La Guardia Civil cuenta desde ya con una glorieta en Jerez con su nombre, como gesto de reconocimiento del Ayuntamiento a los servicios prestados en la ciudad durante su trayectoria, y con motivo de la conmemoración de sus 175 años de historia.
La rotonda está situada entre la confluencia de la salida del Puente de la Estación del Ferrocarril, situado en la calle Cartuja, avenida Medina Sidonia, Paseo de las Delicias y Ronda de los Alunados.
Con la denominación de esta glorieta de la Guardia Civil, el Consistorio (con Gobierno del PSOE en minoría) quiere reconocer “la gran labor de asistencia y protección que realiza este cuerpo a diario en el término municipal desde su fundación en el año 1844, así como su enorme vocación de servicio y la gran profesionalidad de los hombres y mujeres del Cuerpo, con el que se mantiene una estrecha colaboración desde el Ayuntamiento”.
Durante el acto de inauguración de la rotonda se ha descubierto una escultura de homenaje al cuerpo armado diseñada y elaborada por personal de la concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente e Infraestructuras.
Han asistido al acto, además de la alcaldesa, Mamen Sánchez, y sus concejales Urbanismo y de Movilidad, José Antonio Díaz y Rubén Pérez, respectivamente, y otros ediles de la oposición; el coronel jefe de la Comandancia Guardia Civil de Cádiz, Jesús Narciso Núñez; el coronel de I.M. Subdelegado de Defensa en Cádiz, Joaquín González; el capitán de la Compañía de Jerez, José Luis Mollá; el teniente comandante del Puesto de la Guardia Civil en Jerez, Fernando Comesaña; además del jefe de la Policía Local, Manuel Benítez; y representantes de la Policía Nacional, entre otros.
175 AÑOS DE HISTORIA EN JEREZ
La Guardia Civil “ha mantenido estrechos vínculos con la sociedad jerezana desde su creación”, aseveran desde el Ayuntamiento en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Desde sus inicios, Jerez fue uno de los primeros municipios de la provincia de Cádiz donde se construyó territorialmente el cuerpo, estableciéndose inicialmente en el edificio en la plaza de Silos, donde permaneció hasta su traslado al Palacio de Villapanés en la calle Empedrada en pleno corazón del barrio de San Miguel.
Más tarde, en 1922 se reforzó la presencia de la Guardia Civil en la ciudad abriéndose el cuartel de San Agustín, antiguo convento, hasta su traslado a las actuales dependencias en el paseo de las Delicias.