ENTREVISTA ELECCIONES ANDALUZAS 2015
Conocemos a Sergio Ocaña, de UPyD
El cabeza de lista en Cádiz para las elecciones andaluzas del 22-M de UPyD, “un partido transversal, ese eje izquierda-derecha para nosotros hace mucho tiempo que dejó de tener sentido”, es Sergio Ocaña, algecireño de 44 años de edad. Tiene estudios de Magisterio y de Filosofía y actualmente trabaja dando clases en un colegio de Primaria; ocupación que comparte con la representación sindical de sus compañeros. Sergio está casado y tiene una niña pequeña. “Disfruto del contacto con la naturaleza y también de la buena conversación. Me considero una persona conciliadora y me gusta estar atento al mundo que me rodea”, afirma.
en titulares…
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“De flojos tenemos poco. Cuando nos dejan trabajar lo hacemos como el que más, ¿quién si no levantó Cataluña, sino los emigrantes andaluces?”
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“Andalucía tiene un potencial económico que ni sospechamos, solo hay que potenciarlo de forma sensata para liberarlo. Pero para hacerlo hacen falta políticos que estén más interesados en hacer que su tierra mejore, antes que en hacer que su propia posición personal mejore”
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“Son 12.000 millones de euros los que nos cuesta la corrupción a los andaluces cada año. Sin esa corrupción habríamos evitado los recortes en educación y sanidad”
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“En UPyD lo hacemos todo de forma asamblearia, todo se discute y se decide de forma democrática, y los líderes, ¡yo mismo!, nos vemos controlados por lo que decidan los militantes. Además, no sé qué puede tener de malo Rosa (Díez)…”
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“Vamos a mandar a los corruptos y ladrones a los tribunales. Vamos a velar por que los jueces sean independientes. Y por supuesto, no vamos a pactar ni a apoyar a ningún partido con corruptos”
– ¿Existe Andalucía? Me explico: solemos decir “soy gaditano, soy sevillano, soy granadino…”. ¿En qué se parece un andaluz de Huelva y uno de Almería? ¿Es un inconveniente más para la comunidad autónoma el, creo, mínimo sentimiento ‘nacionalista’/’regionalista’?
Andalucía existe, ¡y tanto! Y sí, es verdad que tenemos ese apego a la “patria chica” que comentas. El gaditano se diferencia del sevillano… el “granaíno” del malagueño… y tenemos nuestros chistes con los vecinos. No hay duda. En la misma provincia de Cádiz solemos diferenciar entre la Bahía, Jerez, la Sierra o el Campo de Gibraltar; de donde soy yo mismo.
Pero a pesar de esas diferencias, mínimas en realidad, existe un sentimiento andaluz, que es más “espiritual” que político. Andalucía no se constriñe a sus fronteras políticas, sino que llega allá: donde se reúnan un jienense, un onubense y un almeriense para ver por internet la final del Falla de Cádiz, o cuando en un antro perdido de Buenos Aires se bailan sevillanas, o cuando varios estudiantes sureños les enseñan a sus compañeros Erasmus a pedir un “rebujito” mientras se comen unas migas con chorizo en un bar de Granada. En esos sitios, ahí se siente Andalucía.
El ser andaluz es efectivamente un sentimiento sutil y ligero que nos acompaña allá donde vamos. Pero no lo podemos concebir de forma política. Al menos nosotros, que somos andaluces por los cuatro costados, no lo vemos así. ¿Es esto un inconveniente? Al contrario, igual es una ventaja. Si ese sentimiento andalucista fuera más presente, igual los políticos que controlan la Junta ya lo hubieran usado como en Cataluña para culpar al Estado de todos nuestros males en vez de asumir sus errores. Aunque, de todas formas, ya se encargan, aunque sea de otra manera, de culpar a los demás.
– Si finalmente las políticas del Estado están limitadas/condicionadas por Europa (y eso que llaman ‘mercados’), ¿qué margen de maniobra le queda a la Junta (limitada a su vez por los recursos que le transfiere el Estado) para hacer sus políticas? Si Madrid recorta, Sevilla recorta, es una obviedad.
A la Junta le queda el margen de maniobra de la gestión en muchos sentidos. Las decisiones puede que vengan de Bruselas, pero es en Sevilla donde se decide cómo hacer las cosas y cumplir con los objetivos. Por otra parte, no dejemos de reconocer que nunca en nuestra historia, exceptuando tal vez el Califato de Córdoba, ha tenido Andalucía la capacidad de autogobierno de hoy día. ¿Si Madrid recorta, Sevilla recorta? Pues sí, obviamente. Pero si Sevilla hace los deberes, sólo recorta lo que es prescindible y superfluo. No lo que es necesario. Lamentablemente, ahora mismo no es ese el caso.
– Paro y más paro, pobreza creciente, desigualdad… ¿hay remedios realistas y creíbles? Los tópicos sobre Andalucía son otro problema a combatir, ¿cómo? ¿Toca seguir sobreviviendo del turismo?
Es una buena pregunta. Y sí. Hay medios realistas y creíbles. ¿Los tópicos son un problema? sí, pero. Y No. No tenemos porqué depender del turismo.
El primer remedio para luchar contra el paro, la desigualdad y la pobreza es simple. Hacer un uso racional y transparente de los recursos económicos de los que ya disponemos. Esto pasa necesariamente por acabar con la corrupción política. Imagine qué podríamos hacer hecho en Andalucía con el dinero robado de los EREs, con los sobrecostes del “Puente de la Pepa” o del Metropolitano de Granada. La Junta lleva años malgastando el dinero de todos los andaluces. Se podría haber invertido en becas, investigación, salud, ayudas al desempleo, acciones sociales, incentivos a empresarios… El primer paso para remediar la situación es poner nuestra casa en orden. Si no lo hacemos, cuando empecemos a levantar Andalucía seguro que nos la vuelven a mal gobernar.
Los tópicos… Tenemos muchos tópicos que nos persiguen: flojos, fiesteros, graciosos, el flamenco, los toros, la Semana Santa… Pero el tópico de flojo se demuestra que es falso trabajando, igual que el movimiento se demuestra andando. Y de flojos tenemos poco. Cuando nos dejan trabajar lo hacemos como el que más, ¿quién si no levantó Cataluña, sino los emigrantes andaluces? Por lo demás, todos esos tópicos hacen de nuestra tierra la envidia de Europa. No son ya los turistas los que vienen a disfrutar de esos tópicos. Son también los jubilados del norte de Europa que se hacen andaluces en su tercera edad. Son los Erasmus y otros universitarios que hacen de Cádiz o Granada o Málaga su “otra” universidad, y que cuando vuelven a su país ya se van enamorados para toda la vida. Andalucía atrae gente de fuera, pero ya no son sólo los turistas de sol y playa. Son gente que se lleva otra impresión de Andalucía, la impresión de la cultura y la modernidad, y que cuando vuelven a casa dicen “pues aquello no está tan mal como dice la televisión”.
¿Debemos depender sólo del turismo? Para nada. Es una industria pujante, y hay que hacer que nuestro turismo sea el de mayor calidad posible. Pero nuestra tierra tiene una situación geográfica envidiable para ser el nudo de comunicaciones entre Europa, América y África. Entre Mediterráneo y Atlántico. Nuestro comercio, puertos y aeropuertos deben beneficiarse de ello. También tenemos la oportunidad de hacer de la agricultura andaluza la más eficiente de Europa dentro de un marco de “industria verde”, tenemos a nuestro alcance herramientas para diversificar y mejorar nuestra oferta productiva; sólo hay que aplicarlas. Igualmente, tenemos una posición pujante en el ámbito de la construcción naval y aeronáutica. UPyD potenciaría esos sectores para redirigirlos hacia la investigación y desarrollo de fuentes de energía limpias. Tenemos a mano mareas, vientos, sol, la corriente del Estrecho… grandes fuentes de energía limpia. Solo hay que aprovecharlas. Eso creará empleo y hará indirectamente que nuestras universidades se sitúen en el lugar que se merecen.
Andalucía tiene un potencial económico que ni sospechamos, solo hay que potenciarlo de forma sensata para liberarlo. Pero para hacerlo hacen falta políticos que estén más interesados en hacer que su tierra mejore, antes que en hacer que su propia posición personal mejore.
– Su partido habla de su programa electoral como la “vacuna contra la corrupción”, ¿cuál es ese antídoto? ¿De verdad el principal problema de esta comunidad autónoma es la corrupción?
Efectivamente, nuestro programa y nuestro partido somos la “vacuna contra la corrupción”, o como le gusta repetir a Martín de la Herrán, “la upeidina”. Somos un partido incorruptible, y no porque nuestro miembros sean “de otro mundo”, sino porque nos dotamos de reglas y mecanismos internos para asegurarnos de que sigamos siéndolo. Y eso mismo le exigimos a los demás partidos, y eso mismo le exigimos al Gobierno de España y a la Junta.
Creemos que UPyD está en situación de enseñar cómo se combate contra la corrupción, porque nosotros mismos nos hemos aplicado la “upeidina” desde el minuto uno. A día de hoy, un órgano independiente como es Transparencia Internacional nos ha examinado y dado un 9 de 10 en transparencia. Somos el único partido sin un solo imputado por corrupción. Y somos el partido que exige que nadie lleve imputados por corrupción en sus listas.
¿Es la corrupción el primer problema de Andalucía? Pues le respondo como con la pregunta sobre economía, porque está todo relacionado. Si no se perdiera el dinero que se pierde en corruptelas, si no hubiera contratos hechos a dedo, si no hubiera cargos de confianza que son en realidad una administración paralela; Andalucía sería más rica y más eficiente. Son 12.000 millones de euros los que nos cuesta la corrupción a los andaluces cada año. Sin esa corrupción habríamos evitado los recortes en educación y sanidad. Andalucía crecería sin corrupción.
– ¿UPyD es Rosa Díez, para lo bueno y para lo malo? Un partido ¿de centro? ¿Ciudadanos se está ‘quedando’, en las encuestas, con los votantes de UPyD?
UPyD es más que Rosa Díez. Rosa es nuestra líder, pero como nos respondió en Málaga el día 28 de febrero ante los gritos de “presidenta, presidenta”, “¡vosotros! ¡Todos vosotros sois los presidentes!”. En UPyD lo hacemos todo de forma asamblearia, todo se discute y se decide de forma democrática, y los líderes, ¡yo mismo!, nos vemos controlados por lo que decidan los militantes. Además, no sé qué puede tener de malo Rosa… Es una mujer que lleva en política 30 años, y tiene las manos limpias y los bolsillos vacíos. Que se dice pronto, pero no es poca cosa. Además, es una mujer joven por dentro. Tiene una vitalidad, una ilusión, una capacidad de trabajo y una alegría que sorprende gratamente cuando se tiene la oportunidad de tratar con ella directamente.
¿UPyD como un partido de centro? Mire. Nos han dicho de todo. Que si somos de izquierdas, que si somos de derechas… Nosotros decimos que somos un partido transversal, ese eje izquierda-derecha para nosotros hace mucho tiempo que dejó de tener sentido. En UPyD tenemos políticas que pueden parecer de un lado u otro. A nosotros simplemente nos parecen políticas justas.
En cuanto a Ciudadanos, le admitiré que parece estarse quedando con las encuestas, pero no creemos que con los votos de UPyD. Y en el fondo, a nosotros la única encuesta que nos interesa es la de verdad, las elecciones del 22 de marzo. Y ahí lo que cuenta no es la intención de voto medida en una encuesta, mejor o peor hecha, sino el voto en sí.
– Sin mayorías, como prevén todas las encuestas y sondeos, ¿se podrá gobernar en Andalucía tras el 22-M? ¿Se acabó el bipartidismo definitivamente? ¿Qué papel espera y quiere jugar su partido en este nuevo escenario?
Claro que se podrá gobernar una Andalucía sin mayorías. Hay democracias que se gobiernan bien con parlamentos con cuatro o cinco partidos. Lo que no se puede es gobernar por “rodillo electoral” o abusar del poder de forma particularista. El fin del bipartidismo en España va a empezar en Andalucía y es algo de lo que nos alegramos porque es lo que llevamos buscando desde nuestra fundación en 2007.
En cuanto a UPyD, buscamos ser el partido que decida quiénes gobiernan y quienes se aseguren que la política que se haga a partir de ahora sea limpia y transparente. No sucia y opaca.
Vamos a demostrarle a los que piensan que no se pueden hacer las cosas bien que sí que se puede. Vamos a mandar a los corruptos y ladrones a los tribunales. Vamos a velar por que los jueces sean independientes. Y por supuesto, no vamos a pactar ni a apoyar a ningún partido con corruptos o imputados por corrupción en sus filas. Vamos a pactar formas de hacer política, pero no “carguitos”. Vamos a cambiar la Ley Electoral para que sea más justa e igualitaria, como ya defendimos hace un año recogiendo firmas para eso mismo. En suma, vamos a aportar al Parlamento Andaluz todo lo que ya defendemos y hacemos desde la calle.
– Concretando en la Bahía de Cádiz, y en varios de los temas concernientes a la administración andaluza que siguen pendientes: ¿qué me dice de Delphi, de Las Aletas y del tranvía metropolitano?
Empezando por la última. El tranvía metropolitano, si bien necesario para articular mejor las conexiones con San Fernando y Chiclana y quitar así coches de la carretera, es la historia de un despropósito tras otro. El principal y más evidente es lo mal que se ha organizado la obra y lo que se está alargando en el tiempo. Supuestamente el proyecto se debía terminar en 2013, ya ven que estamos metidos en el 15 y la cosa no solo no acaba sino que los costes se incrementan sin parar. ¿Cuántas horas de trabajo se han perdido por culpa de los atascos que han ocasionado las obras? ¿Cuántos negocios se han visto obligados a cerrar por culpa de tener una obra que impedía acceder a ellos a los clientes? Y lo que más nos preocupa, ¿quiénes son los responsables de estos retrasos y encarecimientos de la obra? Es que nos parece ridículo que una obra que a priori no tiene grandes dificultades se haga tan mal. De todas formas, lo primero es que los tribunales se pronuncien…
Rápidamente, por hablar de Delphi. Hace poco tiempo, al cumplirse el primer año de encierro de los trabajadores de Delphi, UPyD quiso mostrar públicamente su solidaridad y apoyo por los trabajadores. Los cuales se han visto ninguneados por la Junta de Andalucía, que dijo que se iba a encargar de ellos.
Finalmente, con respecto a Las Aletas, desde UPyD en 2012 nuestro diputado nacional Carlos Martínez Gorriarán registró una iniciativa en el Congreso de los Diputados pidiendo explicaciones al Gobierno sobre sus intenciones respecto al proyecto industrial, en la cual se hace referencia a la sentencia del Tribunal Supremo de 2009 que anula el proyecto de 2007. Nosotros, respetando las decisiones judiciales, nos atenemos a lo que dictan los tribunales.
– Y vuelvo a leer su programa electoral: en el punto sobre reforma del modelo territorial se incluye el compromiso de impulsar la creación por ley de Áreas Metropolitanas “en aquellas áreas urbanas densamente pobladas e interrelacionadas, siempre que ello suponga una mejor eficiencia en la prestación de los servicios públicos y la gestión territorial, reajustando las competencias de los demás entes territoriales concernidos”. Implica que, con UPyD, la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz ¿tendría realmente utilidad y alguna competencia palpable?
Por supuesto. Las áreas metropolitanas no las hemos inventado nosotros, ni algún catedrático en su despacho. Son algo que ya existe en Estados Unidos, en el Reino Unido o en Alemania. En UPyD tenemos pasión por la eficiencia de la administración. Queremos que no se malgasten recursos que pudieran ser mejor utilizados. Y esto es evidente que ocurre en zonas densamente pobladas como la Bahía de Cádiz. No nos parece normal por ejemplo el que en Puerto Real se tengan que construir de la nada equipamientos públicos que ya existen en San Fernando o en Cádiz. Lo que hace falta es buscar formas de cooperación para que todos podamos acceder a esos equipamientos.
¿Utilidad y competencias? Por supuesto que tiene. Todo lo que sea ahorrar en gastos públicos es útil. Imaginemos que una ciudad tiene una piscina olímpica climatizada. ¿Qué es más eficiente y útil, que la ciudad vecina construya una igual, o que los dos ayuntamientos colaboren para compartir la que ya existe?
En cuanto a las competencias, dependería del Área Metropolitana todo lo que sirviera para poner en uso común los equipamientos y recursos de las ciudades que formaran parte. Sólo se precisaría que las ciudades que formaran parte de estas áreas metropolitanas entregaran parte de sus competencias al nuevo ente.
¿Quiénes salen perdiendo de esto? Pues los malos políticos y los constructores que se benefician de unas obras públicas que muchas veces son innecesarias. ¿Quién sale ganando? Los ciudadanos, que ven como su dinero se utiliza de forma más sensata. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
Recuerden esto los trabajadores Andaluces si votamos al PSOE o a otro cualquier partido todo sera igual o peor. Solo el PP puede poner las bases para crear empleo.
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