La polémica decisión tomada por el Tribunal Supremo el pasado mes de noviembre (2018) por la que los consumidores son los que deben pagar el impuesto de las hipotecas ha llevado a muchos titulares de una hipoteca a pensar que sus aspiraciones para reclamar por sus hipotecas se habían acabado. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que la medida adoptada por el Tribunal Supremo tan sólo hacía referencia al reclamo de los actos jurídicos documentados (AJD).
Debido a ello, según explican los expertos de reclamapormi.com, aún son muchas las posibilidades que tienen los consumidores de reclamar parte del dinero que abonaron cuando firmaron su hipoteca. En concreto, los consumidores todavía tienen la oportunidad de pedir la devolución del dinero o parte del mismo abonado en su momento.
En concreto, los titulares de una hipoteca pueden iniciar un procedimiento para reclamar los gastos de notaría, así como el importe que supuso el timbre de la escritura matriz y de la copia autorizada sobre la vivienda. En los casos en los que también hubo que hacer una tasación de la vivienda para poder formalizar la vivienda, este coste también se puede reclamar en caso de que el coste que se pagó en su momento sea abusivo. También, siempre que se pueda demostrar que hubo un gasto abusivo, se puede reclamar el dinero en concepto de los gastos de gestoría.
Debido a todas las posibilidades que aún tienen los consumidores, los expertos de esta compañía recomiendan que a la hora de llevar a cabo sus reclamaciones de hipotecas los afectados acudan a empresas especializadas en la gestión de este tipo de denuncias, ya que contar con asesor especializado es una garantía para conseguir la devolución de todo o parte del dinero pagado por el titular de la hipoteca.
Por ello y a pesar de la imposibilidad de recuperar el dinero los AJD y de que este coste es el más elevado para el consumidor, los expertos de reclamapormi.com insisten en la necesidad de continuar reclamando por los otros gastos, ya que pueden ser muy atractivos para el consumidor al poder superar los 1.000 euros.
El primer paso que hay que dar a la hora de reclamar al banco por los gastos de la hipoteca es el de enviar un documento al propio banca pidiendo la devolución del dinero en concepto de gastos de notaría, gastos de gestoría, de tasación de la vivienda y de comisión de apertura.
“Mediante esta reclamación que la puede hacer el titular de la hipoteca por medio de un modelo de reclamación se da un primer paso de forma extrajudicial, teniendo el banco unos 15 días para responder”, explican desde esta empresa especializada en la reclamación de gastos hipotecarios.
En la actualidad, lo más frecuente es que las entidades financieras no respondan o rechacen la reclamación de cliente. “Si fuera rechazada, este hecho nos permitirá demostrar ante el juez que el banco se ha negado a pesar de haber numerosa jurisprudencia a favor del cliente”, enfatizan desde reclamapormi.com.
En este punto es cuando es especialmente importante ponerse en contacto con profesionales con experiencia en este tipo de procesos para evitar que el banco salga ganando y termine pagando unos gastos que les corresponde a ellos abonar. A la hora de buscar especialistas y contar con un asesoramiento bueno y ágil, reclamapormi.com se ha convertido en una empresa de referencia.
“A través de nuestra web, los interesados en contar con el asesoramiento y trabajo de nuestros profesionales tan sólo tienen que rellenar un formulario y en el menor tiempo posible desde la empresa responden al cliente con todo lo que el afectado puede reclamar en su hipoteca”, señalan desde reclamapormi.com.
Otra de las ventajas que tiene trabajar con esta empresa es que tan sólo cobran cuando el cliente gana y recibe el dinero reclamado en concepto de los gastos hipotecarios. “Nuestros clientes no tienen que adelantarnos ningún tipo de dinero para que trabajemos con ellos”, inciden desde esta empresa.
Además de los gastos generados durante la confección de la hipoteca, los titulares de una también pueden reclamar la claúsula suelo en hipotecas anteriores a 2013. La cláusula suelo es una cláusula estipulada en el contrato hipotecario que establece un límite mínimo al interés aplicable en dicho préstamo, lo que perjudicaba al consumidor porque aunque el interés baje (Euríbor), el consumidor no podía beneficiarse de la reducción de la cuota de intereses en esos casos.
En la actualidad hay más de 1,3 millones de personas afectadas por estas cláusulas que podrían recuperar una media de 10.000 euros cada uno de ellos. En este tipo de reclamaciones, las posibilidades de ganar por parte de cliente son muy claras como refleja la última sentencia dictada contra el banco Abanca y por la que tendrá que devolver el dinero a más de 1.300 afectados que se unieron para reclamar conjuntamente. DIARIO Bahía de Cádiz