Desde 2019, con la llegada de un gobierno de derechas a la Junta de Andalucía con Moreno Bonilla de presidente, la red de centros públicos en toda la comunidad autónoma ha perdido 1.943 clases, “mientras la enseñanza privada-concertada mantiene su oferta intacta y el presupuesto en conciertos para 2024 superará los 1.000 millones de euros”, aseguran desde Ustea, que añaden que sólo con respecto al curso pasado se han recortado 486 en Infantil y Primaria.
Frente al modelo de promoción y sobrefinanciación de la enseñanza concertada, este sindicato vuelve a reclamar el blindaje de la educación pública, la recuperación de las unidades escolares suprimidas, un aumento de las plantillas y una bajada de ratio, como alternativa a estos recortes.
En el caso concreto de la provincia de Cádiz, es la segunda más castigada de Andalucía por las supresiones con 101 grupos menos este curso 2023/2024: “se han creado 68 unidades y se han suprimido 154; son 86 grupos, si bien las elevamos a 101 al restar de las nuevas las aulas de educación especial, que no son aulas grupales como tal sino aulas de atención personal y limitada a tiempos y alumnado concreto por especialistas”.
Repasando (a partir de datos publicados recientemente en el BOJA) las localidades más pobladas de la Bahía de Cádiz, en la capital se han eliminado ocho unidades frente a las dos que se han creado (por lo que hay seis aulas menos en la pública); en Jerez se registran 17 menos (se han recortado 24 y a la vez creado solo 7); en San Fernando, hasta 13 menos (se han suprimido 14 y creado 1); en El Puerto, 12 menos (16 eliminadas y 4 creadas); y en Chiclana, otras 13 aulas menos (14 suprimidas y 1 nueva).
“No nos cansaremos de denunciar estas supresiones como un ERTE público encubierto que afecta al personal interino de manera directa e indirectamente a los funcionarios de carrera que reducen sus posibilidades de movilidad, curso tras curso”, apostillan desde Ustea en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
En este punto, el sindicato lamenta la tergiversación de las cifras que difunde la ahora llamada consejería de Desarrollo Educativo y FP, “muy dada al bombo y platillo”: “ofrece unos datos muy diferentes a los que se han publicado oficialmente en el BOJA, destacando sus responsables para este curso un incremento neto de 41 aulas entre Infantil, Primaria, Bachillerato, FP y la Educación Especial y un crecimiento de 1.053 aulas respecto a 2018”. Estas cifras incluyen a la Formación Profesional, “unas enseñanzas que viven un momento de enorme expansión” y “ocultan el hecho de que Moreno Bonilla ha recortado casi 2.000 clases de Infantil, Primaria y Secundaria en los colegios e institutos públicos de toda Andalucía”.
El argumento que repiten desde la consejería para defender sus recortes es el descenso de la natalidad, “aunque no se explica que este mismo fenómeno no afecte a los centros privados concertados que mantienen su oferta intacta desde hace años, a menos que tengan una bola de cristal y sepan que los no nacidos iban a solicitar sólo centros públicos”, se deja caer.
Para Ustea, sin embargo, el cierre de unidades públicas “es una apuesta política por un determinado modelo de educación que supone la extensión de los conciertos educativos”. Así, en los presupuestos del próximo año que están a punto de aprobarse, el gasto en conciertos superará los 1.000 millones de euros por primera vez en la historia, “como declaró orgullosa la propia consejera Patricia del Pozo recientemente en el Parlamento”.
ALEGRÍA POR EL AUMENTO DE AULAS ESPECÍFICAS, “UNA NECESIDAD ACUCIANTE”
En el lado opuesto, este sindicato sí se alegra del aumento de aulas específicas y aulas de educación básica especial de apoyo a la integración, concretamente 14. Aquí vuelve a darse la paradoja que todas estas aulas se han creado en centros públicos, “los cuales están encantados de recibir y atender al alumnado con necesidades educativas específicas (NEE)”. No obstante, “parece ser que en la escuela concertada la Junta no quiere a este alumnado pues aunque hay contadas peticiones por parte de estos centros, no se les ha concedido ninguna aula”.
“Desde Ustea Cádiz -se apostilla- estaremos vigilantes para que este alumnado NEE, más que ninguno por su vulnerabilidad, cuente con los recursos personales y materiales suficientes y reconocidos por la propia administración en sus dictámenes de escolarización”.
En esta línea, y valorando el esfuerzo de los servicios de Ordenación Educativa y Planificación, “es reseñable la creación de siete aulas específicas en la provincia”. Necesidad que “era acuciante, por la sobrerratio preexistente y el desbordamiento este curso por cambios de modalidad de escolarización”.