Trabajadores del servicio telefónico de gestión de emergencias 112 en Cádiz han vuelto a la huelga indefinida, tras intentos fallidos de negociación con la concesionaria Ilunion Emergencias. Su “política disciplinaria y de represión” hacia los representantes sindicales, el “absoluto desprecio” al cumplimiento de las normas laborales mínimas y la situación de “alto stress laboral provocado por la drástica reducción de plantilla” mientras aumentan sensiblemente el número de llamadas y un sistema informático “nefasto y que crea múltiples problemas de salud a la plantilla”, son los motivos principales de los paros. Con todo, la Junta ha decretado servicios mínimos del 100%.
Trabajadores del servicio telefónico de gestión de emergencias 112 en Cádiz han vuelto a la huelga indefinida desde la medianoche del 22 de julio, tras intentos fallidos de negociación con la concesionaria Ilunion Emergencias, antes MkPlan 21, del grupo ONCE; después del proceso de huelgas de primavera y el fiasco de la reunión del Sercla del pasado día 16.
Con todo, poco se va a notar la nueva huelga: la Junta ha establecido el 100% de servicios mínimos, “en un intento de ocultar los conflictos mediante una aparente normalidad hacia el exterior”, se quejan desde CGT. Servicios mínimos, que “como no puede ser de otro modo”, se han impugnado ante los tribunales de justicia reclamando el amparo constitucional “por vulneración del derecho fundamental a la huelga”.
La plantilla de esta empresa adjudicataria de la Junta de Andalucía dice defender “un servicio de emergencias público de calidad con un número de gestores y coordinadores en sala acordes con el aumento progresivo de las emergencias que se viene desarrollando, con medios informáticos actualizados al nivel tecnológico de nuestros días y siempre en cumplimiento de las normas y legislación vigente.”.
Sin embargo, actualmente estos trabajadores consideran que se encuentran trabajando “en situación de inframínimos, con turnos de dos personas en sala que en algunos momentos se transforman en un único trabajador atendiendo todas las emergencias de toda provincia de Cádiz”. Además, como ya se denunciaba días atrás, la aplicación informática implantada “es de ínfima calidad, ralentiza la gestión ya que es excesivamente lenta, provoca fallos y errores informáticos, deja de funcionar, genera problemas físicos y psicológicos a los gestores de emergencias…”; en definitiva, “entorpece la atención al ciudadano”.
Por otro lado, el intento por parte de Ilunion Emergencias, “de suprimir la bolsa activa de trabajo prescindiendo de personal cualificado necesario en todo momento, su incumplimiento persistente del convenio colectivo en vigor y del resto de las normas legales de aplicación, así como el incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y de los Reales Decretos necesarios para salvaguardar la salud de estos trabajadores que ofrecen un servicio público indispensable para la sociedad”, ha llevado a los trabajadores del 112 al igual que ocurre en 061 de Málaga “a decir basta”.
“La situación deviene en insostenible cuando el representante de los trabajadores es sancionado por la empresa, al sentarse a negociar en las dos únicas convocatorias de reunión. Ante la imposibilidad manifiesta de desarrollar sus funciones como representante de los trabajadores de este colectivo se ha procedido a de nuevo a convocar huelga con carácter indefinido”, se argumenta.
Desde CGT, por su lado, no dejan de señalar como “verdaderos responsables de la situación” a la Junta “que especula con el dinero público para enriquecer a empresas comisionistas como Ilunion Emergencias, que sin que expongan absolutamente nada se lucran con pingües beneficios económicos a costa del deterioro progresivo de los servicios públicos esenciales de emergencias”.
En el contexto de esta huelga indefinida, se anuncian concentraciones ante las sedes provinciales de la ONCE en Cádiz, Sevilla, Granada, y Málaga el día 30 de julio a las 10 horas, para señalar a este grupo de empresas “como vulnerador de los derechos básicos de los trabajadores”. CGT también ha iniciado una campaña de solicitud de apoyo público “de boicot” a la organización de ciegos reclamando que no se compre “el famoso cupón que esconde tras su filosofía de fin social importantes lacras laborales para los trabajadores de este grupo empresarial”.
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