Toda Europa se enfrenta a una jubilación masiva de enfermeros en los próximos años. En España se calcula que en los próximos diez años se van a jubilar unos 50.000; más cerca, en Andalucía serán más de 10.600, y en la provincia de Cádiz hasta 1.555.
Ello podría provocar una situación alarmante en la atención sanitaria, ya que según los datos del informe ‘Health at a Glance: Europe 2024’, presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 33% de los enfermeros europeos se jubilarán en una década. Hoy día el 18,6% de los enfermeros españoles tiene más de 55 años de edad.
A este ritmo, alertan desde el Colegio de Enfermería de Cádiz, “la población será la que más directamente sufra la falta de profesionales, ya que la ratio enfermera paciente podría seguir en mínimos”.
“Es más que evidente la necesidad de una mayor ratio enfermera-paciente”, que en Andalucía se sitúa en 5,51 profesionales por cada 1.000 habitantes, por debajo de la media nacional (6,3 por 1.000 habitante) y de la media europea, que se sitúa en 8,5 enfermeros. “La situación es cuanto menos preocupante”, asegura el presidente de este colegio profesional, y vicepresidente del Consejo Andaluz de Enfermería, Rafael Campos.
FUGA DE ENFERMEROS
Pero en el caso gaditano, a este “futuro preocupante” se añade además la pérdida de profesionales por la fuga de enfermeros: el 60% se marcha de la provincia para trabajar fuera cada año en busca de mejores condiciones laborales.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Campos incide en que la razón principal de la fuga de enfermeros es “la precariedad laboral”: los tipos de contratos (interinos, temporales, de corta duración…); la falta de continuidad asistencial (cambian con mucha frecuencia de servicio y de actividad y poseen poca estabilidad laboral); y las duras condiciones laborales (la escasez de enfermeros genera grandes cargas de trabajo). “Y todo ello no solo afecta a la actividad asistencial, sino también a las posibilidades de formación o investigación por parte los profesionales, que no disponen de tiempo para ello”, apostilla.
“No tiene ningún sentido invertir en profesionales que se marchan después, hay que tener en cuenta cómo estas situaciones de inestabilidad absoluta afectan al rendimiento profesional de los enfermeros y, por supuesto, a los propios usuarios del sistema sanitario”, sentencian desde el Colegio de Enfermería de Cádiz.