65.000 megavatios hora (MWh) anuales de energía limpia, equivalentes al consumo de unos 27.000 hogares, y de evitar, asimismo, la emisión a la atmósfera de más de 25.000 toneladas de CO2 al año.
Sólo la obra implica una inversión de más de 30 millones de euros; y por otro lado, esta instalación renovable va a tener un impacto económico anual en las arcas del Consistorio jerezano (IBI e IAE, principalmente), así como a través de los contratos de arrendamiento, “de aproximadamente 150.000 euros”.
Quienes se oponen al proyecto instan a que se busquen alternativas para emplazar estos cinco enormes aerogeneradores, y sostienen que “supone un peligro para la tradición vitícola milenaria que Jerez y su viñedo atesoran y que, desde hace años, las instituciones se afanan en proteger”.