La elección de una bicicleta indoor puede ser algo complicada porque existen muchos factores a tener en cuenta a la hora de tener claro cuál es la elegida.
Uno de esos factores determinantes es el tipo de resistencia que incorpora, una cuestión en la que los expertos en ciclo indoor ponen el foco para saber en qué se diferencian los dos principales tipos de resistencias y cómo saber qué esperar de cada una de ellas.
Características de una bicicleta indoor con resistencia magnética
La resistencia magnética es una tecnología relativamente moderna en el mundo de las bicicletas indoor. Se trata de un sistema en el que la resistencia al pedaleo se produce mediante imanes que se colocan cerca del volante de inercia.
A diferencia de la resistencia de fricción, en la resistencia magnética no hay contacto directo entre las piezas, lo que permite que el movimiento sea suave y silencioso y, por tanto, que la bicicleta haga menos ruido cuando se utiliza.
“Al no existir fricción directa entre los componentes, las piezas no sufren tanto desgaste, lo que implica que necesitan menos mantenimiento”, explican los expertos. “Esto es especialmente importante en el caso de una bicicleta indoor, ya que el sistema de resistencia magnética suele ser duradero y requiere menos atención en cuanto a reemplazo de piezas, alargando su vida útil”, añaden.
La resistencia se ajusta generalmente a través de un control electrónico, lo que permite que el cambio sea rápido y exacto. Esto hace que sea ideal para los entrenamientos de intervalos o de resistencia progresiva, ya que permite subir o bajar la intensidad sin interrupciones. De igual forma es la mejor opción a la hora realizar recorridos o rutas con un simulador, dado que ajusta la resistencia de forma muy exacta.
Debido a la tecnología que emplea, este tipo de bicicletas suele ser más costoso en comparación con las bicicletas de resistencia por fricción. Sin embargo, es habitual que prevalezca la opinión de que el precio adicional es una inversión que se compensa con la durabilidad y el bajo mantenimiento que exige.
“La resistencia magnética es constante y no se ve afectada por el desgaste, lo que significa que el nivel de esfuerzo se mantiene invariable a lo largo del tiempo. En bicicletas con resistencias de fricción, el desgaste hace que, al mismo nivel, la resistencia exija cada vez menos esfuerzo, lo que obliga a hacer ajustes manuales para mantener el nivel de resistencia”, apuntan los expertos en bicicletas indoor inteligentes de Zycle.eu.
Por otra parte, la falta de contacto directo entre piezas hace que el pedaleo sea más fluido, lo que mejora la experiencia de pedaleo, especialmente en sesiones largas, dado que el usuario puede concentrarse en su rendimiento sin distracciones por ruidos o vibraciones.
Características de una bicicleta indoor con resistencia de fricción
La resistencia de fricción es el sistema que tradicionalmente se ha usado en las bicicletas indoor. Este sistema genera resistencia a través de una zapata o almohadilla que presiona el volante de inercia para crear fricción, lo que aumenta el esfuerzo necesario para pedalear.
Muchas personas sienten que la resistencia de fricción se parece más a la experiencia de andar en bicicleta en exteriores. La resistencia se ajusta manualmente, lo que permite un control directo.
Generalmente, la resistencia en estas bicicletas se ajusta mediante un dial o perilla, lo que permite variar la intensidad de forma gradual. Esto es ideal para quienes prefieren un control táctil sobre el nivel de dificultad, aunque no ofrece el mismo nivel de precisión que el sistema magnético.
“Las bicicletas con resistencia de fricción suelen ser menos costosas que las de resistencia magnética. Esto las convierte en una opción accesible para quienes buscan una bicicleta funcional sin gastar demasiado”, comentan los profesionales de ZYCLE.
Dado que este tipo de resistencia depende del contacto directo de las zapatas con el volante, es común que las bicicletas de fricción generen algo de ruido, especialmente cuando se aumenta la resistencia. Esto puede no ser un problema en un espacio donde el ruido no moleste, pero puede ser incómodo en ambientes cerrados o compartidos donde mantener la concentración es importante.
La fricción genera desgaste en las zapatas, por lo que será necesario reemplazarlas con el tiempo. Además, es posible que se deba realizar ajustes en el sistema de resistencia para que la bicicleta mantenga su funcionamiento óptimo. Esto implica dedicar algo de tiempo y dinero al mantenimiento.
¿Qué tipo de resistencia es mejor?
Al final, la elección entre resistencia magnética o de fricción dependerá de las necesidades de cada uno, así como del presupuesto que se maneje y de las preferencias personales.
“Si se cuenta con un presupuesto ajustado, la resistencia de fricción puede ser una opción más recomendable, ya que suelen ser menos costosas”, explican desde ZYCLE. “Sin embargo, si se tiene capacidad para invertir algo más de dinero, la resistencia magnética suele ser lo más recomendable por durabilidad y menores exigencias de mantenimiento”.
Si se prevé usar la bicicleta en un lugar donde el ruido sea un problema, como en un apartamento o en una casa pequeña, la resistencia magnética pasa a ser claramente la mejor opción. La operación silenciosa de las bicicletas magnéticas permite entrenar sin comprometer la concentración y armonía del ambiente de otras personas. “Si se utiliza una bicicleta en casa con otros convivientes, lo mejor es recurrir a este tipo de bicicletas”, apuntan.
De igual forma, la resistencia magnética ofrece ajustes precisos y progresivos que muchos usuarios consideran ideales para entrenamientos de intervalos y resistencia, al igual que para realizar simulaciones de recorridos. Así que es otro punto a tener en cuenta a la hora de elegir bicicleta de ciclo indoor.