Aunque su origen se remonta hasta los años 90 del siglo pasado, el programa de talento culinario Masterchef se convirtió en un fenómeno hace poco tiempo.
Hoy, se pueden ver diferentes versiones en más de 200 países y sus ganadores han pasado de ser cocineros aficionados a profesionales, al menos la mayor parte de las veces.
Pero este programa no es el único que ha llamado la atención sobre el mundo de la gastronomía. Tampoco es que haya sido el primero, pero después de él se ha hecho patente un aumento por el interés de la audiencia en ver a alguien cocinar. Y también en aprender más acerca de técnicas, ingredientes y detalles relacionados. Hoy, términos como emplatar o mise en place son de uso cotidiano, incluso fuera de las cocinas.
Clientes más informados y exigentes
Ver tantos programas en los que la gente cocina nos está convirtiendo en personas con ciertos conocimientos. Y esto se nota cuando vamos a un restaurante, porque cuando pedimos un risotto tenemos muy claro qué es lo que estamos pidiendo. Y lo mismo podemos decir de cualquier otro plato.
Es cierto que esto lleva a que algunos se consideren expertos de un mundo que es muy complejo, tan solo por no haberse perdido ni un solo programa de televisión o haber hecho un curso. Pero en líneas generales a lo que contribuye es a que haya una mayor demanda de productos de calidad, bien elaborados. Algo que muchos cocineros han tratado de inculcar desde hace años y que por fin parece que se ha conseguido.
Interés por cocinas exóticas
De la mano de estos programas han surgido fusiones de estilos, se han dado a conocer ingredientes nunca antes vistos en algunas partes del mundo y hasta se han puesto de moda ciertos tipos de comida. Hoy, todo el mundo sabe que la cocina oriental es mucho más que el arroz tres delicias y los rollitos de primavera. Que hay muchos matices, tantos que no se pueden descubrir todos en una sola vida.
También se ha hecho necesario contar con traducciones gastronómicas y culinarias. Muchas cocinas importan recetas y productos que no están disponibles en su país de origen. E incluso reciben a clientes extranjeros, atraídos por el deseo de conocer la cocina local.
El sector de la restauración, en alza
Las ganas de probar nuevos platos hace que cada vez más personas salgan a comer fuera. Algo que los profesionales de la hostelería están encantados de aprovechar. Y no solo los establecimientos de mayor categoría, sino también pequeños locales de comida casera tradicional están viendo cómo reciben más clientes que antes.
Eso si. Como hemos mencionado antes, se pide que este sector apueste por productos frescos y de temporada, así como por un cuidado especial en detalles como la presentación. Quienes se esmeran en hacerlo así, son recompensados por los comensales con buenas críticas y recomendaciones, fundamentales en esta era digital, donde se puede llegar al otro lado del mundo gracias a una simple fotografía.
También aumenta el interés por aprender a cocinar
Pero no todo es salir a comer fuera. También se nota un aumento en la demanda de cursos de cocina. Muchos se han aficionado y quieren saber cómo se elaboran las recetas que ven en la televisión, lo que hace que muchos de estos cursos agoten su aforo al poco de haberse lanzado.
Y como no, se buscan nuevos instrumentos para cocinar, por lo que las tiendas especializadas aumentan su demanda. En webs como www.melopidoyo.com se pueden consultar comparativas de electrodomésticos algunos de ellos clásicos y otros que destacan por ser innovadores y haber salido en algún programa de gastronomía.
¿Cuánto durará el “efecto Masterchef”? En realidad, nadie lo sabe. Aunque parece que aún está lejos de que sus efectos dejen de notarse. DIARIO Bahía de Cádiz