Alrededor del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se ha recordado con diferentes acciones y actividades este miércoles 19, la consejería de Salud de la Junta ha hecho balance de su programa de detección precoz implantado en 1995: más de 160.000 mujeres de entre 50 y 69 años de la provincia de Cádiz se han beneficiado del mismo; y ha ayudado a detectar casi 2.000 tumores entre las citadas. Este es el tumor más frecuente en la mujer en todos los países occidentales y la tasa de supervivencia mejora cuando se diagnostica precozmente.
Alrededor del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, el tumor maligno más frecuente en las mujeres tanto a nivel mundial como europeo, que se ha recordado con diferentes acciones e iniciativas –lectura de manifiestos, mesas informativas, charlas, lazos en edificios emblemáticos o su iluminación con el color rosa…- este miércoles 19, la Junta de Andalucía ha hecho balance de su programa de detección precoz implantado en 1995: un total de 160.135 mujeres de entre 50 y 69 años de la provincia de Cádiz se han beneficiado del mismo.
Y hasta el momento, se han detectado en Cádiz 1.976 tumores entre las mujeres citadas para realizarse una mamografía y que se incluyen en el grupo de edad de mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Concretamente, durante 2015, han sido exploradas en la provincia más de 38.000 mujeres, detectándose en 191 de ellas un tumor.
Para el buen desarrollo del Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama en el conjunto de la región, se cuenta con 62 Unidades de Exploración Mamográfica, de las que 19 son fijas, cinco son móviles y 38 se ubican en el ámbito hospitalario.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer en todos los países occidentales y la tasa de supervivencia mejora cuando se diagnostica precozmente. De hecho, cada año se diagnostican alrededor de 4.000 casos de cáncer de mama en Andalucía, con un porcentaje de curación que supera el 90% si se detecta en los estadios precoces. Además, gracias a un diagnóstico temprano, en más de 70% de los casos el tumor todavía era inferior a los dos centímetros, lo que incrementa también las probabilidades de éxito.
La detección temprana a través de la realización de mamografías permite mejorar el pronóstico de la enfermedad y aplicar a las mujeres afectadas tratamientos menos agresivos, gracias a un abordaje integral e individualizado de los equipos profesionales que tratan esta enfermedad. En concreto, en el año 2015, un 68,6% de las mujeres sometidas a una cirugía para extirpación del tumor en Andalucía ha podido conservar su mama, mientras que cuando se inició el Programa de Detección Precoz sólo se realizaba cirugía conservadora en el 20% de los casos.
Para aquellas mujeres que no han podido preservar su mama y que requieren una reconstrucción quirúrgica de su seno, la consejería de Salud ultima una orden para garantizar que en un plazo máximo de 180 días estas mujeres puedan ser operadas, ampliando así el sistema de garantías del Decreto 209/2001, de plazos de respuesta quirúrgica en el sistema sanitario público de Andalucía, y dando respuesta a procesos de mayor incidencia en aspectos individuales y sociales.
CONSEJO GENÉTICO ONCOLÓGICO
Además de este programa preventivo, Salud ofrece consejo genético oncológico. Hay que tener en cuenta que entre un 5-10% del total de los casos de cáncer diagnosticados cada año tiene naturaleza hereditaria, lo que conlleva importantes implicaciones a nivel social, familiar e individual, ya que las personas portadoras de mutaciones hereditarias tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer y además a edades más tempranas que la población general. El cáncer de mama de origen hereditario se presenta entre los 40 y los 50 años, una década antes de su aparición habitual.
En el consejo genético oncológico se incluye asesoramiento genético tanto a pacientes como familiares, un test genético para determinar la presencia de mutaciones que pueden trasmitirse a la descendencia y que incrementan la susceptibilidad de padecer cáncer, y el establecimiento de medidas preventivas y terapéuticas para impedir la aparición del cáncer o para diagnosticarlo lo más precozmente posible.
El consejo genético supone, por tanto, una herramienta fundamental para reducir la incidencia y mortalidad del cáncer de mama, ya que una vez identificados aquellos miembros de una familia que son portadores de una mutación de riesgo, y que aún no hayan desarrollado el tumor, se pueden implantar protocolos de seguimiento y tratamiento adaptado a cada tipo de cáncer, así como diseñar estrategias individuales de prevención y detección temprana de este tipo de tumores.
Hasta 1.720 pacientes y 1.452 familiares de Andalucía se están beneficiando de esta herramienta que permite reducir la incidencia, morbilidad y mortalidad del cáncer de mama en mujeres con alto riesgo familiar. Expertos del ámbito de la Oncología y de la Genética Clínica de la sanidad pública andaluza trabajan en este programa que se presta en 13 hospitales. En el caso de la provincia de Cádiz, concretamente, disponen de consulta de consejo genético oncológico los hospitales Puerta del Mar de Cádiz y Jerez.
PRUEBAS GENÓMICAS
La consejería de Salud, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, ofrece también en su cartera de servicios, a través de las plataformas genómicas, pruebas diagnósticas de biología molecular del cáncer de mama para identificar mejor a las pacientes que pueden someterse a quimioterapia, mejorar la precisión y respuesta al tratamiento. En el último año, se han realizado alrededor de 325 test de este tipo.
Estas pruebas estiman el riesgo de recurrencia de la enfermedad (alto o bajo riesgo) o predicen con mayor precisión que los criterios clínicos la respuesta a la terapia adyuvante. De esta forma, se pueden clasificar a las pacientes en diferentes subtipos genéticos para determinar el tratamiento más adecuado de manera individualizada. La indicación de la prueba la realizan los oncólogos, tras haber informado a la paciente sobre el procedimiento y sus consecuencias.
ESTUDIOS DE INVESTIGACIÓN
La investigación es, precisamente, otro importante aliado para seguir avanzando en la lucha contra el cáncer. Así, en los últimos años, entre 2010-2015, Salud ha financiado 164 estudios de investigación en la región relacionados con el cáncer de mama con una cuantía que asciende a más de 4 millones euros. De estos estudios, 106 son ensayos clínicos. Estos proyectos se vienen desarrollando, entre otros centros, en el Puerta del Mar de Cádiz.
La mayoría de los proyectos tienen como objetivo el estudio de biomarcadores como predictores del pronóstico y tratamiento o personalizado del cáncer de mama, aspectos epidemiológicos de este problema de salud pública y estudios orientados a la mejora de la calidad de vida de las mujeres que padecen esta enfermedad.
FACTORES DE RIESGO
Entre los factores de riesgo para desarrollar un cáncer de mama existen algunos que son modificables y otros que no lo son, como la edad, ya que a partir de los 35 años se incrementan las posibilidades de padecer esta enfermedad y, a partir de los 55, coincidiendo con la menopausia, se estabiliza el riesgo. Relacionado con ello, el estado hormonal representa otro conjunto de factores de riesgo para el cáncer de mama. Asimismo, una mayor edad al primer embarazo incrementa el riesgo un 20%, mientras que una mayor edad de inicio de la menopausia lo incrementa hasta el 30%. En cambio, una edad tardía de la menarquia es un factor protector, con una disminución del riesgo del 40%.
El factor hereditario es otro importante factor de riesgo no modificable, de modo que una mujer con una historia familiar de cáncer de mama tiene un incremento de riesgo respecto a las mujeres sin ningún antecedente familiar. De hecho, cerca de un 10% de los casos de cáncer de mama tienen un componente hereditario debido a la mutación de un gen.
En cuanto a los factores de riesgo modificables, se encuentran determinados tratamientos hormonales, el consumo de alcohol, el control de la grasa corporal en la etapa post-menopáusica, así como la exposición a radiaciones ionizantes en procesos diagnósticos o terapéuticos médicos.
Asimismo, entre los factores considerados protectores esta el haber dado a luz, que reduce un 10% el riesgo frente a las mujeres que no han parido, al igual que la lactancia materna que reduce el riesgo un 2% por cada cinco meses de lactancia, y la realización de actividad física.
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