Ganemos Jerez ha alertado de que los accesos a la nueva “zona de esparcimiento para jóvenes” fijada para la inminente Feria del Caballo, ubicados en la zona del Parque González Hontoria pegada al jardín de El Bosque, “son insuficientes y peligrosos para el volumen de personas que transitarán por él”. Además, critica que la estructura actual responde a un “modelo clasista”, que “margina a los jóvenes en un gueto y los aísla del resto de jerezanos”.
Ganemos Jerez ha alertado de que los accesos de entrada y salida a la nueva “zona de esparcimiento para jóvenes”, o sea, el botellódromo, fijada para la inminente Feria del Caballo, ubicados en la zona del Parque González Hontoria pegada al jardín de El Bosque, “son insuficientes y peligrosos para el volumen de personas que transitarán por él”.
La agrupación de electores incide en que la feria “debe ser un lugar accesible para todos. Un lugar donde la gente pueda convivir en armonía y libertad por el recinto ferial, en sus casetas y en sus inmediaciones”. Y al respecto, el Ayuntamiento y las autoridades pertinentes “son responsables de facilitar el paso de las personas a las zonas de un modo amable, responsable, ordenado y siempre con un plan al respecto sobre las emergencias que pudieran suceder”.
Sin embargo, se señala en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, que se ha podido comprobar que el reubicado botellódromo, situado ahora en el jardín de El Bosque tiene dos únicos accesos: una puerta grande que conecta con la Avenida Álvaro Domecq -y que corresponde a la entrada del carril bici-, y un pasillo de escasos metros que conecta la zona con el recinto ferial y con las casetas. “Unos accesos del todo insuficientes que, en caso de incidente, y teniendo en cuenta el volumen de visitantes que acude a la feria, podría resultar nefasto”, se aportilla. Y avisa de que en una situación de descontrol “podría dar lugar a una desgracia del estilo del Madrid Arena al provocar un efecto embudo”.
Ganemos critica que la estructura actual responde a un “modelo clasista”, que “margina a los jóvenes en un gueto y los aísla del resto de jerezanos”. “No es de recibo arrinconarlos en una zona que incumple los requisitos mínimos de seguridad y de accesibilidad. Nos preguntamos pregunta, por qué se ha cambiado de sitio el botellódromo a un lugar todavía más acotado y restringido”. La alcaldesa, Mamen Sánchez, defendía días atrás este cambio para evitar que sufra deterioro la zona recién arreglada de los jardines de La Rosaleda.
Insiste esta formación de la oposición que la reubicación del botellódromo de la feria “no es otra cosa que la consecuencia última del esperpento urbanístico que ha supuesto la construcción de un restaurante en pleno Parque González Hontoria”. Una concesión que se hacía durante el anterior mandato con Gobierno local del PP “que a todas luces se presenta como un uso inadecuado de lo que debe ser un parque urbano”. Tras la apertura del restaurante surge un conflicto evidente: enfrenta el uso privativo y la concepción elitista del restaurante con el interés general de un espacio de ocio para los jóvenes. “Cómo los jóvenes pueden resultar molestos para la clientela del restaurante, la genial idea del Gobierno local es reubicar a la juventud en otro sitio que no incordie”, se interpreta.
Ganemos Jerez insiste en que no está de acuerdo con la medida, y dice apostar por “un modelo diferente; mucho más amable, un modelo con accesos amplios, integrador y de sentido común, que fomente y potencie la convivencia de los jerezanos y jerezanas en todas sus edades”.
Así, se pide al concejal de Urbanismo y Seguridad, Francisco Camas, “autocrítica y capacidad de maniobra para revertir esta situación”. “La solución no pasa por aumentar los efectivos de seguridad, poner más cámaras o potenciar planes coercitivos, el dilema se soluciona con un modelo más abierto, integrador, accesible, estudiado y que vele por el interés común de los jerezanos”, se concluye.
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