Cuando hay un bebé en casa tener un buen termómetro se convierte en un imprescindible. En muchas ocasiones tendremos la necesidad de saber la temperatura de nuestro pequeño para conocer su estado de salud. Es entonces cuando surge la gran pregunta: ¿cuál es el mejor termómetro para tu bebé? Vamos a ver los diferentes termómetros que podemos encontrar en el mercado y a resolver todas tus dudas.
El de oído y frente (termómetro por infrarrojos)
Este tipo de termómetros serían los más cómodos y fáciles de usar pero la realidad es que los papás suelen quejarse de que dan lecturas que no son todo lo exactas que les gustarían. Ahora bien, si sabemos elegir y nos dejamos aconsejar por expertos y usuarios, puede que se conviertan en nuestra mejor opción.
Están fabricados con un novedoso sistema que funciona mediante infrarrojos. Si tomamos la temperatura en el oído la lee por la energía que emite el tímpano, si lo hacemos en la frente por la que emite la piel. Su indicador luminoso y sonoro nos serán de gran ayuda para saber que el resultado ya está disponible.
El termómetro digital
Estamos ante un aparato que toma la temperatura de forma rápida y que además, tiene una fiabilidad muy alta frente a otro tipo de termómetros.
Son resistentes y tienen un indicador sonoro que nos avisa cuando la temperatura está en su puntuación más alta. Antes de comprarlo tenemos que fijarnos en que su punta sea flexible, de ese modo nos facilitará mucho la toma de temperatura.
En bebés es fácil tomar la temperatura de forma rectal pero debemos tener en cuenta que al hacerlo de esta forma le restaremos 0,5 grados centígrados al resultado final.
Cuando los niños son más grandes se puede tomar la medición en la boca y/o la axila, siendo la menos recomendable la oral, ya que podemos exponerlos a infecciones y la medición puede variar dependiendo de las últimas comidas o bebidas ingeridas.
El que viene en el chupete
Hace unos años se convirtieron en una tremenda novedad. Parecía genial la idea de que con tan solo ponerle el chupete a tu bebé pudieras saber la temperatura exacta a la que se encontraba. Pero la realidad es que no han resultado demasiado fiables y que la experiencia de los usuarios no han sido precisamente positivas. Es por eso que este tipo de termómetros no han llegado a triunfar como novedad en el mercado.
El de mercurio
Podríamos decir que este es el termómetro de toda la vida, pero no por ello estamos ante el mejor. Están fabricados con un conducto interior que contiene mercurio. Por suerte han sido retirados del mercado ya que el mercurio es una sustancia tóxica que puede afectar negativamente a nuestra salud.
Si aún dispones de uno por casa puedes seguir usándolo pero si se rompe lo recomendable es que retires el mercurio sin tocarlo con las manos (ayúdate de un papel o cinta adhesiva). Mételo en un recipiente (nunca metálico) y llévalo a una planta de reciclaje para que se deseche como residuo especial. DIARIO Bahía de Cádiz