El procedimiento de declaración de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) de la calle San Pablo, y las plazas del Clavo y Vargas, en Jerez, se ha llevado a cabo “de forma muy estudiada y analizada durante un año y medio, dando todos los pasos necesarios de forma escrupulosa y sin arbitrariedad alguna y siguiendo la normativa correspondiente”. De este modo replica el concejal de Urbanismo, Francisco Camas, las quejas desde Ganemos, que considera que no pueden aplicarse las mismas medidas a las tres zonas afectadas.
Camas recuerda a la agrupación de electores que este proceso se ha realizado en atención a las demandas tanto de vecinos como de comerciantes debido al elevado ruido ambiental existente en estas zonas, “comprobado y verificado mediante las correspondientes mediciones técnicas”.
Concretamente, la declaración ZAS de estos espacios se ha llevado a cabo conforme al decreto 6/2012 de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica.
Para este representante del equipo de Gobierno, las manifestaciones de Ganemos cuestionando el trabajo técnico realizado “no se ajustan a la realidad y muestran el desconocimiento que tiene sobre el tema, ya que en ningún momento las medidas en las distintas zonas se están aplicando de forma arbitraria, sino que su aplicación responde a criterios objetivos que vienen recogidos en la normativa”.
En este sentido, repite el edil de Urbanismo en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, “las medidas del plan zonal aprobado responden a lo exigido tanto por la Ley 7/2007, de 9 de julio y el citado Decreto 6/2012”. Estas medidas que han sido implantadas se han considerado uniformes en las tres zonas, “debido a que todas presentan un elevado exceso sobre el limite admisible de ruido (55 dBA), alcanzándose valores superiores a los 69 dBA para todas las zonas”.
Asimismo, se recuerda que “como Ayuntamiento estamos obligados por ley a dar respuesta a estas demandas y denuncias de las personas afectadas, que solicitaban esta declaración por los niveles de ruidos ambiental producidos por la adición de múltiples actividades existentes y por las de las personas que las utilizan, habiéndose acreditado mediante las pertinentes mediciones de campo que se sobrepasan los objetos de calidad acústica correspondiente”.
En cuanto a su aplicación, este edil socialista señala que “somos conscientes de que es un equilibrio difícil de mantener, pero nuestro objetivo es y ha sido siempre facilitar la convivencia y conciliar el derecho al descanso con la actividad económica y, para ello, hemos utilizado las herramientas legales que tenemos a nuestro alcance”.
Camas insiste en que “desde el primer día hemos mantenido una interlocución continua con todos los agentes implicados, tanto a nivel técnico como político, manteniendo todas las reuniones que han sido necesarias y que nos han pedido, y aclarando además todas las cuestiones y dudas que nos han ido trasladando sobre este procedimiento. La comunicación ha sido activa en todo momento y siempre les hemos tendido la mano para cualquier tema relacionado con este asunto”.
Por todo ello, Francisco Camas aconseja a Ganemos Jerez “conocer mejor este procedimiento reglado” y para ello le ha convocado a una reunión en la que se le dará cumplida información al respecto.
“EL AYUNTAMIENTO NO ES NI DEBE SER UN MERO MEDIADOR”
Para Ganemos Jerez, los hechos y circunstancias que han llevado al Ayuntamiento a la declaración de ZAS en diversas áreas del centro “tienen su origen en problemas complejos de abordar, que tienen múltiples aristas y no se pueden reducir a un enfrentamiento entre hosteleros y vecinos, tal y como se está intentando trasladar”. El conflicto, se reflexiona, “no es causa de un enfrentamiento tipo ‘Madrid-Barça’, hay que huir de ese falso relato que no aporta nada y solo contribuye al enquistamiento de la situación. Este no es un mero conflicto de intereses puntual entre los distintos agentes sociales afectados, es la consecuencia de un problema más amplio que se debe solucionar con inteligencia colectiva, imparcialidad y una regulación justa e igualitaria”.
En este sentido, la agrupación de electores con participación de Podemos considera que la administración local “debe asumir su responsabilidad. No es ni debe ser un mero mediador, por lo que cabe exigirle al equipo de Gobierno que cumpla con su función reguladora. Los conflictos de intereses están presentes en la vida cotidiana de los vecinos, en todos los terrenos, pero para solucionarlos están las normas y las instituciones públicas, que deben velar por el interés general y el bien común, teniendo una actitud proactiva y preventiva en los casos de intereses enfrentados. Y para ello el Ayuntamiento debe alejarse de la arbitrariedad a la hora de aplicar las normas”.
Esta formación cuestiona que las tres zonas que han sido declaradas ZAS (el entorno de San Pablo, la Plaza Vargas y la Plaza de El Clavo) se rigen bajo el mismo plan de acción “pese a ser zonas muy diferentes y tener cada una problemas distintos cuya solución exigen unos planes trabajados a medida”.
“No olvidemos que estos planes son temporales, pues la declaración de ZAS persigue que los niveles de ruido en dichas zonas se restablezcan a estándares que permitan levantar esa declaración y aplicar medidas ordinarias, como en cualquier otra zona de la ciudad. Sin embargo, todo se rige bajo un copia-pega que no puede solucionar tres situaciones con características diferentes a la vez”, se denuncia.
Además, se asegura que el Ayuntamiento no ha aplicado la principal medida recogida en el plan de acción, la realización de una campaña de comunicación y sensibilización del mismo entre vecinos, titulares de actividades y usuarios: “en el terreno pedagógico no se ha hecho absolutamente nada porque siempre descuidan el ámbito educativo”.
Finalmente, Ganemos también observa que estos conflictos, tanto por motivos de ruidos, como por ocupación del espacio público, “se están produciendo en toda la ciudad, en zonas más alejadas del centro histórico y en otros barrios. Lo que ocurre es que la intensidad y dispersión de las mismas hacen que aparezcan como de menor importancia, pero obedecen a la misma lógica de falta de claridad y transparencia”.