Las dietas de adelgazamiento que mejor funcionan son aquellas en las que se ingiere un menor número de calorías en total sin pasar hambre. Porque la clave de todas ellas es muy sencilla: hay que consumir menos calorías de las que se ingerían antes para poder adelgazar. De lo contrario, no se obtendrán los resultados apetecidos.
La elección de los alimentos en una dieta de este tipo es fundamental, ya que lo ideal es no pasar hambre entre las comidas para que el efecto saciante sea mayor.
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El efecto saciante de los frutos secos
Los frutos secos, por ejemplo, nos aportan una gran cantidad de calorías (entre 160 y 180 cada 30 gramos) y son ricos en fibras y grasas saludables. Desde siempre se ha pensado que tanto las nueces como las almendras, las avellanas, los anacardos o los pistachos nos iban a hacer ganar peso, hasta el punto de convertirse en un alimento que se consume de manera puntual.
Sin embargo, los frutos secos en general poseen un enorme efecto saciante para aplacar el hambre entre las comidas. Apenas un pequeño puñado de ellos nos servirá para potenciar este efecto. De ahí que se conviertan en un alimento más que interesante para incluir en cualquier dieta de adelgazamiento que se precie.
Por tanto, incorporar los frutos secos a cualquier dieta, a pesar de su alto contenido calórico, no tiene por qué asociarse a ningún aumento de peso, sino todo lo contrario.
Hay precisamente diversos estudios que abogan por incluir los frutos secos en las dietas de adelgazamiento. Uno de ellos, el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea) se llevó a cabo en el año 2013. En él se argumentaba que las personas que comían frutos secos presentaban una disminución del índice de masa corporal y de la circunferencia de la cintura. Un hecho que se debía fundamentalmente al efecto saciante de los frutos secos.
¿Frutos secos para adelgazar?
Si es la pregunta que nos estamos haciendo, la respuesta es sí. Porque a pesar de que la mayoría de los frutos secos poseen un índice calórico alto, las grasas que aportan a nuestro cuerpo no dejan de ser grasas saludables. Este tipo de grasas son las que brindan una mayor energía a nuestro cuerpo y aparecen también en otros alimentos como algunas frutas o el salmón.
Son precisamente estas grasas saludables las que pueden ayudarnos a la hora de bajar de peso. Al consumir cualquier alimento que incluya estas grasas, el organismo las reconocerá como grasas buenas y las transformará en fuente de energía, lo que provocará un mayor aceleramiento de nuestro metabolismo para reducir peso.
No obstante, no todos los frutos secos nos ayudarán a bajar peso. Entre ellos, habría que destacar especialmente los anacardos, las almendras, los pistachos y los cacahuetes.
Los frutos secos más saludables
Todos los especialistas aseguran que lo más recomendable es tomar los frutos secos en su forma cruda y sin aditivos. La razón es que, por un lado, así no se alterarían los nutrientes, como las grasas saludables y las proteínas. Y, por otra parte, el aporte calórico al consumirlos fritos pueden fomentar la ganancia de peso, todo lo contrario de lo que en realidad buscamos al ingerirlos.
Los frutos secos se pueden tomar especialmente como aperitivos entre horas, tanto a media mañana como a media tarde, pero también los podemos añadir picados en un yogur, en una ensalada, en la salsa para la pasta, etc.
Los frutos secos más demandados suelen ser las nueces, los cacahuetes y las almendras. Precisamente, las nueces poseen un alto contenido en antioxidantes, casi el doble de polifenoles que el resto de frutos secos, y una gran cantidad de ácidos grasos omega 3, por lo que resultan muy beneficiosas para la salud cardiovascular.
Otro de los frutos secos más beneficiosos es el pistacho, que cuenta con un gran aporte de fibra, vitaminas del grupo B y minerales como el magnesio y el potasio. El consumo de pistachos también ayuda a reducir los niveles de glucosa, mejora la resistencia a la insulina y disminuye los riesgos de padecer diabetes de tipo 2.
Las almendras, por su parte, son los frutos secos que contienen más calcio. Pero, a su vez, poseen una gran cantidad de fibra y vitamina E, por lo que consiguen proteger el organismo frente a los radicales libres y absorben grasas.
Por último, habría que señalar también los beneficios de las nueces de Macadamia, las castañas y las nueces de Brasil.
En resumen, los frutos secos son uno de los grupos alimenticios que más energía aportan a nuestro organismo. Una fuente indispensable en nuestra alimentación que, además de reportarnos múltiples beneficios, también son ideales para su inclusión en cualquier dieta de adelgazamiento. DIARIO Bahía de Cádiz