Hace muchos años, mi mujer y yo decidimos tener nuestro primer hijo. Si sois padres, ya sabréis lo que ocurrió entonces, o si estáis pensando en serlo pronto, os lo contamos: dije adiós a las salidas de casa, adiós a las cañas con los amigos en el bar y dije hola a las innumerables noches sin dormir… Por eso me reí cuando mi mejor nos contó que sería padre dentro de poco. Esto fue hace unos pocos años. “Ya verás, ya…”, pensé.
Sin embargo, le subrayé que la experiencia de ser padre es, con diferencia, lo mejor que ha podido pasarme en mi vida. Hace que te preocupes de cosas de las que antes no te preocupabas (si tú te saltabas una comida no pasaba nada, pero no puedes saltarte la comida de tu bebé por nada del mundo), que sientas o pienses cosas que antes no pensabas (que salir con tus amigos un sábado era “sagrado”, pero darte cuenta de que pasar ese sábado con tu bebé sí es sagrado). Pero claro, luego vienen los gastos. Porque para qué mentir, tener un bebé es caro. Pañales, comida, cochecito de bebé, ropa (¡cuánta ropa!), accesorios… y cuando mi amigo me dijo que no “nadaba en dinero” precisamente, decidí prestarle algunas cosas que mi mujer y yo habíamos comprado pero que estaban realmente nuevas.
Hagamos un cálculo rápido y por encima para poder entender lo anteriormente dicho (sólo haré el cálculo para el primer año, y no sé si es lo mejor o lo peor): pañales, unos 600 euros; ropa. 1.200 euros; guardería, 1.200 más o menos; cuna y carrito, 600 euros; alimentación, 1.400 euros; cochecito, entre 500 y 600 euros; vacunas, 500 euros… ¿El resultado? 6.000 euros yendo por lo bajo. Sí, al menos hasta el primer año (aunque las vacunas se van a seguir administrando después también).
Y es que, aunque creamos que todo lo que le compramos a nuestro bebé es necesario y le daremos muchísimo uso, no es así. Seamos realistas: casi todo (excluyendo la alimentación, la ropa, los pañales y las vacunas, refiriéndome sólo a los accesorios) lo que compremos para él sólo lo usaremos los primeros meses.
Pero hay algo de lo que podemos prescindir, y aunque sea poco, serán unos 500 euros de los que nos olvidaremos y nos ayudarán. Hablo del rey de reyes, el objeto más común en los padres novatos y lo primero que se nos pasa al pensar en bebés: el carrito del bebé.
Sí, ese aparato que sirve para pasear a nuestro hijo o hija (realmente sirve para más, pero es para lo que todos lo compramos), que nos costó más de 500 euros y que al final el bebé no quiere ir en él. Vamos con el carrito vacío y lo llevamos a él en brazos.
¿cómo ahorro en el cochecito del bebé?
Hay tres formas de comprar (o no) un carrito de bebé barato:
1. Que te lo regalen. Te saldrá gratis, vamos. A los padres primerizos les dan bastantes regalos y si no os han dado sólo un montón de ropa, quizá entre esos regalos haya un carrito de bebé.
2. Que te lo presten. De esta manera también te saldrá gratis. Como hicimos mi mujer y yo con nuestro amigo, puedes pedirle a los tuyos que tengan hijos que te presten el cochecito. Seguramente estará nuevo, así que no tendrías que preocuparte de desperfectos, y quién sabe, puede que te presten más cosas.
3. Buscar y comprarlo barato. Si no hay otra manera, te tocará comprarlo. Pero tú serás inteligente y lo buscarás barato, hasta puede que de segunda mano. Un carrito de bebé de segunda mano puede costar sobre 200 euros, entre ese rango, más o menos. Aunque si prefieres ir a lo seguro y comprar uno nuevo, puedes buscar alguno a buen precio (que los hay, sólo tienes que buscar).
En BebeStyle tienes los cochecitos de bebé baratos desde 235 euros, es una tienda online que se dedica exclusivamente a los artículos de bebés, por lo que van a poder darte un buen asesoramiento personalizado, todos los productos están homologados en España y para más seguridad todas sus empleadas son madres, así que saben perfectamente lo que realmente vas a necesitar; también puedes comprar en Amazon donde puedes buscar por tu cuenta. En cualquier caso, el punto es saber buscar.
Finalmente, mi mejor amigo y su mujer tuvieron un hijo sano y todo salió bien. Pero todavía me acuerdo de esta pequeña anécdota pues gastaron mucho dinero en cosas que no usaron, y lo peor es que cuando pudieron, compraron un carrito a estrenar para el bebé. Y ahí está, nuevo. DIARIO Bahía de Cádiz
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