En el marco del 44 Congreso Mundial de la Viña y el Vino que se inauguraba el pasado lunes día 5 y ha celebrado durante la semana sus principales sesiones en la ciudad de Cádiz (en el Palacio de Congresos), ya en su jornada de clausura de este viernes 9 de junio ha trasladado a Jerez, a los Museos de La Atalaya, la 21 Asamblea General de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
La cita en global ha reunido en la Bahía gaditana a más de 800 especialistas del sector vitivinícola de 45 países. Bajo el lema ‘Vitivinicultura y tecnologías de la información’, el evento (organizado este 2023 por la OIV y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con la colaboración de la Diputación gaditana, los ayuntamientos de Cádiz y Jerez, y del Consejo Regulador de los Vinos de Jerez), ha aglutinado a científicos, representantes del sector y la profesión y organismos públicos.
En la apertura de la Asamblea General de la OIV con la que se clausuraba este Congreso Mundial de la Viña y el Vino, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha destacado el buen funcionamiento de esta organización internacional, “cuya labor es clave para posicionar a este sector como puntero en innovación en investigación a nivel mundial”.
Este ministro socialista ha resumido que tanto la asamblea como el congreso mundial han permitido el necesario intercambio de experiencias e ideas, y discutir sobre los cambios y retos a los que se enfrenta el sector vitivinícola, especialmente los relacionados con el cambio climático, la digitalización y las nuevas variedades y tipos de vino demandados por los consumidores.
En su intervención, ha puesto en valor la labor de las comisiones y grupos de trabajo de la OIV, en los que España participa activamente, para fomentar una viticultura respetuosa con el medio ambiente, el desarrollo sostenible y social, así como el interés por favorecer la transición digital del sector, en sintonía con el lema del congreso.
“EL VINO TIENE DIMENSIONES SOCIALES Y CULTURALES RELEVANTES, MÁS ALLÁ DEL TEMA ECONÓMICO”
Además, según se recoge en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Planas ha insistido en su perorata que la vitivinicultura es un sector estratégico, puesto que el Estado español cuenta con la mayor superficie de viñedo, por detrás de Francia y China, y es el tercer productor mundial de vino y el primer exportador. Y ha enfatizado la calidad de los vinos españoles, avalada por el reconocimiento de 101 Denominaciones de Origen Protegida y 43 Indicaciones Geográficas Protegidas.
Más allá del aspecto económico, ha subrayado que el vino tiene “dimensiones sociales y culturales relevantes”, tanto desde el punto de vista paisajístico como de la sociabilidad. A esto ayuda que forma parte de la ‘dieta mediterránea’, declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco (el mismo reconocimiento que persigue el Carnaval de Cádiz, por cierto) y señalada a nivel mundial como una de las dietas más saludables del mundo.
Finalmente, el ministro de Agricultura ha tenido palabras de reconocimiento para Pau Roca, director general saliente de la OIV y primer español en ocupar este cargo, de quien ha destacado su papel fundamental a nivel científico-técnico y en el impulso del plan estratégico 2020-24 aplicado en la organización. Y ha deseado éxito a quien va a ser su sustituto, el neozelandés John Barker. Además, Planas ha puesto el acento en que la inclusión de la OIV en el Codex Alimentario “convierte a la organización en una auténtica referencia mundial en el sector vitivinícola”.
En la apertura de la Asamblea General de la Organización Internacional de la Viña y el Vino también ha estado presente, entre otros, la alcaldesa de Jerez en funciones, Mamen Sánchez, que ha aprovechado para poner en valor la capacidad de esta localidad gaditana como ciudad organizadora de eventos vinculados al turismo de congresos, y resaltado la idoneidad para este tipo de encuentros de los Museos de La Atalaya, gracias a la reforma y modernización tecnológica realizada recientemente.
EL INICIO DEL CENTENARIO DE LA OIV
Este es el quinto Congreso Mundial de la Viña y el Vino que se celebra en España; el más cercano se llevaba a cabo en 2006 en Logroño, y el más lejano, en 1929 en Barcelona. La última edición, la número 43, tenía lugar el pasado otoño en Monterrey (México).
La cita entre Cádiz y Jerez además marca el inicio del centenario de la Organización Internacional de la Viña y el Vino. Se trata de una entidad intergubernamental fundada en 1924 “para armonizar la situación vitivinícola mundial”; destaca por su carácter científico-técnico en relación con la vid, el vino, las bebidas a base de vino, las uvas de mesa, las uvas pasas y otros productos de la vid. Está integrada hoy día por 49 estados miembro y 16 observadores.
Con sede en París, en la teoría la OIV proporciona a los países productores y consumidores de uva y vino información para desarrollar normativas, minimizar los obstáculos al comercio, promover la producción sostenible y proteger a los consumidores.