La Diputación de Cádiz ya tiene nuevo presidente, el octavo desde el fin de la dictadura franquista y el primero campogibraltareño. La socialista Irene García, en el cargo desde mediados de 2015 y que tras las elecciones del 19-J en unos días se incorporará como diputada al Parlamento de Andalucía (ambas responsabilidades son incompatibles), deja su silla a Juan Carlos Ruiz Boix, en el presente mandato diputado provincial al frente del área de Hacienda, además de alcalde de San Roque y secretario general del PSOE provincial.
Este viernes se ha celebrado un pleno extraordinario para escenificar la despedida de García (que ha hecho historia al ser la primera mujer presidenta de la institución) y la llegada de su sucesor, que ha sido elegido (por voto secreto en urna) como nuevo presidente de la Corporación provincial sin unanimidad: 16 a favor (que es la suma de los representantes de PSOE y La Línea 100×100, que conforman el actual Gobierno provincial), 10 en blanco y cuatro abstenciones.
A la sesión plenaria han asistido autoridades civiles y militares, representantes parlamentarios de la provincia de Cádiz, varios alcaldes, agentes económicos y sociales y el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández. Tampoco se ha perdido el acto el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas.
“UN PUNTO Y SEGUIDO”
En su discurso de investidura, Ruiz Boix ha manifestado que la etapa que ahora se abre (apenas queda un año para finalizar el mandato) será “un punto y seguido” en relación a las grandes líneas estratégicas que se adoptaron en el año 2015, cuando llegaba a la presidencia Irene García, tras cuatro años con la derecha gobernando en la institución; si bien “esta continuidad no debe ser entendida como una inercia autocomplaciente”. Parte por tanto de una base sustentada por “principios progresistas, que han permitido situar a esta Diputación como motor del desarrollo económico y social de todos los territorios que conforman nuestra provincia”.
Así, el flamante presidente considera que el paro persiste como “principal problema de esta tierra”, por lo que desde la institución provincial se insistirá en combatirlo a través de instrumentos como el Plan de Cooperación Local, el Plan Provincial de Obras y Servicios (ambos centrado en los pueblos), el plan Dipu-Inver (que beneficia a todas las localidades, pequeñas y grandes), así como las iniciativas Dipuemplea y Dipuform@.
Además, ha valorado la capacidad del Consejo de Alcaldías como foro de interlocución y participación de los ayuntamientos, y ha anunciado que “redoblaremos esfuerzos para dotar de los fondos necesarios aquellas políticas sociales que apuntalan nuestro Estado del Bienestar”.
Por otro lado, el también líder del PSOE en la provincia ha anticipado que ejercerá “una presidencia dialogante, que cultive la cooperación con todas las administraciones públicas en defensa de los intereses de la provincia”. Lealtad que, en todo caso, será “exigente” ante los gobiernos de España y de Andalucía tal como “demanda la sociedad conformada por los 45 municipios gaditanos”.
En esta misma perorata, según se traslada a DIARIO Bahía de Cádiz, ha ofrecido su “mano tendida” a los agentes económicos y sociales, y a los partidos de la oposición para confluir en un objetivo compartido: superar los momentos difíciles y convulsos que actualmente se afrontan, tras una pandemia de efectos devastadores, y una tragedia humanitaria como la guerra en Ucrania que, entre otras consecuencias, están suponiendo un importante alza de la inflación y pérdida de poder adquisitivo.
En esa tesitura, Ruiz Boix considera que “debemos estar a la altura de los retos a los que nos enfrentamos”, prescindiendo “del derrotismo y fomentando y fortaleciendo los valores de la provincia de Cádiz: una tierra diversa, pujante y reconocida no sólo por su atractivo turístico y la riqueza de su patrimonio cultural, gastronómico o medioambiental, sino también por su carácter emprendedor y por estar a la vanguardia en diversos sectores productivos, especialmente aquellos sobre los que debe pivotar en el futuro un nuevo modelo de desarrollo económico”.
En este punto, se ha aferrado a la “esperanza” de la bajada del paro “con la aplicación de la reforma laboral” o la esperada llegada de los fondos europeos Next Generation. Para el nuevo presidente de la Diputación gaditana, el impulso a las energías renovables, el desarrollo de la Agenda Urbana 2030, las plataformas logísticas, la defensa de sectores estratégicos como la agricultura, la ganadería o la pesca, el turismo, el vino del Marco de Jerez, la piel de Ubrique o la flor cortada de Chipiona… son algunos de los baluartes económicos de nuestra tierra que deben cimentar esa senda de recuperación.
En su discurso también ha subrayado que no se concederá “ni un paso atrás” a las políticas de “justicia social” que entiende que han caracterizado a la Diputación en los últimos tiempos, situando en este ámbito a la lucha contra la violencia de género, las políticas de igualdad y la recuperación de la memoria histórica.
Finalmente, añadía en su exposición que, con su investidura, se produce un estreno: ser la primera persona del Campo de Gibraltar en liderar la institución provincial. En referencia a su comarca de origen ha destacado dos necesidades de “urgente solución”: la conexión ferroviaria, que requiere el puerto de la Bahía de Algeciras, y la Zona de Prosperidad Compartida que debe desterrar las amenazas del Brexit.
Asimismo, en su discurso incluía referencias a representantes públicos: al presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas, con quien ha confirmado la predisposición a trabajar “por el progreso de la provincia”; al rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Piniella, para “desencallar” el proyecto de Valcárcel; y por su puesto a su antecesora en el cargo, Irene García, con quien ha compartido un proyecto político gestado hace una década: “muchas gracias por tu legado, por tu forma de entender y ejercer la presidencia. Hoy cierras una etapa brillante en esta institución y estoy convencido de que tu impronta también se hará notar con inmediatez en el Parlamento de Andalucía y en la política regional”.
MANO TENDIDA DESDE LA OPOSICIÓN
Los portavoces de los distintos grupos políticos pudieron intervenir tanto en la despedida de García como en la investidura de Ruiz Boix; valorando la impronta que dejan los siete años de mandato de la sanluqueña, y deseando suerte y aciertos y mano tendida al nuevo titular de la Diputación.
El portavoz del PP, principal partido de la oposición y expresidente, José Loaiza, más allá de demandar “unidad” y que ejerza de “presidente de todos los gaditanos, presidente de todos los acaldes con independencia de su color político”, ha dejado en esta mañana las palabras más desagradables, reprochándole su tono como diputado “agrio en sus debates”. Por su lado, representando a Adelante Cádiz, el alcalde de la capital José María González ‘Kichi’ ha deseado a Ruiz Boix “que tengas izada siempre la bandera de todos los municipios en tu corazón, porque tenemos por delante un gran trabajo”.
Mientras, la única diputada de Ciudadanos, Estefanía Brazo, ha confiado en que se siga desde el Gobierno provincial con el entendimiento y concordia a pesar de las diferencias; desde AxSí, su portavoz y alcalde de Barbate, Juan Molina, sólo espera una “labor continuista”; y la portavoz de IU, Carmen Álvarez, ha dejado patente “la mano tendida” de su grupo, “así como el trabajo en positivo y la presentación de propuestas para el mejor funcionamiento de nuestros pueblos”. Además, desde La Línea 100×100, el alcalde linense Juan Franco se ha centrado en recordar a Ruiz Box que el Campo de Gibraltar que ambos conocen bien “es una comarca con problemas específicos”.
GARCÍA SE VA PONIENDO EN VALOR EL “PODER MUNICIPAL”
Este pleno extraordinario se iniciaba con la toma de conocimiento de la renuncia de la anterior presidenta. Así, Irene García podía despedirse de la Corporación mostrando un balance “muy positivo”, en el que “al menos el 80% de los asuntos de gestión” del Ejecutivo provincial se han aprobado por unanimidad, según ha valorado.
En su intervención, la socialista ha incidido en que su empeño desde el principio ha estado puesto en que la institución fuera “útil para la ciudadanía” de toda la provincia; y ha realizado una defensa a ultranza de las entidades locales, de un “poder municipal” que pese a demostrar reiteradamente su capacidad de gestión “sigue lastrado por demasiadas tutelas”.
Y ha vuelto a agradecer la implicación de ayuntamientos, instituciones y del personal de una entidad como la Diputación que es “imprescindible”.
Irene García iniciaba su vida política institucional como concejala de la oposición en el Ayuntamiento de Sanlúcar, en 2003; en ese mismo año ya se colaba como diputada provincial, encargada además del área de Cultura en el primer mandato de Francisco González Cabaña. Entre 2007 y 2013 llegó a ser alcaldesa de su localidad y desde mediados de 2015 ha sido presidenta de la Diputación. Además, en puestos orgánicos, entre 2012 y finales de 2021 ha sido secretaria general de los socialistas gaditanos, y en las recientes elecciones andaluzas ha encabezado la candidatura de su partido por la provincia.