Aprovechando el Día Internacional contra la LGTBIfobia, JereLesGay se ha hecho eco de un caso de transfobia escolar en un instituto jerezano, del que tuvo conocimiento meses atrás, en concreto en el IES Romero Vargas, y que se ha solventado con el traslado a otro instituto.
“Denunciamos que aún existan espacios públicos, especialmente educativos, donde se esté dando cobijo a la transfobia bajo la apariencia de procesos intencionadamente complejos y alargados, bajo la excusa de recovecos administrativos que se acaban traduciendo en un manifiesto incumplimiento legal, en una visible inacción educativa, que se suma a la negación inexplicable del acoso sometido a personas menores trans, junto a comentarios revictimizantes constantes desde la propia comunidad educativa, con todo lo que esto implica”, manifiestan desde la asociación.
JereLesGay añade que la denuncia que ahora hace pública “también tiene como fin llamar la atención sobre otras personas trans que pudieran estar pasando ahora o en el futuro por la misma situación, sea en el IES Romero Vargas o en otro centro educativo, si no se toman medidas claras, contundentes e inmediatas que no solo hagan cumplir la normativa vigente que atañe a todos los centros educativos andaluces sobre las realidades individuales del alumnado sino que, además, promuevan de forma visible y sin fisuras para toda la comunidad educativa unos espacios que sean seguros, inclusivos y de crecimiento libre de odio y prejuicios”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, este colectivo relata que en febrero le llegó “de forma urgente” a su servicio de Punto Arcoiris este caso: “se nos solicitó ayuda por parte de una familia con menor trans en el IES Romero Vargas. Sin lugar a dudas el diagnóstico retrataba un claro caso de depresión y ansiedad en la persona menor trans, producido por un acoso colectivo, constante y consentido que estaba recibiendo en dicho centro por parte del conjunto de la comunidad educativa. Este diagnóstico fue posteriormente corroborado al completo por el informe de Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil por lo que no dejaba margen de duda sobre la muy dura realidad que había estado viviendo y se seguía viviendo en dicho instituto”.
“LA DIRECCIÓN, CON SU INACCIÓN FORMÓ, PARTE DEL ACOSO COLECTIVO”
Sin embargo, remarcan desde JereLesGay, la actuación llevada a cabo en el IES Romero Vargas ante este caso “era desoladora, en un claro caso de transfobia”, incumpliendo la legalidad, negando el acoso “continuo, persistente y visible” e incluso manteniendo una actitud “colaboracionista” al no hacer nada frente a denuncias continuadas al menos en los últimos dos años. De hecho, se acusa a la dirección de “intencionada dejadez administrativa” y de “negación consciente de las realidades trans”.
Por un lado, el centro se negó a cambiarle el nombre, a pesar de la normativa de la propia consejería, “bajo la excusa injustificada y persistente de no poder hacer nada. Tan sólo adoptó finalmente ciertas medidas, catalogadas por el centro como excepcionales, y autorizadas de forma expresa por la familia a modo de descargo legal, bajo la casuística de ‘capricho adolescente’”.
Pero además, el instituto señalado “abrió, como mecanismo administrativo, un expediente por acoso si bien para concluir que no existía ningún acoso, postura mantenida por el equipo directivo en todo momento, y que, a todas luces, consideramos incomprensible e infundada”. Esta negación del acoso se tradujo en inacción, “retrasando cualquier otra medida administrativa”. Se debió esperar, como último recurso, al informe final de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil “para corroborar que, efectivamente, la persona menor estaba siendo sometida a un acoso colectivo con graves secuelas psicológicas”.
“El propio equipo directivo no sólo no resolvió de forma inmediata el acoso y así cumplir por tanto con lo contemplado en el protocolo legal de la normativa vigente, sino que con su inacción formó parte de ese acoso colectivo. Llegó a responsabilizar a la víctima de sus propias reacciones frente al acoso recibido y se posicionó de forma colaboradora en la transfobia institucional”, apostillan desde este colectivo LGTBIQAP+.
“ÚNICA SOLUCIÓN POSIBLE” Y “OPORTUNIDAD PERDIDA” PARA EL IES ROMERO VARGAS
Desde el primer momento, JereLesGay asegura que trató de reunirse presencialmente con el equipo directivo “con el fin de, en primer lugar, dialogar y esclarecer de buena voluntad los hechos y trasladarles la normativa legal en cuanto a realidades trans que como centro educativo deberían estar implementando”. Sin embargo, “se nos comunicó en todo momento su negativa justificándose, según el propio centro, en que estaban cumpliendo el mandato que les había sido trasladado por parte de la Inspección Educativa acerca de que el equipo directivo no podía ni debía reunirse con JereLesGay”.
Finalmente, ante “la transfobia colectiva denunciada pero consentida” en el IES Romero Vargas, la familia ha podido reubicar a través de cauces administrativos superiores a la persona menor trans en otro instituto de Jerez, “aunque deba para ello desplazarse a cinco kilómetros del hogar”. En este otro centro “sí se cumplen con los protocolos legales con las realidades trans, sí se le ha cambiado el nombre desde el primer momento de la matrícula, sin retrasos ni excusas, y sí se han articulado medidas organizativas y educativas para la debida atención de la diversidad en identidad de género”.
JereLesGay lamenta que la única solución posible para este caso haya sido la reubicación a otro centro de la persona acosada, “en vez de que el Romero Vargas haya aprovechado esta oportunidad para adoptar sin ambages medidas que promuevan la reeducación de la comunidad educativa en diversidad sexual, afectiva e identidad de género, protegiendo a la víctima y promoviendo el respeto a la diversidad y la erradicación de cualquier acoso y agresión de transfobia”.
JEREZ QUIERE SER “CIUDAD REFERENTE EN MATERIA DE DIVERSIDAD Y CONVIVENCIA”
El mismo 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia desde 1990 (fecha en la que la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad del listado de enfermedades mentales), también en el Ayuntamiento jerezano se recordó la efeméride con una pancarta conmemorativa en su fachada, y la lectura del manifiesto de JereLesGay, respaldado por miembros de la Corporación municipal, Consejo Local de las Mujeres, y representantes del tejido social, “para visibilizar el compromiso de la ciudad con la sensibilización en igualdad para erradicar el acoso, la violencia, y cualquier forma de LGTBIQAP+fobia”.
En dicho manifiesto, la asociación incidía en que “el odio adopta muchas formas, intentando destruir la diversidad y separarnos de otras comunidades oprimidas, socavando la interseccionalidad”, reivindicando que “desde JereLesGay, dedicamos este día a unirnos y fortalecer lazos entre todas las comunidades afectadas por este odio, creando espacios comunes de lucha para ser libres”.
Por su lado, la alcaldesa María José García-Pelayo agradecía a dicha entidad el trabajo que viene desarrollando en la ciudad “a favor de la diversidad y la convivencia, desde la colaboración permanente con el Ayuntamiento, y participando de todos los espacios de trabajo dirigidos a la promoción del valor de la igualdad, y la erradicación de cualquier tipo de discriminación o violencia contra las personas por su orientación sexual o de género”.
“Jerez tiene que ser una ciudad contraria al odio, en el que se respete a todas las personas, sientan lo que sientan. Nos sumamos a la causa, porque en este día estamos luchando por la igualdad y contra la discriminación”, sentenciaba la primera edil del PP.
La concejalía de Igualdad y Diversidad ha recibido este curso un total de 79 peticiones por parte de 32 centros educativos para participar en el programa ‘LGTBIfobia Cero’, cuyo objetivo es facilitar la construcción de entornos inclusivos y respetuosos sin ningún tipo de sexismo, homofobia, bifobia y transfobia.