Después de un año de ‘impasse’ por la pandemia del coronavirus que obligó a cerrar prácticamente todo el planeta, algunos países que dependían del turismo empiezan a ver la luz gracias al rápido proceso de vacunación en algunos de ellos.
Uno de ellos es España pero, sobre todo, la comunidad autónoma de Andalucía.
Sin embargo, las buenas noticias empiezan a llegar y parece que, aunque el turismo no se recuperará en verano como niveles pre-Covid, pero el proceso de recuperación está ahí y puede que los tres meses estivales de 2021 acaben mucho mejor de lo esperado.
Más del 40% respecto a 2020
Andalucía espera recibir 18,5 millones de turistas en 2021 generando una facturación de entre 14.000 y 15.000 millones de euros, lo que representaría un aumento del 40% en comparación con 2020 cuando el virus estaba en su punto más álgido.
El viceconsejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración, Alejandro Cardenete, lo ha señalado así, confiando en los británicos que están “prácticamente vacunados” y buscan volver a sus destinos habituales, como Andalucía, donde también está muy avanzada la campaña de vacunación masiva. Así, este responsable del Gobierno autonómico califica Andalucía como “un destino seguro”.
Aunque advierte que esta vuelta al turismo al sur no debe darse únicamente en verano, ya que incluso la recuperación se puede llegar a dar durante el segundo semestre.
En 2019, el sector del turismo contribuyó con unos 22 900 millones a la economía, pero con las ayudas gubernamentales ahora disponibles se intenta paliar los efectos de una de las peores crisis de la historia reciente.
En gran medida dependiente del turismo, España vio su economía contraerse en un fuerte 10,8% en 2020, uno de los peores resultados en la eurozona, con su sector turístico clave golpeado por las restricciones de viaje de la pandemia.
Pero en 2021, el segundo destino más popular del mundo después de Francia, ha dicho que espera recibir a 45 millones de viajeros.
A finales de abril, el país solo había contado 1,8 millones de visitantes, según muestran las estadísticas oficiales, aunque los del sector turístico confían en que las cifras aumentarán durante este verano ya en marcha.
España también ha abierto sus puertos a cruceros internacionales poniendo así fin a una prohibición que se implementó por primera vez en marzo de 2020 al comienzo de la crisis sanitaria mundial.
Andalucía: más del 28% de las reservas hoteleras realizadas en España
Andalucía está registrando un incremento en las últimas semanas de su cuota de reservas hoteleras en España, que ya suponen más del 28% del total de reservas realizadas en el país, según anunció el vicepresidente andaluz y consejero de Turismo, Juan Marín.
Al aumento de la cuota de mercado de las reservas hoteleras, se ha sumado el aumento de la cantidad de plazas aéreas ofrecidas por las aerolíneas a los destinos andaluces, que ha alcanzado ya un total de 4,8 millones de plazas entre junio y septiembre, un 87% más que en 2020.
Ante este aumento, mucha gente empieza a buscar cómo poder ir a Andalucía. Por ello, encuentran opiniones de cadenas hoteleras españolas en algunas páginas, como Opinionesespana, que le pueden guiar en esta búsqueda, que realmente puede ser muy fácil.
Este crecimiento, muy superior al de otros destinos españoles, responde al hecho de que la marca ha estado bien posicionada, según Marín; para quien esta reactivación del turismo llevará a la comunidad autónoma a una “relativa normalidad” después de la pandemia.
Según sus previsiones, Andalucía podrá recibir unos 10 millones de viajeros durante el verano y las ocupaciones hoteleras oscilarán entre el 65% en julio y 80% en el mes de agosto.
Un cambio en el turismo
El Covid-19 ha ofrecido una oportunidad poco común, si no única, de abordar los problemas perdurables del turismo.
Desde cómo la gente llega a los destinos hasta cómo se gestiona el turismo dentro de las ciudades, sin mencionar la forma en que sus beneficios y costos se distribuyen a las comunidades locales.
Una de ellas es acabar con el “turismo excesivo”. En general, los gobiernos están más interesados en volver a la normalidad que en pensar en cuánto turismo una región puede permitirse realmente.
Los llamamientos para proponer un modelo más justo y menos explotador han tenido, en el mejor de los casos, una respuesta política muy silenciosa en todo el mundo.