El juego online es una de las elecciones más habituales entre la población española en el momento de ocupar su tiempo libre. Según datos oficiales, más de un millón de personas acude a plataformas del casino en línea de forma regular a lo largo del mes para realizar algunas de las actividades que estas comprenden.
Y es que el sector vivió una gran revolución durante el cambio de siglo, pasando de los locales físicos a las páginas web, y ha seguido demostrando estar más que acostumbrado a adoptar las nuevas tecnologías que aparecen.
A continuación, repasamos algunas de las tendencias emergentes que pueden llegar a marcar otra época histórica de esta industria en caso de llegar a consolidarse entre el gran público.
Adaptabilidad total del contenido
Uno de los cambios destacados del pasado fue, sin duda alguna, la presencia en todo tipo de dispositivos inteligentes. En los tiempos actuales, esta oferta de ocio dispone de sus contenidos de una manera adaptable tanto en teléfono móvil, ordenador o tableta. De este modo, se ganó en accesibilidad, permitiendo así poder celebrar una partida de cualquier modalidad de la roulette, así como de cualquier otro tipo de juego, solo con disponer de conexión a internet, sin contemplar las circunstancias de tiempo o ubicación del usuario.
Aun así, hay quienes esperan que en un futuro las posibilidades del catálogo consigan optimizarse todavía más para las pequeñas pantallas, que desde hace algunos años se han convertido en el método favorito por parte de los aficionados cuando deciden de establecer conexión. Además de una mejora en la experiencia para smartphone, mediante aplicaciones y aprovechando todas las prestaciones del aparato, también se existe cierta expectación sobre cómo se dará el paso definitivo a los televisores inteligentes y a la realidad virtual.
Jugar con la realidad digital
Una de las fórmulas que ya se están testando por parte de algunas compañías con ejemplos de muestra es el uso de dispositivos de RV. Los juegos de casino ya se han integrado en algunos escenarios del metaverso, siendo un elemento más de ocio dentro de este mundo virtual e inmersivo que tiene como principal meta presentar una realidad digital, con total libertad de movimientos y vivir unas sensaciones parecidas a las de los establecimientos físicos. Aunque la idea a priori es atractiva, es clave para su éxito que sea abrazada por los jugadores.
Algo más habitual, sobre todo a través de los móviles, es la experiencia con la realidad aumentada. En los últimos años, y fuera del sector, son varias las aplicaciones que ya proponen esta combinación entre lo que captura la cámara y la introducción de elementos digitales. De entrada, es una manera menos impactante de introducir una nueva tecnología, y puede convertirse en el paso intermedio entre la situación actual y la consolidación de la realidad virtual. Ver sobreimpresas las cartas o la ruleta en la pantalla son dos escenarios futuros.
Personalizar la vivencia
Dos de los aspectos tecnológicos más presentes en esta industria, así como en muchas otras, son la inteligencia artificial y el big data. Cada plataforma genera una infinidad de información y con las herramientas actuales es más sencillo que nunca poder sacar conclusiones sobre qué busca realmente el cliente. A partir de aquí, parte de la oferta puede modificarse ligeramente para que se adecúe mejor a sus gustos específicos, ya sea una ambientación en concreto en las slots, incorporar el 3D en la ruleta o añadir más interacción con el crupier en el blackjack.
Al mismo tiempo, y alejado del catálogo de juegos como tal, encontramos otras formas de expresar esa personalización según el perfil del usuario. Una de las que ya se deja ver con creces hoy en día son las promociones hechas a medida, como bonos de bienvenida o premios a la fidelidad.
Por otro lado, se pueden lanzar recomendaciones que tengan en cuenta el gusto y las preferencias de un grupo de aficionados de un mismo perfil o adoptar nuevos métodos de pago que van al alza, como algunos casos ya se contemplan, como las monedas virtuales o los NFT.