Forzados por las condiciones que, alumnado y profesorado, viene soportando, la comunidad educativa del IES Lola Flores de Jerez se manifestaba en la tarde del miércoles exigiendo a la Junta de Andalucía que dé una solución a los barracones en los que llevan dando clases de forma “temporal” desde hace catorce años ya. Es parte de las movilizaciones que se vienen desarrollando desde el inicio del curso, como las clases-protesta en plena calle.
La marcha, arropada por partidos como PSOE, IU, Adelante Andalucía y Podemos, además de por la Marea Verde o el sindicato Ustea, salía de la puerta principal del campus universitario y acababa a las puertas del Consistorio.
En un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, a colación, Ustea detalla una vez más la situación: en este centro público de Jerez, “su alumnado, curso tras curso y durante hace ya catorce años, se ve obligado a dar clases en barracones, naves portátiles supuestamente provisionales en las que la climatización brilla por su ausencia”.
Unas ‘aulas’ en las que cuando llega el frío “hay que permanecer en clase totalmente abrigado”; ‘aulas’ que “sufren de filtraciones cuando llueve -y, en consecuencia, de la oxidación del material poroso con el que están construidas- y del ruido y vibración que las propias precipitaciones generan al golpear sobre ellos así como del tráfico que tiene una avenida que es una de las principales entradas a la ciudad”, hechos evidentes que “entorpecen el normal desarrollo de las clases”.
“Hace catorce años que se debería haber terminado un edificio, un aulario anexo que, nadie sabe exactamente por qué, se quedó a medias, un aulario que daría solución a la situación en la que jóvenes que apuestan por formarse en este instituto público se ven forzadas y forzados a soportar”, se lamenta desde este sindicato.
Además de este problema perenne de infraestructuras, el IES Lola Flores tiene otras situaciones sin resolver que afectan a sus ciclos formativos y a la atención a la diversidad. Por ejemplo, pese a ser el único centro público de la ciudad en el que se pueden cursar tanto un Grado Básico en Cocina y Restauración como un Grado Superior en Dirección de Cocina, “no cuenta con unas instalaciones correctamente habilitadas que permitan la puesta en práctica de sus aprendizajes”.
EL “CINISMO” DEL PP
Por Andalucía (la suma de IU y Podemos) presentó semanas atrás una proposición no de ley (PNL) en el Parlamento de Andalucía instando a la consejería de Desarrollo Educativo y FP a comprometerse con la ampliación de este instituto gaditano. Sin embargo, mientras el PP en el Ayuntamiento jerezano votó a favor en el pleno municipal, en la Cámara autonómica tumbó la propuesta.
Días antes de esa votación en Sevilla, la propia alcaldesa María José García-Pelayo se dejaba ver por el IES Lola Flores y trasladaba a la comunidad educativa que “tanto el Ayuntamiento como la Junta coinciden en que la eliminación de los cuatro barracones prefabricados y la construcción de un nuevo edificio en el instituto es una absoluta prioridad y que, además, en ello vamos de la mano con el objetivo de que se haga una realidad lo antes posible”.
Los cuatro barracones (que albergan doce aulas) se ubican sobre los terrenos en los que se levantará el nuevo edificio, en forma de ‘L’, cuyas obras tiene un presupuesto de 2,2 millones de euros. Ese prometido edificio ya tiene el proyecto redactado y sólo está pendiente de la licitación que permita el inicio de las obras.
Todo quedó paralizado en noviembre de 2021, y el Gobierno de Moreno Bonilla sigue mirando hacia otro lado. “Cuando el PP estaba en la oposición, hablaba de chabolismo educativo y ahora vemos cómo ese chabolismo educativo, no les importa nada”, recordaban días atrás desde Adelante Andalucía.
El futuro edificio, si alguna vez se levanta, permitirá dotar al centro de aulas específicas en las que se impartir enseñanzas tales como idiomas, tecnología y música, entre otras, además de albergar un laboratorio y las nuevas cocinas en la planta baja.