El inicio del curso 2020/2021 en la Universidad de Cádiz (que continúa en plena celebración de su 40 aniversario, aunque no lo parezca) se ha formalizado este viernes con la sesión solemne de apertura, acto celebrado en el aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras, con el aforo muy limitado por la pandemia del coronavirus.
El rector Francisco Piniella ha presidido la sesión en compañía de la directora General de Universidades de la consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía, María Inmaculada Ramos, y una representación del Claustro Universitario.
Y sus primeras palabras han sido para la situación “tan excepcional que vivimos”, ya que “la propia fotografía de este momento, con un salón de actos casi vacío, es indicativa de esta falsa normalidad. No cabe duda de que no podemos parar, que seguimos adelante con nuestra tarea, pero respetando con escrúpulo los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias”. De este modo, ha explicado que “hoy hemos extremado las medidas de distanciamiento social. Este acto es un ejemplo, pero sin apartarnos un milímetro de nuestra responsabilidad y del compromiso contraído con la sociedad gaditana, de seguir siendo una herramienta transformadora, una institución esencial para un crecimiento inteligente, sostenible y equilibrador, basado en la generación y transmisión del conocimiento”.
En el escenario marcado por el acuerdo del pasado 16 de junio entre las universidades andaluzas, la entonces consejería de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad y la Dirección de Evaluación y Acreditación, el nuevo curso, ha anotado Piniella, “va a comenzar con un modelo de docencia multimodal, priorizando en lo posible la presencialidad, siempre que se cumplan las condiciones de seguridad”. Un contexto, donde la comunidad universitaria “ha vuelto a remangarse y a cumplir con sus obligaciones”, por lo que el rector ha tenido unas palabras de agradecimiento para todos: profesorado, alumnado, personal de administración y servicios, vicerrectorados, Consejo de Estudiantes, Consejo Social, representantes de trabajadores, etc.
En tiempos de pandemia, ha resaltado, “hemos mejorado nuestro posicionamiento en los rankings internacionales, hemos aumentado nuestro nivel de internacionalización, el número de publicaciones científicas o nos hemos reinventado con actos culturales virtuales”.
El rector de la UCA también ha dado la enhorabuena a los estudiantes que han recibido en este acto los premios extraordinarios de Doctorado, Grado y Máster. Y a la doctora Asunción Aragón por su conferencia de apertura, a la que le ha comentado que “no podemos bajar la guardia. Debemos seguir reivindicando el valor transformador y equilibrador de la educación, que es la herramienta más poderosa en el camino hacia la igualdad en todos los aspectos, también en clave de género”.
Por último, Piniella ha hecho un llamamiento al Gobierno de derechas de la Junta para señalar que la universidad “lleva dos años duros. Es difícil entender que un mismo hecho, la retirada de remanentes para gasto corriente, sea considerado negativo por este Ejecutivo para los municipios, pero bueno para las universidades. Quizás estemos aún a tiempo de revertir la situación, como ya ha ocurrido en el caso de los municipios”.
“Seguimos, años después, sin contar con un sistema de financiación justo, que garantice la igualdad de oportunidades y que fomente la excelencia, como así lo hemos denunciado a este gobierno y a los anteriores, todos los rectores y rectoras andaluzas. Con toda la firmeza, reivindicamos lo que creemos nos corresponde y que revertimos multiplicado a la sociedad”, ha apostillado. Al igual que ha lamentado que el fondo Covid destinado a la enseñanza superior, aprobado por el Gobierno central, con el nuevo curso arrancado aún no se tengan “ni los criterios ni la distribución de estos fondos, que deben ejecutarse antes de que finalice este año”.
Al respecto, en su intervención, la directora General de Universidades ha precisado que “Andalucía recibirá 383,8 millones de euros del fondo extraordinario Covid-19 para Educación del Gobierno central”. El 20% (76,7 millones) se destinará a educación superior (universidades, formación profesional y enseñanzas artísticas superiores). “Desde esta consejería trabajaremos para que recaiga en la universidad la mayoría de estos recursos”.
El rector ha concluido su perorata realizando una petición a todas las personas que forman parte de la UCA para que “nos unamos en esta adversidad. Son tiempos de encontrar juntos soluciones, de buscar cómo responder ante el que lo necesita, de ser solidarios y de protegernos para proteger”.
“LOS FEMINISMOS IMPORTAN”, COMO LECCIÓN INAUGURAL
Como viene siendo habitual en este tipo de actos de inicio de curso académico, el secretario general de la UCA, Alfonso Sanz, ha presentado los datos más significativos de la memoria de Responsabilidad Social del curso anterior; y ha dado lectura a los premios extraordinarios de Doctorado, Grado y Máster.
Por su lado, la profesora del departamento de Filología Francesa e Inglesa y coordinadora del máster en Género, Identidad y Ciudadanía, doctora Asunción Aragón Varo, ha sido la encargada de ofrecer la lección inaugural, bajo el nombre de ‘Los feminismos importan: riesgos y oportunidades en tiempos de incertidumbre’.
La conferenciante ha anotado que los feminismos “nos permiten construir un futuro mejor de sociedades más igualitarias y sostenibles”. Un concepto “vilipendiado y que tiene un desprestigio intencionado y tergiversado”, que hay que dejar claro que “no es sinónimo del machismo: es el principio de igualdad y derecho entre hombre y mujer”. En sus palabras, “hablamos de un movimiento colectivo y de una ética personal, no de una teoría política”, para “acabar con la injusticia teniendo en cuenta que el sexismo no es algo particular sino universal”.
Asunción Aragón ha asegurado que “hacerse feminista es ser conscientes de las desigualdades y luchar contra ellas, darse cuenta de que lo que pasa a una nos puede pasar a otras. Ser conscientes de las opresiones que sufren las mujeres”. Hay que aspirar a “ser iguales y sobre todo vivir una vida libre de violencia”. En el mundo actual estamos en un “espejismo de la igualdad”, como ha confirmado con datos estadísticos sobre diferentes ámbitos político, económico o universitario y que demuestran que persisten las brechas de género. Por ello, “erradicar las injusticias constituye la agenda del movimiento feminista”, ya que “no es solo cuestión de tiempo sino de una verdadera voluntad política”.
Esta desigualdad, tras 300 años de lucha feminista, reaparece en tiempos del coronavirus: “no hay que bajar la guardia porque las mujeres salimos perjudicadas de las pandemias… en la tiranía de lo urgente ni estamos ni se nos espera”, sostiene esta profesora de la UCA.
“Hay que trabajar en una nueva sociedad con una reorganización y redistribución de los tiempos, de la conciliación y de las tareas y cuidados en el hogar”, sentenciaba.