Un total de 584 colegios electorales con 1.523 mesas estarán a disposición de los gaditanos este domingo 19-J (coincidiendo con las procesiones del Corpus, con un eventual Carnaval Chiquito en la ciudad de Cádiz, y muchas ganas de playas con el verano ahí mismo) para que puedan ejercer su derecho al voto, entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde, en unas elecciones anticipadas al Parlamento andaluz en las que se deciden mucho: que la comunidad autónoma mantenga un gobierno de derechas (todavía más dependiente de los chantajes de la ultraderecha reaccionaria) o bien que el PSOE y fuerzas a su izquierda sumen para retomar las riendas de San Telmo, lo que impugnaría todas las encuestas y sondeos.
Unos comicios que llegan, pasada la jornada de reflexión de este sábado, tras dos semanas de campaña electoral (y meses de precampaña previa…) previsible, en la que el PP (ocultando las siglas del propio PP tras la sonrisa forzada de su candidato a la reelección) ha intentado no hacer mucho ruido y rentabilizar la inversión (con dinero público) de más de tres años de propaganda triunfalista y de “cambio” con mensajes de prescolar en el imaginario, pese a que lo desmonten muchos datos: “Andalucía avanza, hemos cumplido y si no hemos cumplido es por culpa de cuarenta años de herencia socialista”, ha sido más o menos la base del argumentario de esta derecha auto-proclamada moderada, que públicamente ignora a Vox y sus mensajes retrógrados y fascistas (aunque se tendrá que tragar el sapo como no alcance la soñada mayoría), salvo para reprocharle que si no cree en el estado de las autonomías, para qué se presenta a estas elecciones. “Moreno Bonilla ha prestigiado la política, ha sido el presidente de todos”, es el resumen de campaña para el PP gaditano.
Mientras, Ciudadanos (actual socio de gobierno de los populares en la Junta), intuyendo el batacazo electoral (se ve que gran parte de sus votantes prestados vuelven al PP, o más a la derecha, no tanto al PSOE), ha ido machacando las bondades de este bipartito bendecido en sus orígenes por Vox, aunque los auto-proclamados “liberales” parecen sufrir amnesia selectiva, y han alertado de que si su partido no está en el próximo ejecutivo andaluz “se va a montar un lío de narices”.
El PSOE, por su lado, ha luchado estos días frente a los sondeos grises y a la relativa notoriedad de su presidenciable, un Juan Espadas un tanto plano, dedicado a sacar los colores a tanta autocomplacencia del PP, incidiendo en que las políticas, medidas y recursos del Gobierno de España (que ese mismo partido intenta boicotear en el Congreso) están siendo indispensables para esos logros de los que presume Moreno Bonilla. Y socialistas, y las dos formaciones más a su izquierda, ha coincidido en sus actos en que el actual Gobierno andaluz de derechas “se han traducido en un retroceso de los servicios públicos”. “Hay que darle la vuelta a las encuestas que han intentado desmovilizarnos y llenar las urnas de votos socialistas”, arengan desde el PSOE gaditano, que dice haber hecho “una campaña de verdad, no de márquetin”.
Por su lado, Por Andalucía acaba esta campaña, en la que ha hablado a la gente “de sus cosas”, moderadamente optimista ante la “movilización creciente” que la confluencia de Podemos, IU, Más País y Equo, entre otras formaciones, ha detectado con el paso de los días; una movilización que “puede dar una formidable sorpresa el domingo, mejorando todos los pronósticos”.
Mientras la refundada Adelante Andalucía ya “sin tutelas de Madrid”, con la gaditana Teresa Rodríguez al frente, ha destacado por ser la opción que más ha confrontado y rebatido ese odio extremista que destila la ultra derecha. Su candidata por Cádiz y presidenciable por tercera vez a la Junta ha insistido en sus intervenciones en apelar a todos los votantes de izquierdas, “pese a que pueda haber más o menos desencanto”, a que “nadie se quede en casa”. Su reto es lograr grupo parlamentario “que trabaje desde posiciones nítidamente de izquierdas que sumen a la izquierda desde el andalucismo”.
MÁS DE UN MILLÓN DE GADITANOS LLAMADOS A LAS URNAS
Un total de 1.013.518 electores están llamados a decidir los 15 parlamentarios que se deciden en la provincia de Cádiz (de los 109 de toda Andalucía, donde pueden votar más de 6,6 millones); 983.135 son residentes y 30.383 viven en el extranjero. Al censo de votantes gaditanos en estos comicios se incorporan 47.484 con respecto a las autonómicas de diciembre de 2018, al haber alcanzado los 18 años de edad.
Del total de electores residentes en Cádiz, 19.296 han solicitado votar por correo, y durante la mañana del viernes 17 (el plazo se cerraba a las 14 horas), 17.353 habían depositado ya su papeleta. A nivel andaluz, los datos provisionales reflejan un inesperado incremento del 96% respecto al proceso electoral homologable, los comicios de 2018: hasta 176.991 personas ha registrado su intención de votar por correo.
Más números trasladados y recopilados por DIARIO Bahía de Cádiz: un total de 2.711 efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (1.268 agentes de la Policía Local y 1.443 de la Guardia Civil, a los que hay que sumar las policías locales de cada municipio) velarán en la provincia de Cádiz por la seguridad de la jornada electoral y para garantizar “el libre ejercicio al voto”. Este operativo tendrá presencia en centros de votación y recuento, así como en organismos oficiales, sedes de partidos o en lugares susceptibles de acoger concentraciones ya por la noche para celebrar los resultados.
Además del dispositivo de seguridad, el Estado aporta, en cuanto a la logística, el número de cabinas por colegio suficiente para garantizar la confidencialidad del voto; y hasta las urnas que se precisen. Por su lado, la Junta de Andalucía ha impreso para toda la región 130 millones de papeletas, siete millones de sobres y 109.050 manuales para los integrantes de las mesas electorales. Un total de 4.378 representantes de la Administración estarán desplegados en los colegios de las ocho provincias para recabar los datos y enviarlos telemáticamente a Sevilla (como es habitual, habrá avances de participación a partir de las 14 horas y de las 18 horas, y como novedad, a las 11.30 horas). Además, este domingo se movilizarán entre otros 30.567 miembros de mesas electorales (y más de 61.000 suplentes), y 3.155 trabajadores de Correos (en cumplimiento de su obligaciones de servicio público que le son encomendadas en los procesos electorales).
17 PAPELETAS EN EL ‘MENÚ’
Un total de 17 candidaturas de partidos y coaliciones (AQUÍ, todas al completo), con 255 potenciales candidatos más suplentes, se presentan a estos comicios del 19-J por la provincia de Cádiz.
Más allá de PSOE, PP, Cs, Vox, Adelante Andalucía, Por Andalucía, Pacma o Andaluces Levantaos (el refrescado PA), concurren listas variopintas como las de Recortes Cero, la Coalición Republicana Socialista por Andalucía(CRSxA), Escaños en Blanco (EB), el Partido Comunista del Pueblo Andaluz (PCPA), el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), Nación Andaluza (NA), Por un Mundo Justo (PUM+J) o el llamado Partido Autónomos (PA), con el humorista Toni Rodríguez de número uno.
En los últimos comicios de diciembre de 2018 (con 15 papeletas para elegir, dos menos que ahora), los socialistas se mantuvieron en Cádiz como primera fuerza, con cuatro representantes, mientras el PP pasaba a ser cuarta opción (con tres diputados), colocándose por delante Ciudadanos y la antigua Adelante Andalucía (entonces con Podemos e IU en su seno), ambas formaciones también con tres parlamentarios pero más votos. Y la ultraderecha cosechaba además las dos sillas restantes. Ya sin conseguir representación, Pacma se colocaba como sexta fuerza, por delante de AxSí, los herederos del extinto Partido Andalucista.
ENCUESTAS PARA ¿MOVILIZAR O DESMOTIVAR?
Mientras, las encuestas de las últimas semanas de cara a este inminente 19-J parecen dibujar un panorama distinto al del inicio de legislatura y muy previsible, salvo una movilización extraordinaria del votante de izquierdas y una excesiva confianza que deje en el sofá o en las playas al de derechas. Esos sondeos han ido repitiendo que el PP ganaría las elecciones de forma holgada pero sin mayoría absoluta, necesitando de Vox sí o sí para gobernar. Además, la franquicia naranja estaría muy cerca de desaparecer, el PSOE se mantendría prácticamente como está (una treintena de representantes), y las dos fuerzas más izquierdistas se pelearían por una horquilla de entre tres y diez diputados. Así, difícilmente este lado del tablero superaría al que conforma la derecha auto-vendida como moderada y la ultraderecha rancia. Pero todavía hay que votar.
En este punto, habría que recordar que Juan Manuel Moreno Bonilla cosechó en aquellas elecciones andaluzas de 2018 menos del 21% de sufragios y 26 parlamentarios, uno de los peores resultados históricos del PP; se tuvo que aliar con un Cs entonces pujante (todavía estaba al frente de esta derecha Albert Rivera y cotizaba su anti-catalanismo), que logró 21 representantes. La suma de ambos no alcanzaba todavía para llegar a la mayoría, y tuvieron que negociar en Madrid ese apoyo (que ahora en campaña esconden avergonzados) de la extrema derecha machista, xenófoba y homófoba (que sorprendía con hasta 12 parlamentarios). En el otro lado, el PSOE todavía de Susana Díaz ganó esa contienda pero cayendo a los 33 representantes, y la coalición Adelante Andalucía (liderada por Teresa Rodríguez y conformada todavía por Podemos e IU, y otras fuerzas andalucistas menores) se quedaba con 17. Dany Rodway