Un agente de la Policía Nacional y otro de la Guardia Civil, ambos fuera de servicio y ayudados por varios vecinos de un bloque de viviendas de Jerez, lograron impedir in fraganti el asalto a una casa que en la mañana del pasado martes día 8 se estaba llevando a cabo por cuatro individuos; instantes antes habían accedido “con gran violencia” armados con navajas, cuchillos y un arma de fuego simulada cuando los moradores se encontraban en su interior, un matrimonio con dos hijas que estaban siendo agredidos para que les entregaran el dinero y los objetos de valor de los que dispusieran.
Sobre las ocho de la mañana de aquel martes, un policía nacional que se dirigía a su puesto de trabajo observó a un grupo de cuatro varones que entraban en el portal de un edificio de viviendas cercano y que “le levantaron desconfianza sobre sus intenciones”. Inmediatamente se situó en dicho portal mientras contactaba con la Comisaría y la sala del 091 relatando sus sospechas y solicitando que enviaran al lugar agentes uniformados.
Apenas unos segundos después, el agente comenzó a oír gritos de auxilio que parecían provenir de varias niñas desde el interior de uno de los pisos de la tercera planta; y en ese mismo instante caminaba por la zona otro agente, de la Guardia Civil (destinado en el puesto principal de la Palma del Condado, en Huelva), que también pudo escuchar los gritos de auxilio.
Ambos agentes (todavía no estaban de servicio formalmente), según el relato de la Policía en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, se adentraron en el edificio de viviendas subiendo por las escaleras comunitarias hasta el descansillo del tercer piso donde se les unieron varios vecinos que “de forma altruista y desinteresada” se ofrecieron a ayudar a ambos policías.
DECIDIERON ENTRAR EN EL DOMICILIO
En esos instantes del interior de la casa salió corriendo una niña gritando y pidiendo auxilio repitiendo que iban a matar a su familia, “por lo que ante los indicios claros de poder estar produciéndose una situación de extrema gravedad y urgencia con vidas en peligro”, ambos agentes decidieron entrar “tan solo armados con la defensa reglamentaria que el policía portaba en su coche mientras se identificaban claramente y repetidamente como agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil”.
En un primer momento uno de los asaltantes sujetó la puerta desde el interior para impedirlos la entrada pero finalmente pudieron hacerse paso encontrando en el salón de la casa al padre de familia tendido boca abajo inmovilizado por uno de los asaltantes que portaba en sus manos un cuchillo de grandes dimensiones y a la hija adolescente del matrimonio tendida boca a abajo en el pasillo de la casa mientras otro individuo estaba sentado encima de ella manteniendo una arma blanca tipo navaja en su cuello.
Los agentes ordenaron a los asaltantes que depusieran su actitud dirigiéndose el policía nacional a auxiliar a la joven en el pasillo mientras el guardia civil hacía frente al individuo en salón. Ambos ofrecieron una “fuerte resistencia” a su detención tratando de agredirlos; y un tercer y un cuarto individuo aparecieron desde una de las habitaciones golpeando uno de ellos en la cara con un puñetazo y un fuerte mordisco en una de sus manos al policía mientras que estaba reduciendo al varón que mantenía la navaja en el cuello de la joven-
No obstante, continúan narrando desde la Policía Nacional, ambos agentes con ayuda de varios de los vecinos del edificio “lograron imponerse a los cuatro individuos que conformaban el grupo de asaltantes”, al arrebatarles el cuchillo, la navaja y lo que parecía ser un arma de fuego que luego se demostró que era simulada, y reducirlos hasta la llegada minutos más tarde de un nutrido grupo de agentes de la Policía Nacional.
UN QUINTO ASALTANTE DETENIDO DÍAS DESPUÉS
Un quinto individuo del grupo criminal que se encontraba aquella mañana en las inmediaciones con un vehículo todo terreno de alta gama esperando a los asaltantes para emprender la huida logró abandonar el lugar antes de que pudiera ser arrestado.
Sin embargo, la investigación que se inició de forma inmediata a los hechos ha podido llevar a cabo su total identificación y ha posibilitado su detención en la mañana del lunes 14.
Los detenidos se tratan de cinco varones, todos vecinos de Jerez, de 44, 40, 23, 21, y 20 años, y a los tres de más edad les figuran respectivamente 29, 21 y tres antecedentes previos por la comisión de distintos delitos en distintas localidades de la provincia.
Los cuatro primeros detenidos fueron trasladados junto con las armas intervenidas hasta las dependencias de la Comisaría de Jerez donde ingresaron en calabozos hasta que fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial quien decretó el inmediato ingreso en prisión de todos ellos. El quinto ha quedado en libertad con cargos.
La investigación ha sido desarrollada por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría jerezana.