La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Navantia y las seis federaciones sindicales con representación en la compañía naval pública han mantenido este martes día 4 el último encuentro de la Mesa del Plan Estratégico 2018/2022. Y parece que se ve le ve el final a la negociación, iniciada a principios de año.
En la reunión se han abordado las bases para alcanzar un acuerdo definitivo “que podría calificarse de histórico” por cuanto incorpora los ejes principales que, se asegura, “permitirán garantizar el futuro de la compañía” a partir de la actuación que viene desarrollando en las zonas geográficas donde está implantada: la Bahía de Cádiz, Ría de Ferrol, Dársena de Cartagena y Madrid. En ellas llega a generar 38.000 empleos directos e inducidos.
Con antelación a esta reunión, la compañía y los representantes de los trabajadores han establecido ya las bases para crear un convenio único, que será también el primero en la historia de Navantia. El nuevo marco de relaciones laborales busca, en la teoría, “incrementar la productividad a través de una nueva clasificación profesional, impulsar la flexibilidad en la gestión del tiempo de trabajo y en el empleo, la igualdad de género, homogeneizar los diferentes sistemas retributivos y continuar implementando las políticas sociales y de conciliación”.
La última oferta trasladada por la empresa estatal a los representantes sindicales incluye las pautas establecidas por el Gobierno central, ahora del PSOE, en la negociación colectiva en cuanto a los aumentos salariales previstos.
Para la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, junto a CCOO de Industria y la mayoría de organizaciones sindicales representadas en la SEPI, el preacuerdo alcanzado sobre el convenio único “supone un cambio de modelo de relaciones laborales, un antes y un después que pone fin a una década de congelación salarial y de desarrollo profesional, y de paralización en la creación de empleo”.
El nuevo convenio, desde la versión sindical, “va a permitir a la plantilla no sólo recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos diez años, sino también crear 1.700 nuevos empleos que deberán acordarse de forma equilibrada en todos los centros en el seno de una comisión de empleo”. Además, “va a permitir el desarrollo profesional permanente de los trabajadores, la regulación del parque industrial del sector naval y las condicionales laborales, así como un plan de igualdad, un plan de formación de más de 900.000 horas, el rejuvenecimiento de la plantilla y la incorporación de los técnicos superiores que tendrán sus condiciones laborales reguladas y defendidas por las organizaciones sindicales”.
“AUMENTAR LOS INGRESOS EN LOS PRÓXIMOS AÑOS”
El Plan Estratégico, se explica desde Navantia en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, ha sido diseñado para reforzar las capacidades de la compañía, que se asientan en el área comercial y de operaciones, en la eficiencia operativa y en el programa de rejuvenecimiento de la plantilla.
El objetivo de este plan pasa por aumentar los ingresos en los próximos años mediante el impulso de la contratación en el ámbito de la Defensa Nacional y de exportación, “lo que implicará atender las necesidades de la Armada española así como el fomento de los modelos de negocio que aporten mayor valor añadido”.
Navantia y los representantes sindicales están de acuerdo también en impulsar un plan de eficiencia operativa que permita desarrollar los principios del llamado Astillero 4.0 y modernizar los centros mediante el uso de las nuevas tecnologías. Para facilitarlo, se reorganizará la compañía para focalizar en la cuenta de resultados la visión del negocio, habrá una mayor optimización de los procesos productivos y se digitalizarán los astilleros preparando sus instalaciones para los nuevos programas.
PLAN DE REJUVENECIMIENTO Y DE JUBILACIÓN A LOS MAYORES DE 61
En el capítulo de inversiones, el plan trasladado a la representación sindical prevé una media anual estimada de 95 millones de euros. En su mayor parte, irán destinados a la transformación digital y optimización de los procesos a través de las nuevas tecnologías, el apoyo a los programas, así como a la modernización de los astilleros.
Estos objetivos requerirán también un rejuvenecimiento de la plantilla con nuevas incorporaciones que permitan atender la carga de trabajo prevista (entre ella, la principal, las controvertidas corbetas para Arabia Saudí, que se construyen principalmente en la factoría de San Fernando).
La oferta de la empresa apunta a 1.658 incorporaciones: el año que viene entrarían 563 empleados; 546 en 2020; 390 en 2021; y 159 en 2022. La previsión de empleo podría verse incrementada “cuando Navantia entre en beneficios”.
Entrarán, pero a la vez, saldrán… El plan de salidas anticipadas alcanzaría 2.200 efectivos y sería de aplicación a todos los centros afectando de forma obligatoria a aquellos trabajadores en activo que cumplan o hayan cumplido 61 años a partir del próximo 1 de enero y hasta el 31 de diciembre de 2022, siempre que tengan una antigüedad mínima reconocida en la empresa de cinco años. Se podrá retrasar la salida de aquellos trabajadores “en puestos claves”, durante un periodo máximo de seis meses, para mantener la transferencia de conocimiento dentro de la compañía.
Este proceso, se añade, llevaría aparejado un “ambicioso plan de formación” en el que se emplearán 900.000 horas y del que se beneficiaría también la industria auxiliar.
“EL FINAL DE LOS AÑOS DE RECONVERSIÓN NAVAL”
En concreto, para UGT, este acuerdo supone “un cambio de ciclo y el final de los años de reconversión naval”. Un cambio de modelo de relaciones laborales que “va a suponer la consolidación del sector naval español y el fortalecimiento de la capacidad industrial, tecnológica y de liderazgo de Navantia como empresa referente y tractora en el sector de construcción naval”. Además, “va a situar a la compañía y al sector en un periodo de progreso y desarrollo que va incrementar la capacidad y confianza de genera más industria y riqueza al entorno geográfico de los astilleros gracias al retorno de las inversiones realizadas y a la creación de empleo estable y de calidad”.
Este sindicato insiste en que el Plan Estratégico persigue el objetivo de “transformar y modernizar la compañía para convertir a Navantia en una empresa viable, productiva, competitiva y rentable, así como con capacidad para ejercer de industria tractora del sector de defensa naval nacional y de motor industria, social y económico para la Bahía de Cádiz, la dársena de Cartagena y las rías de Ferrol”. Un preacuerdo que “no sólo favorece los intereses de los trabajadores de Navantia, sino también los del conjunto del sector naval”.