Con nostalgia, Los Museos de La Atalaya han acogido un acto de conmemoración del 20 aniversario de los IV Juegos Ecuestres Mundiales. Cita para reconocer la figura de los deportistas locales que participaron en este evento deportivo internacional; y para pedir a empresas y entidades relacionadas con el caballo “un esfuerzo de unidad y cooperación”.
Este 2022 se cumplen 20 años de aquellos IV Juegos Ecuestres Mundiales que acogía Jerez de la Frontera en septiembre de 2002, bajo la organización de la Federación Ecuestre Internacional y la Real Federación Hípica Española. Para la ocasión, se remodeló el estadio municipal Chapín, que acogía la mayoría de las pruebas. Reunió a unos 550 jinetes de 48 países participantes en siete deportes ecuestres.
Tras Jerez, esta competición ha viajado a Aquisgrán (Alemania), Lexington (EEUU), Caen (Francia), Tryon (EEUU), y la última edición, de 2022, la comparten Herning (Dinamarca) y Pratoni del Vivaro (Italia).
Echando la vista atrás, se ha llevado a cabo en Los Museos de La Atalaya un acto de conmemoración del 20 aniversario de Jerez 2002. Cita que ha servido también para reconocer la figura de los deportistas locales que participaron en este evento deportivo internacional y para nombrarlos embajadores de ‘Jerez, Ciudad del Caballo’.
A este acto, que se enmarca en la programación Otoño Ecuestre 2002, asistieron numerosas personas relacionadas con la industria del caballo, y con la celebración de aquellos Juegos Ecuestres Mundiales, entre ellos, los deportistas homenajeados, Ignacio Rambla, Rafael Soto y Manuel Márquez.
En su intervención, según se repasa en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, el concejal de Cultura, Francisco Camas, agradeció el esfuerzo realizado a todas las personas que contribuyeron a que dicho evento pudiera celebrarse, y con éxito.
el Ayuntamiento pide a empresas y entidades del sector impulsar una asociación que luche por el caballo junto a las entidades públicas de la ciudad
Así, este socialista se ha referido a la “confianza” de los impulsores de la iniciativa (el entonces alcalde de Jerez Pedro Pacheco, y la infanta Pilar de Borbón, en aquella época, presidenta de la Federación Ecuestre Internacional) en la capacidad de esta ciudad gaditana para sacar adelante un evento de carácter mundial. También ha dado las gracias todos los trabajadores de “este capítulo de la historia contemporánea de Jerez” y a la red de personas que “dan vida” al mundo ecuestre.
Más allá, como representante del Gobierno local, Camas aprovechaba su discurso para pedir a las empresas y entidades relacionadas con el caballo de Jerez “un esfuerzo de unidad y cooperación”; animándoles a “impulsar una asociación que luche por nuestro patrimonio junto a las entidades públicas de la ciudad: Real Escuela, Expasa, Yeguada Militar y Ayuntamiento”.
“Los ayuntamientos son un motor, como se demostró con la iniciativa de los Juegos Ecuestres Mundiales, pero sin el apoyo de los directamente implicados y de la sociedad en su conjunto la empresa se hace muy difícil de llevar a buen puerto”, dejaba caer.