La plantilla de Holcim, en Jerez, ha iniciado esta semana una huelga indefinida como medida de presión frente a los despidos anunciados, que dejarían esta histórica cementera como una actividad residual; y ante la negociación estancada entre empresa y sindicatos.
El grupo LafargeHolcim trasladaba avanzado el mes de enero al comité su pretensión de llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en su planta de cementos en Jerez “basado en una lógica de reorganización y ajuste industrial por causas productivas y organizativas”, y sondear la transformación hacia una estación de molienda, que implica mucho menos trabajadores. 59 trabajadores irían a la calle (sin contar con los afectados en empresas auxiliares), manteniéndose 24 puestos de trabajo.
El comité y todos los partidos en el Ayuntamiento han rechazado tajantemente la decisión de esta empresa, que lleva desde los años 70 del siglo pasado operando en la localidad.
En los últimos días, la alcaldesa jerezana, Mamen Sánchez, ha trasladado a la dirección nacional de Holcim la importancia de seguir insistiendo en la búsqueda de alternativa al cierre de parte de la planta, para descartar la ejecución del ERE. Para ello, entiende que “hay que considerar las diferentes fórmulas que se han ofrecido para garantizar la carga productiva y las opciones existentes para diversificar la actividad”, como el de la valorización energética de residuos -incineración de basuras-, “en consonancia con las directrices que marca Europa, que permitirían explorar nuevos nichos de mercado y abrir nuevas líneas de actividad para garantizar la viabilidad y continuidad de la planta”.
“PEDIMOS A LOS TRABAJADORES QUE NO SE DEJEN ENGAÑAR”
Ante ello, ha salido a la palestra Ecologistas en Acción para lamentar profundamente el “desconocimiento” que la socialista y su Ejecutivo demuestran tener sobre la política ambiental europea.
“Comprendemos la gravedad de la situación provocada por el ERE y nos solidarizamos totalmente con los trabajadores, pero también les pedimos que no se dejen engañar”, afirma este colectivo verde, incidiendo en que “por mucho que utilicen eufemismos, la valorización energética de residuos sólidos urbanos no es más que incineración de basuras. Algo que ya se intentó en nuestra provincia, con el proyecto de incineradoras de Miramundo, que tuvo que ser desechado debido a la fuerte oposición de organizaciones y ciudadanos”.
Así lo volvió a manifestar años después el propio Consejo Local de Medio Ambiente de Jerez que en 2013 mostró por unanimidad su rechazo a la incineración y su apoyo a la planta de tratamiento de Las Calandrias. “Si hace casi treinta años este tipo de proyectos era descabellado desde el punto de vista ambiental, económico y sanitario, hoy, con todo lo que sabemos sobre cambio climático, es un auténtico atentado contra nuestro futuro”, se insiste en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Ecologistas recomienda a los ciudadanos y a los grupos políticos que se informen acerca de los argumentos del rechazo, basados en los graves problemas de salud que afectan a la población y del impacto ambiental, que este tipo de instalaciones generan en aquellas localidades donde se llevan a cabo: “un ejemplo puede ser el de la cementera de Carboneras en Almería”.
Del mismo modo, insta al Gobierno jerezano a que lea el Pacto Verde Europeo aprobado por la Comisión Europea, antes de afirmar que dicha propuesta (“la valorización energética de residuos”) está en la línea del modelo de gestión de residuos urbanos por el que apuesta Europa. “La incineración de residuos no solo no crea empleo sino que lo destruye. Las alternativas que realmente plantea Europa en materia de generación y gestión de residuos sí que crean empleo y pasan por su recuperación material, no por la incineración. Es definitiva: reparación, reutilización y reciclaje”, se apostilla.
“No es de recibo que en vez de apostar por la modernización de la planta de Las Calandrias, infrautilizada por la incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo y que más municipios traten sus residuos en ella, se inclinen por la salida en falso de quemar la basura. ¿Qué pretenden destruir los puestos de trabajo que genera el modelo propuesto por la UE?, ¿qué en vez de reforzar la plantilla de Las Calandrias se destruyan puestos de trabajo en la planta?”, reflexiona desde Ecologistas en Acción.
“NO NECESITAMOS PROPUESTAS OBSOLETAS E INSOSTENIBLES”
Para esta asociación, si estas son las propuestas que se le ocurren a la alcaldesa del PSOE para luchar contra la pérdida de empleo en la industria, “nos tememos que el panorama laboral que le espera a Jerez es desolador”.
“Hace falta crear una estrategia municipal de prevención y gestión de residuos con la participación de los agentes sociales y los ciudadanos, en la línea que ya están poniendo en práctica los municipios de la Sierra de Cádiz con su proyecto de economía circular: separación en origen de la basura, compostaje de la fracción orgánica (una nueva planta se va a construir en Villamartín), implicación ciudadana y aumento en los porcentajes de reciclado. Lo que no necesitamos son propuestas obsoletas e insostenibles que ya fueron rechazadas a finales del siglo XX”, se repite.
De este modo, Ecologistas en Acción hace un llamamiento al equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Jerez para que adopte una actitud “acorde a la emergencia climática que vivimos”, y al resto de partidos locales “para que empujen en esa dirección, en un sentido de verdadera recuperación, transformación y resilencia”.