Un cura en Jerez, perteneciente a la parroquia de San Rafael, ha ingresado en prisión provisional comunicada y sin fianza acusado de un presunto delito de abuso de menores, tras la denuncia presentada por los padres de un adolescente.
Ante ello, el Obispado de Asidonia-Jerez (donde trabaja este sacerdote) asegura que está a disposición de la Justicia “para ayudar a esclarecer todas las circunstancias para la búsqueda de la verdad en todo lo que le fuera requerido”.
“Una vez recibida la denuncia de dichas acusaciones, y en cumplimiento de la Ley, se han notificado de manera inmediata a la Fiscalía los hechos denunciados, e incluso en el trámite de diligencias previas este Obispado se ha personado como acusación popular contra el denunciado para colaborar en la búsqueda de la verdad”, se insiste en el comunicado emitido, recogido por DIARIO Bahía de Cádiz.
Además, siguiendo los protocolos establecidos por la Santa Sede, “se han tomado las oportunas medidas cautelares, así como apertura del procedimiento canónico para estos casos”.
El Obispado de Asidonia-Jerez subraya que nunca ha tenido “noticias, denuncias o indicios” sobre conductas irregulares de este sacerdote. “De hecho a la hora en que ha obtenido la nacionalidad española, las autoridades solicitaron los correspondientes certificados de antecedentes penales tanto en su país de origen, como en España, sin que se encontrará antecedente penal alguno”, se añade.
Además, se reconoce que hay instrucciones por parte del abogado de la parte demandante (el menor abusado) “para que no se manifieste ninguna información sobre el caso que pudiera poner en riesgo la intimidad e identidad de la víctima con las consecuencias judiciales que pudieran producirse”.
“Confiamos en la labor y resolución de los órganos judiciales, condenamos firmemente este tipo de actos y pondremos todo nuestro esfuerzo para que estas conductas no tengan cabida en nuestra Iglesia. No queremos que este hecho, lamentable y doloroso, empañe la labor de tantos sacerdotes que se entregan con entusiasmo y responsabilidad en su ministerio”, sentencian desde el Obispado.