Las viviendas que cuentas con dos o más plantas, incluidas las comunidades de propietarios suponen un gran reto para la accesibilidad de personas mayores y personas con problemas de movilidad y autonomía. En este sentido, la legislación ha avanzado para facilitar al máximo el acceso cómodo e independiente a cualquier punto. De ahí que incluso existan ayudas para que las comunidades de vecinos que aún no disponen de sillas salvaescaleras y plataformas elevadoras homologadas acceden a los precios de mercado y cumplan con la legalidad vigente.
Qué es una silla salvaescalera
Uno de los sistemas más populares, tanto por precio como por seguridad, son las sillas salvaescaleras. Gracias a estos salvaescaleras, las personas con problemas de movilidad pueden superar escaleras de acceso a los rellanos o la propia vivienda, sin tener que realizar excesivas obras de adaptación del entorno, a diferencia de lo que supondría la instalación de un ascensor privado.
En las comunidades de propietarios, los salvaescaleras son una magnífica solución cuando la disposición estructural del edificio no permite la mejora que supondría para el valor del inmueble instalar el ascensor comunitario.
Con este sistema, la persona solo tiene que sentarse en el asiento correspondiente, accionar el mecanismo y en un tiempo récord conseguirá estar al otro lado de la barrera de movilidad que le impide mantener una actividad vital plenamente normal. La instalación que exige este tipo de mecanismos de accesibilidad para problemas de movilidad es rápida y en la mayoría de las viviendas y comunidades de propietarios no requiere tan siquiera de obra más allá de la instalación de la silla y el mecanismo eléctrico asociado.
Las plataformas salvaescaleras, otra posibilidad
Si bien las sillas salvaescaleras copan la mayoría de demandas de instalación, como explica simotec, en los últimos años se han extendido otros sistemas de accesibilidad para viviendas como las plataformas salvaescaleras. Estas se han diseñado con un objetivo muy concreto: se utilizadas por personas que utilizan habitualmente la silla de ruedas o andadores.
Las plataformas elevadoras permiten trasladar de una planta a otra a las personas de forma segura y sin tener que depender de una segunda persona que suba la silla o el andador.
Para ello las personas sólo tienen que acceder a dicha plataforma, colocarse encima de forma segura, y accionar el mecanismo que hace que la estructura de ascenso/descenso lo deposite a la altura correspondiente garantizando su seguridad. De ahí que la mayoría de estos sistemas utilicen velocidades lentas que aseguren una transición de altura lo menos oscilante posible para el usuario.
Elevadores de corto recorrido para comunidades de vecinos o locales públicos
Junto con las sillas salvaescaleras y las plataformas, las empresas de instalación de soluciones de movilidad también trabajan los elevadores de corto recorrido, un producto más claramente enfocado para el uso en comunidades de vecinos y locales públicos y privados.
Su diseño permite salvar los pequeños desniveles que no puede superar una persona con cualquier problema de movilidad, como por ejemplo las sillas de rueda.
Visualmente tienen mucho parecido con los ascensores tradicionales. La diferencia con estos radica en que sus medidas son muy reducidas y están pensados para utilizarse en distancias cortas hasta un máximo de 3 metros.
A su favor cuentan con un proceso de instalación mucho más asequible incluso para aquellas comunidades de vecinos o locales donde no hay mucho espacio, además de ser más económicos en cuanto a desembolso inicial.
Por otra parte, el mantenimiento real que demanda este tipo de solución de movilidad comunitaria es mínimo respecto a sus homólogos tradicionales. Su uso es muy similar, aunque quienes lo han probado ya aseguran que la sensación de claustrofobia para personas con esta aprensión es menor.
Precios de los salvaescaleras, plataformas y elevadores
¿Cuánto cuesta instalar una silla elevadora en una vivienda? Los expertos de Simotec explican que el precio final de cada instalación depende de las obras e intervenciones que demanda, del modelo seleccionado y de la propia empresas instaladora.
El precio medio de una silla salvaescaleras actualmente ronda entre los 2.000 euros de las opciones más baratas a los 9.000 euros cuando la intervención es más especializada. Con todo, los especialistas recuerdan que en muchas comunidades autónomas existen ayudas a la rehabilitación de vivienda antigua que permite presentar este gasto como tal y conseguir de esta forma o bien salga completamente gratis o a un precio ínfimo.
En el caso de las plataformas elevadoras para silla de ruedas el precio sube ligeramente, ya que el mecanismo debe soportar mayor peso y resulta más complejo. En este caso, explican desde la empresa, los precios se sitúan en una media de 5.500 euros, que para una vivienda particular es un fuerte desembolso pero que resulta asequible para comunidades de propietarios.
Por último, en cuanto al precio de los ascensores de corto recorrido dependerá exclusivamente de la intervención, por lo que no existe un baremo medio indicativo.