Los índices de seguridad de los que goza una vivienda son un elemento esencial en los propios estándares de bienestar de los inquilinos. Por extraño que pueda parecer, hay ciertos componentes a nivel constructivo que ponen en tela de juicio la salud de los residentes del lugar. El caso más evidente de esta realidad es el amianto: un material capaz de poner en riesgo la vida de quienes se exponen a él. Debido a ello, es prioritario proceder con su retirada desde el mismo momento en el que se detecta. Un trabajo que, en todos los casos, ha de caer en manos de los mejores profesionales del sector.
Multas por retirar el amianto siendo particular
Eliminar el amianto siendo particular, material también conocido como uralita, es una auténtica temeridad. No solo se pone en riesgo la salud del propio individuo, sino también del resto de los vecinos de la comunidad y se genera un severo impacto medioambiental. En su lugar, es prioritario recurrir a los mejores expertos en el sector; como es el caso de Global Amianto, empresa de retirada de uralita en Cádiz.
Si pasas por alto todos los peligros asociados a esta reforma y actúas por tu cuenta, has de saber que te estarás saltando la ley. Concretamente el RD 396 2006 y el RD Legislativo 5 /2000. Según la gravedad de tus acciones, la multa puede ir de los 400 hasta los 800.000 euros; suponiendo un impacto económico drástico capaz de echar por tierra toda tu estabilidad financiera durante años. No asumas este riesgo.
Así pues, te animamos a que delegues funciones en especialistas como los de Global Amianto. Ellos conocen todos los protocolos que se deben seguir en estos casos y cumplen con los requisitos ecológicos correspondientes. Todo ello asegurando que la reforma y posterior uso de la vivienda quedan libres de problemas en la salud para los inquilinos.
Riesgos del amianto
Ahora bien, ¿por qué es tan peligroso el amianto? Este material se popularizó en los años 80 por su precio y por lo sencillo que resultaba instalarlo. Unas pequeñas fibras en el cemento pasaron a ser parte de un sinfín de edificios residenciales y naves industriales. No obstante, el paso de los años evidenció sus efectos nocivos en la salud y a partir de 2001 se prohibió su uso.
Los expertos en salud determinaron que la exposición a la uralita, siempre y cuando sus fibras estén en suspensión en el aire, puede provocar fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón o mesotelioma. Es decir, una serie de enfermedades severas que pueden terminar con la vida de la persona; por lo que es imperativo tomar medidas al respecto.
Puesto que el riesgo del amianto es cuando está en suspensión, es evidente que su manipulación es extremadamente delicada. De ahí que hacerlo siendo particular sea una idea terrible y arriesgada, siendo esencial acudir a quienes se han ganado una buena reputación en este tipo de trabajos como fruto de su buen hacer.
Protocolos de rigor en las empresas especializadas
Empresas como Global Amianto han desarrollado unos protocolos de actuación realmente efectivos que les permiten resolver esta labor sin ningún tipo de perjuicio de por medio. Unas pautas que van a proteger la integridad de sus operarios y, por supuesto, la de los inquilinos del edificio. ¡Veamos cómo trabajan!
Una vez se identifica dónde está el amianto, se diseña un plan de trabajo que se valida con las autoridades competentes. Acto seguido se procede con la preparación de la zona para, a continuación, hacer la retirada con suma delicadeza. Tras recoger todas las fibras de uralita, se almacenan y se llevan a vertederos preparados para ellos; obteniendo así el certificado de retirada de amianto.
Como ves, ninguna de las fases enumeradas está al alcance de un particular. Así que mejor reservarse las tareas de bricolaje para acciones inofensivas y dejar la retirada de uralita a los mejores especialistas de la industria.