El uso del autobús urbano en Jerez ha caído en picado en las últimas semanas de confinamiento, como es lógico. Una noticia que sería preocupante en condiciones normales, es celebrada en pleno estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus por el Ayuntamiento como signo de “conciencia cívica de la población y el respeto absoluto a las recomendaciones”. Dicha bajada se sitúa en torno a un 95% sobre los viajeros habituales en estas mismas fechas del año 2019.
Desde el pasado 16 de marzo, primer día laborable desde que el Gobierno central decretó el estado de alarma en España, el servicio de autobuses urbanos en la ciudad se recortó y es el propio de días festivos, con cinco retenes en inicio sólo de jornadas laborables, registrándose desde entonces un volumen medio de usuarios de 887 viajeros por día, siendo el de los sábados de 516 y los domingos de 269.
Unos datos que para el concejal de Seguridad y Movilidad, Rubén Pérez, “vienen a demostrar una vez más, el comportamiento absolutamente responsable de los jerezanos para proteger su propia salud y la todos”.
Estas cifras registradas son equivalentes a la reducción que según el Gobierno central se viene experimentando en la movilidad registrada en transportes ferroviarios, aéreos o por carretera en todo el territorio del Estado español.
Como datos generales, según se anota en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, entre el 16 de marzo y 6 de abril se han contabilizado un total de 16.549 viajeros en los autobuses urbanos de Jerez, mientras que en el mismo periodo del año anterior se contabilizaron 346.434 lo que supone una diferencia de un 95,22%.
“La ciudad ha bajado considerablemente el ritmo de movimiento y eso se está notando de manera ostensible en el transporte urbano, los ciudadanos han tomado conciencia de la prioridad de proteger la salud por encima de todo, y eso ha provocado en este descenso brusco en su uso, tanto en ciudad como en la zona rural”, argumenta este edil socialista, destacando además la “efectividad” de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento en relación a este servicio.
Así, incluso antes del estado de alarma, el Consistorio aprobaba una serie de medidas, entre las que figuraba la recomendación de utilizar el bus sólo cuando sea imprescindible. Ya la Resolución de Alcaldía de 15 de marzo establecía, además del reajuste del mismo, los casos en que se podía usar el servicio y se estableció la obligatoriedad de pagar con bonobús, así como una serie de normas de prevención y de seguridad. Para el transporte de pedanías se acordó mantener el horario, así como medidas de prevención. Días después, se reforzaba estas medidas limitando el acceso de los usuarios por la puerta trasera del vehículo.
Otros reajustes del servicio municipal (no está explotado por una empresa privada) han sido la creación de un servicio de autobús para el Hospital de Jerez a las 22.20 horas todos los días a la semana para la salida del personal sanitario que sólo va bajando a personas en las distintas paradas habilitadas. Y más recientemente, la modificación del itinerario de la línea 13 para adaptarla a las necesidades de la población tras el cierre de centros de salud; y la modificación, también provisional, del itinerario de las líneas P6 y P7 del transporte a la zona rural para acercar a los usuarios de centro de salud de Montealegre, ahora cerrado, al de la Milagrosa al que han sido derivados.