Este sindicato reclama a la Junta de Andalucía de derechas que aplique su Ley de la Memoria Histórica y Democrática cambiando los nombres de los centros que conservan todavía referencias franquistas. Entre los 40 que tiene localizados en toda la comunidad, hay siete en Cádiz y de ellos hasta cinco entre la capital y Jerez.
Aprovechando la exhumación del dictador jerezano Miguel Primo de Rivera y fundador de la Falange del Valle de los Caídos, en cumplimiento de la ley de Memoria Democrática, Ustea ha querido recordarle a la Junta de Andalucía, con gobierno de derechas, que también debe cumplir la ley, por ejemplo con los más de cuarenta colegios que en la comunidad autónoma conservan nombres franquistas; de ellos, este sindicato tiene localizados hasta siete en la provincia de Cádiz.
“Esa dignificación de nuestra democracia todavía no ha llegado a todos los centros educativos andaluces, ya que todavía muchos de ellos llevan nombre de personas vinculadas a la dictadura pasada. Resulta incongruente que eduquemos a nuestros hijos, transmitiéndole valores como el respeto, la igualdad, la democracia, etc. en centros que llevan el nombre de personas que atentaron contra dichos valores”, lamenta Ustea en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Pero es que además, hace unas semanas el mismo Defensor del Pueblo Andaluz ha vuelto a apremiar a la Junta a rebautizar los centros educativos con nombre contrarios a la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía.
Ustea recuerda que la administración gobernada por el PP creo hace años “una supuesta comisión de expertos” para evaluar la existencia de centros educativos cuya denominación pudiera ser contraria a ley, y la actual consejera de Educación que por entonces lo era de Cultura, Patricia del Pozo, “justificó que nunca se reuniera ya que en la anterior legislatura tenían mucho trabajo”. En la actual, ironiza el sindicato, “se ve que entre tantos actos electorales, religiosos, festivos y de todo tipo que difunde cada día en sus redes sociales, tampoco tendrá tiempo para ponerle a los centros educativos nombres democráticos que no exalten a personas vinculadas a la dictadura pasada”.
“Exigimos a la Junta que deje de amparar nombres franquistas y demuestre que son demócratas en los hechos y en las formas y de una vez por todas cambien los nombres de estos centros educativos”, se apostilla.
LOS CASOS FRANQUISTAS EN CÁDIZ
En la provincia gaditana, Ustea encuentra hasta siete colegios e institutos públicos con nombres con vinculación franquista. En la capital localiza dos: los CEIP Carola Ribed y Josefina Pacual.
En el primer caso, Carola Ribed fue mujer de Carlos María Rodríguez de Valcárcel y Nebreda, quien durante la dictadura ocupó puestos relevantes, como jefe nacional del sindicato estudiantes universitario a nombramiento de Primo de Rivera o gobernador civil de Cádiz. Bajo su patrocinio surgió el llamado ‘Círculo Nosotros’, pequeño grupo formado por falangistas camisas viejas que suspiraban por el establecimiento de una Falange pura. Y sobre Josefina Pacual, se repasa que en 1934 fue directora de la Escuela Normal de Magisterio Primario, que durante la dictadura se dividió en una sección masculina y otra femenina. Una persona muy allegada a Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de Falange, quien la propuso para el cargo.
Por otro lado, en Jerez se contabilizan hasta tres centros que este sindicato exige cambiar de nombre: el IES Francisco Romero Vargas, quien en 1948 fue nombrado síndico del Ayuntamiento de Jerez durante el franquismo; el CEIP Federico Mayo, capitán del Arma de Ingenieros del cuartel del generalísimo durante la Guerra Civil, Jefe de la Obra Sindical del Hogar y Director General de la Vivienda; y el colegio privado CDP Manuel Lora Tamayo, quien fuera ministro de Educación Nacional, un departamento de tiempos de la dictadura fascista con competencias en materia de educación y por un tiempo también en materia de cultura, prensa, censura y propaganda.
Ya más allá de la Bahía mancomunada, hay casos en La Línea de la Concepción, con un centro cuya denominación hace referencia a Camilo Menéndez Tolosa, ministro de Franco conocido por haberse dedicado tras el golpe de Estado de 1936 a la persecución de miles de fugitivos por los montes asturianos aplicando con dureza la política de exterminio: “para burlar la Ley, al centro se le cambio oficialmente el nombre de IES Menédez Tolosa, suprimiendo el primer apellido y llamándolo solo IES Tolosa”.
Y en Ubrique se señala al CEIP Víctor de la Serna y Espina, que recuerda a este escritor y periodista representante de una literatura propagandística caracterizada por su ensalzamiento del régimen franquista y de su modelo social y cultural. Amigo personal del nazi argentino Carlos Fuldner De la Serna lo protegió durante su estancia en España como al también nazi Otto Skorzeny.