Con la misión de “proteger a los turistas nacionales e internacionales que elijan nuestro territorio como destino vacacional”, unos 2.000 agentes de Policía Nacional y de Guardia Civil se despliegan en la provincia de Cádiz, desde el pasado 1 de julio y hasta el 31 de agosto.
Entre los objetivos del dispositivo policial está incrementar la vigilancia y control preventivo en vías de comunicación urbanas e interurbanas, estaciones, puertos, aeropuertos, hoteles, playas y campings, así como cuando se celebren acontecimientos de todo tipo que impliquen una gran concentración de personas.
Además, este verano en plena pandemia del coronavirus, los agentes de ambos cuerpos “velarán por el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias”. Entre otras misiones, garantizarán la distancia social en los espacios públicos de acceso, tránsito o estancia y en los medios de transporte, así como el uso de la mascarilla cuando sea obligatorio o no sea posible guardar la separación de seguridad.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, ha destacado “el esfuerzo, un año más”, del Gobierno de España, por garantizar la seguridad en el verano gaditano, “para consolidarnos como un destino turístico de referencia, reduciendo al máximo la actividad delictiva, y previniendo la expansión del Covid-19”.
Respecto a este último objetivo, incide en que “además de las medidas puestas en marcha desde las instituciones, es fundamental la responsabilidad individual. Para ello es primordial el uso de mascarillas, el mantenimiento de la distancia interpersonal y la higiene continua, especialmente de manos”.
Respecto a esta Operación Verano 2020 activada por el Ministerio del Interior, corresponde a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz asegurar y supervisar la puesta en marcha y el posterior desarrollo del plan en la provincia, así como preparar con las autoridades locales la puesta en marcha de los dispositivos operativos conjuntos o complementarios con las policías locales que sean necesarios para incrementar la seguridad ciudadana en las zonas más turísticas.
El despliegue policial, se apunta, se verá complementado con el Plan Turismo Seguro, que pretende evitar la actividad delictiva específica que pueden sufrir los turistas, ya sean nacionales y extranjeros, tanto en sus estancias vacacionales o de ocio como en los viajes de ida o regreso de los mismos.
Para ello, la Subdelegación ha intensificado los planes preventivos frente a la delincuencia itinerante y a los robos en viviendas, que pueden incrementarse, tanto por la ocupación de apartamentos turísticos como por el previsible aumento de la duración de la estancia de ciudadanos nacionales en sus segundas residencias tras los pasados meses de confinamiento.
Este dispositivo prestará además especial atención a un posible incremento de las ciberestafas, dado el considerable crecimiento del uso de internet para reservar alojamientos o contratar paquetes de viaje.