La consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía decretó el pasado 15 de agosto una alerta sanitaria por un brote de listeriosis causado por consumo de carne mechada en mal estado, tras comprobar qué producto era el causante del brote (de la marca La Mechá, fabricado por la firma sevillana Magrudis).
Las personas con listeriosis invasiva generalmente presentan síntomas entre una y cuatro semanas después de haber comido alimentos contaminados con listeria; incluso en algunos casos presentan síntomas hasta 70 días después de la exposición. No obstante, también hay casos en que los síntomas aparecen tan temprano como el mismo día de la exposición. El lunes, la misma Junta reconocía que hasta el momento son 56 los hospitalizados en la comunidad autónoma afectados, cinco de ellos en la provincia de Cádiz.
Ante el interés informativo y social que han provocado este brote, el Colegio de Veterinarios de Cádiz ha visto oportuno recordar los consejos que ya divulgaba a principios del verano sobre mantener una alimentación sana “y, ante cualquier duda que el consumo de un producto pueda generar, optar por desecharlo”.
La listeriosis es una infección debida a la bacteria Listeria monocytogenes. Una zoonosis poco frecuente en humanos, pero extremadamente grave, que se produce cuando una persona ingiere alimentos muy contaminados con la bacteria Listeria monocytogenes o L. monocytogenes, y no dispone de suficientes defensas para superar la infección.
La mayoría de los casos de listeriosis humana son esporádicos y la fuente o vía de infección generalmente no se conocen, si bien se considera que los alimentos contaminados son la principal vía de transmisión. Es generalmente una enfermedad leve, que cursa produciendo fiebre y diarrea de manera similar a otras infecciones trasmitidas por alimentos, pero este tipo de infección por listeria es raramente diagnosticado. No obstante, en ciertos grupos de personas como son las mujeres embarazadas, puede causar una afección grave que afecte al feto; también son especialmente sensibles las personas mayores, y los pacientes con el sistema inmunitario debilitado más pueden desarrollar síntomas. Los síntomas que presenta son fiebre, dolores musculares, vómitos o diarreas, rigidez de cuello, confusión y debilidad.
RECOMENDACIONES
Al respecto, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, los veterinarios recuerdan que la estación estival es un periodo propenso para las toxiinfecciones alimentarias debido fundamentalmente al tipo de alimentos que se suele consumir y al cambio de hábitos en las comidas. No obstante, el caso del producto cárnico que ha afectado a cinco personas (de momento) en la provincia gaditana, se debe a que el mismo estaba contaminado.
Precisamente en este último supuesto, este colegio profesional hace de nuevo hincapié en el papel fundamental del veterinario de salud pública a la hora de certificar con su trabajo y control la aptitud de los alimentos para el consumo.
Pese a todo, se realiza un recordatorio de los consejos emitidos dentro de la campaña estival ‘En verano, todos sanos’ del propio Colegio de Veterinarios de Cádiz: elegir alimentos que han sido tratados con técnicas higiénicas; aplicar tratamientos de cocción adecuados; consumir de forma inmediata los alimentos cocinados; recalentarlos de forma uniforme; evitar el contacto de alimentos crudos con cocinados; lavarse bien las manos antes de manipularlos, y entre alimento y alimento; lavar bien las superficies y utensilios que entran en contacto con los alimentos; mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales; o usar agua potable para cualquiera de los usos.
Y de forma específica para la bacteria Listeria monocytogenes que puede reproducirse a temperaturas de refrigeración, “los alimentos ligeramente contaminados pueden adquirir una gran contaminación durante la refrigeración”, se remarca. Este problema es especialmente preocupante cuando los alimentos (por ejemplo, los refrigerados listos para consumir) se comen sin cocción adicional. Por lo tanto, la higiene alimentaria adecuada es importante, sobre todo para las personas en situación de riesgo.
Por ello se recomienda que para el consumo de alimentos que no necesitan cocinado (charcutería, vegetales crudos, quesos…) “una higiene extrema y su consumo inmediato”. De igual forma para los cocinados y además para éstos si se han almacenados, “realizar siempre una regeneración (recalentamiento a mas de 70 grados)”.