Ni siete meses después del 28-A, la repetición de las elecciones de este 10-N (las cuartas a Cortes Generales en un plazo de poco más de cuatro año; y las 15 elecciones desde el fin de la dictadura) no ha deparado nada nuevo ni bueno. Los bloques a un lado y otro del tablero siguen sin sumar de forma clara para conformar gobierno viable. En resumen, el PSOE gana pero no se refuerza (y además pierde la mayoría en el Senado) y Unidas Podemos se debilita pero manteniendo el tipo; y por el otro lado, la burbuja de Ciudadanos se desinfla y gran parte de sus volátiles votantes se reparten entre el PP, que se recupera algo, y Vox, que se dispara y se convierte en tercera fuerza en el Congreso.
Pedro Sánchez logra 120 escaños (frente a los 123 de abril); Pablo Casado sube de 66 a 89 diputados; Santiago Abascal se dispara hasta los 52 (tenía 24); Pablo Iglesias baja a 35 escaños (42 en la última breve legislatura); y Albert Rivera se acerca a la irrelevancia y deja su desnortada marca con solo 10 diputados (llegó a los 57). Además, el experimento de Íñigo Errejón, pese al aliento de ciertos medios, queda en nada, con 3 contados representantes.
De forma simplista, el bloque de las derechas (PP, Vox, Cs y Navarra Suma) alcanza los 152 escaños, frente a la suma “natural” de PSOE, Unidas Podemos y Más País, que se queda en 158. La mayoría absoluta está marcada en 176. Los socialistas, para terminar con eso que llaman “bloqueo” y si no quieren rogar la abstención de PP y Cs (que tampoco valdría, si el resto de la cámara votara en contra), tienen en su mano asumir que pese a ser el partido mayoritario necesitan de otros para conformar gobierno, y ahí deberán negociar también con nacionalistas vascos y catalanes, más allá de entenderse con el partido morado, con el que no supieron/quisieron establecer una coalición equilibrada y justa tras los últimos comicios.
Una repetición electoral que, básicamente, en un contexto en el que Catalunya y Franco han copado demasiados minutos de pre y campaña, ha servido para espolear a más extremistas reprimidos (y descontentos con Ciudadanos) y darle alas a la ultra derecha, amplificada con el altavoz que supone tener representación estatal, en parlamentos regionales y en ayuntamientos. Un partido anclado en el pasado, xenófobo, homófobo, machista, que basa su discurso cateto en vocear ¡viva España!, en sacarse la bandera más grande, en el odio al diferente y al extranjero y en culpar de muchos de los males de la “patria” a las autonomías y “sus chiringuitos” (de los que ha vivido el propio líder de Vox, cuando todavía defendía la ‘camiseta’ del PP).
Y entre tanto el PSOE responsabiliza a PP y Cs de este subidón del neofascismo español (por pactar sin remilgos con dicho partido, como ha hecho en Andalucía, Madrid o Murcia); y Unidas Podemos señala a los socialistas, por su estrategia de no querer hacer realidad un gobierno de coalición e ir a unas nuevas elecciones, con la ambición de rascar algún diputado más. “Creo que no miento si digo que de duerme peor con 50 diputados de la extrema derecha que con ministras y ministros de Podemos en el gobierno”, ha dejado caer en la noche electoral el presidenciable morado, Pablo Iglesias, al candidato del PSOE. Con este panorama y tendencia del votante, unas terceras elecciones serían imperdonables…
EL ESCRUTINIO REAL
La encuesta previa al recuento de papeletas, difundida por las televisiones públicas al cierre de colegios, no estuvo nada descaminada (como la mayoría de sondeos de los últimos tiempos, salvo el del CIS). Y con datos reales del Ministerio del Interior, al 99,9% del escrutinio (y con el 69,87% de participación, cerca de dos puntos menos que el 28-A; no se ha registrado la temida desmovilización masiva), el PSOE se impone en esta repetición electoral pero no cumple su objetivo de reforzarse; todo lo contrario, se debilita levemente. Y de nuevo queda muy lejos de esa mayoría absoluta de 176 diputados: obtiene más de 6,7 millones de electores (760.000 menos), el 28,00% de los votos y 120 escaños (tenía 123).
La segunda fuerza parlamentaria, el PP, sube 23 diputados, hasta los 89 escaños (y el 20,80% de votos; en la noche electoral tenía 88, pero tras el nuevo recuento se llevaba otro en detrimento del PNV); se recupera tras quedarse en abril con apenas 66: son cerca de 650.000 papeletas más, hasta poco más de 5 millones.
Y los neofranquistas de Vox, blanqueados en televisiones, tertulias y programas de entretenimiento en horario de máxima audiencia, crecen y crecen hasta convertirse en inquietante tercera fuerza, con 52 diputados (tenía 24, o sea, 28 más), con el 15,10% de sufragios; cosechando alrededor de un millón de apoyos más, hasta los casi 3,7 millones. Conviene no olvidar que en 2016 se decantaron por esta opción que se vende como “patriota” no muchos más de 47.000 españoles, el 0,20% del total del censo.
Pero ¿de dónde han salido esos 50 representantes que ganan la derecha popular y la extrema derecha (que en última instancia, es una escisión del propio PP)? ¿De votantes de Ciudadanos? No es descabellado pensarlo. Como venían apuntando los sondeos, esta franquicia autodenominada centrista y liberal, pero que en la práctica pacta muy a gusto con las derechas y se comporta como ellas, pasa a ser irrelevante perdiendo 47 escaños, cayendo de 57 a 10. Y eso que en esta ocasión UPyD había decidido apoyar a los de Rivera… Se deja por el camino 2,5 millones de papeletas y se debe conformar con el 6,79% de sufragios y bajar a ser sexta fuerza en el Congreso, superada hasta por Esquerra Republicana de Catalunya.
Mientras, Unidas Podemos (y sus confluencias catalana y gallega) se mantiene como cuarta opción, aunque perdiendo algo de apoyos (unas 655.000 papeletas menos, superando los 3 millones de votantes ahora), hasta los 35 escaños (tenía 42). Y su formación paralela, Más País (junto a Equo y Compromís, antiguos aliados morados), se debe conformar con 3 representantes y unos 580.000 electores en las diferentes provincias en las que presentaba candidatura (aunque sólo ha rascado en Madrid y Valencia).
En cuanto al resto de partidos con representación, destacan los catalanes y vascos: ERC-Sobiranistes suma 13 escaños (2 menos); JxCat-Junts obtiene 8 (1 más); el PNV, 6 diputados (se queda igual, aunque durante la noche del escrutinio se le contabilizaron 7); EH Bildu, 5 (1 más); la CUP en su estreno nacional alcanza 2; y los canarios de CCa-PNC repiten con 2 sillones. Además, los navarros de NA+ (UPN-PP-Cs), otros 2; los gallegos del BNG, 1; el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), 1, y como novedad peculiar, la plataforma ¡Teruel Existe! obtiene 1 escaño en Madrid (con menos de 20.000 votos).
Durante parte del recuento, como en abril, también se le daba un diputado al Coalición por Melilla (CpM), aunque finalmente no lo ha logrado, a favor del PP. Tampoco ha podido alcanzar escaño el Partido Animalista (Pacma), que parece haberse estancado y ha perdido casi 100.000 votantes, hasta los alrededor de 226.000, el 0,94% del total estatal.
EL PSOE PIERDE LA MAYORÍA EN EL SENADO
En la otra cámara, en el Senado, pasadas las 1.30 horas de la madrugada el recuento de papeletas rondaba ya el 99%, según la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz. Con este alto porcentaje, se confirmaba que el PSOE pierde su mayoría aquí, conquistada en abril.
De este modo, el PSOE logra 92 senadores (tenían 123). Con la suma de los 14 parlamentarios que le corresponden nombrados por designación autonómica, alcanza los 106 escaños en una cámara alta en la que la mayoría absoluta está en 133. Mientras el PP pasa a tener 83 (hace siete meses se conformó con 54).
Además, ERC obtiene 11 senadores; el PNV, 9; NA+, 3; Junts, 3; ¡Teruel Existe!, 2; Vox, 2; y Bildu, la Agrupación Socialista de la Gomera (ASG) y la Coalición por Melilla (CpM), 1 cada uno. Ni Ciudadanos ni Podemos y sus confluencias logran escaño en la cámara alta por designación directa.
EN ANDALUCÍA, EL PSOE ‘MANDA’
Acercándonos a Andalucía, estaban llamados a las urnas más de 6 millones mayores de edad, y finalmente han acudido 4,3 millones (el 68,25 % del censo). Y se han decantado por darle la victoria, amplia, al PSOE.
La comunidad autónoma andaluza elegía 61 diputados al Congreso, y el PSOE se queda con 25 (1 más), el 33,37 % de las papeletas. Por detrás quedan el PP, con 15 (4 más), el 20,54 % del total; y Vox, también con 12 escaños (6 más), y el 20,39% de electores. Entre la derecha y la ultraderecha hay menos de 6.800 papeletas.
Unidos Podemos, por su parte, aporta desde Andalucía 6 diputados, 3 menos, con el 13,06 % del total de votos; y Cs, con el 8,09% de los sufragios, se lleva 3 escaños (pero, ojo, tenía 11). Como curiosidad, AxSí (el rebautizado Partido Andalucista) ha mejorado sus resultados levemente con respecto al 28-A, pasando de 11.400 votos a casi 14.000 (el 0,33% del total).
En cuanto al Senado, la región aporta en estas elecciones 23 senadores del PSOE (unos menos) y 9 del PP (tenía 6). Ni Vox, ni Podemos ni Cs obtienen representación.
EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ, SUBEN PP Y VOX A COSTA DE PODEMOS Y CS
En Cádiz se reparten nueve escaños a la cámara baja. El PSOE ha vuelto a ganar ampliamente estas elecciones, con un 63,91% de participación en la provincia (un 3,7% menos), sumando 3 diputados, los mismos que ya tenía en la pasada frustrada legislatura (y el 30,57% de votos).
El PSOE sido la lista más votada en 44 de los 45 municipios de la provincia. La secretaria general de los socialistas gaditanos, Irene García, en la misma noche electoral ya felicitaba públicamente al “próximo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”, por “una victoria clara en un día de alegría, en una jornada de inmensa felicidad para los socialistas de la provincia”.
Vox, por su lado, pasa de última opción a segunda con 2 diputados, 1 más de los que tenía (con el 21,33%); y queda por delante del PP, que recupera una posición y ahora es tercera fuerza provincial con 2 diputados (1 más, y el 18,04% de papeletas), sumando apenas unos 10.000 votos más que en abril.
Unidas Podemos, por su lado, dejándose unos 17.000 apoyos pierde su segundo escaño y se queda con 1 (con el 15,15% de los sufragios); y la franquicia naranja pasa de segunda fuerza a última, con el 9% de papeletas, que le dan para 1 diputado (tenía 2). La formación morada se ha quedado a 17.500 votos de quedarse con ese escaño de Cs. Más País ha logrado poco más de 11.200, por lo que se podría decir que la incursión de Errejón en la provincia no le ha quitado ese segundo representante a los de Iglesias.
De este modo, Cádiz ‘envía’ como diputados al Congreso para la nueva legislatura: por el PSOE, al cunero Fernando Grande-Marlaska, a Eva Bravo y a Juan Carlos Campo; por Vox, al militar en la reserva Agustín Rosety Fernández y al actual concejal isleño y descendiente de alcalde franquista Carlos Zambrano García-Raez: por el PP, a María José García-Pelayo y al alcalde de Vejer José Ortiz; por Unidas Podemos, a Noelia Vera (el guardia civil Juan Antonio Delgado se queda fuera); y por Cs, Carmen Martínez (y Javier Cano, sin silla en esta ocasión).
Respecto al Senado, el PSOE se impone otra vez al PP. Los socialistas suman los tres mismos nombres que en abril: la veterana María Jesús Castro, Alfonso Carlos Moscoso, y Cándida Verdier. Y los populares gaditanos, que en los últimos comicios se quedaron sin nada en la cámara alta, le arrebatan el escaño a Ciudadanos, y se lo adjudica José Ignacio Landaluce.
LA BAHÍA, ‘SOCIALISTA’ CON VOX AMENAZANTE
Hacemos también un repaso a los resultados electorales (al Congreso) en la Bahía de Cádiz, donde lo más reseñable, como a nivel nacional, es el hundimiento generalizado de Ciudadanos y (más que evidente) trasvase de votos de esa derecha avergonzada a la ultraderecha sin complejos, que salvo en la capital y Puerto Real se convierte en segunda fuerza política en el resto de municipios. El PSOE vuelve a ser la opción más votada en las siete localidades de la comarca, aunque en Rota o Chiclana, por no demasiada diferencia.
En la capital, el PSOE obtiene más de 19.300 papeletas y el 29,05% de los apoyos, frente a Unidas Podemos, que se queda con el 23,22% de votos y 15.436 apoyos. La tercera fuerza es el PP, con el 20,38% de sufragios, por delante de Vox con el 12,46% y de la franquicia naranja, con el 8,02%. El experimiento de de Más País ha cosechado cerca de 1.700 votos y el 2,49% del total. La participación se ha acercado al 69%, casi seis puntos inferior a la registrada en abril.
Por su parte, en Jerez, el PSOE también ‘gana’ y con margen: obtiene el 29,10% de los apoyos totales y 32.000 votos; Vox alcanza el 22,94%; el PP, el 18,48%; Unidas Podemos, el 13,86%; y Cs pasa del 21% al 9,8% de papeletas. La participación ha rondado el 66,7% del censo total, cuatro puntos menos.
Igualmente, vencen los socialistas en San Fernando, aunque con menos diferencia que el 28-A sobre el segundo, la extrema derecha. El PSOE ha sumado 14.033 papeletas: el 28,49% del total, frente al 24,31% obtenido por Vox. La tercera fuerza en La Isla es el PP, con el 17,67% de apoyos recibidos; la coalición de Podemos e IU baja hasta el 13,91% y los naranjas, a poco más del 9% (rozaron el 21% en primavera). La participación ha superado a lo justo el 65%.
En el caso de El Puerto, Vox igualmente le pisa los pies al PSOE, con unos 900 votos de diferencia: los socialistas han sido apoyados por el 25,09% de los portuenses. Por detrás se colocan los neofranquistas, con el 23,07% de sufragios, seguidos de los populares (21,19%), Unidas Podemos (15,74%), y ya más lejos, Cs (8,99%). La participación ha sido del 66,2%, unos cinco puntos inferior.
En Chiclana, Vox ha sacado solo 300 votos menos que el PSOE, que ha sido la opción más respaldada, con el 26,32% de papeletas totales. La segunda opción se queda con el 25,56% de las papeletas; el PP es tercera (17,66%); Unidas Podemos, cuarta (13,87%); y Cs, la siguiente (10,07%). Como suele ocurrir, esta localidad es la más abstencionista de la Bahía: ha votado menos del 61,7%, unos cinco puntos y medio por debajo de lo computado en abril.
También es el triunfador de las elecciones el PSOE en Puerto Real, con el 37,36% de los sufragios. Le sigue Unidas Podemos (con el 28,21%). Y como tercera fuerza se coloca la ultraderecha (con el 10,48%). Por detrás, el PP (9,44%), Cs (6,58%) y Más País (3,14%). La participación final ha descendido unos siete puntos, no superando el 67%.
Y finalmente, en Rota, los socialistas han sido los primeros, con el 25,63% de los votos totales; aunque Voz no ha quedado lejos, con el 24,61% (apenas 150 papeletas de margen). Por detrás, PP (20,47%), Unidas Podemos (13,42%) y Ciudadanos (9,89%). En la localidad, la participación ha estado por debajo del 65% al cierre de los colegios. Dany Rodway