El Banco de Alimentos recibió durante el pasado año 7.538 kilos de pescado, procedentes de capturas realizadas de forma ilegal. Este producto del mar, fuente de proteínas y otras muchas virtudes alimenticias, se hubiera perdido si no fuera por la colaboración institucional que mantienen desde hace tres años Guardia Civil, Subdelegación del Gobierno, Colegio de Veterinarios de Cádiz, la empresa Petaca Chico y el Banco de Alimentos. De este modo, el alimento ha podido llegar “con todas las garantías sanitarias” a las personas usuarias de comedores sociales de la provincia.
En concreto, durante 2017, gracias a esta colaboración institucional, el Banco de Alimentos de Algeciras recibió la donación de casi 7,5 toneladas de pescado decomisado en la zona de la Bahía de Algeciras, de los que la mayoría eran de atún rojo (208 unidades de atunes rojos). Por su parte, el Banco de Alimentos de Cádiz recibió unos 45,5 kilos de pescado variado.
En tres años, esta iniciativa del Colegio de Veterinarios ha facilitado la donación de más 20,5 toneladas de pescado procedentes de decomisos en la provincia, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz.
EL PROCEDIMIENTO
Para que el pescado decomisado en aguas del litoral gaditano pudiera ser aprovechado por el Banco de Alimentos era necesario garantizar que este producto perecedero llegaría al comensal con todas las garantías higiénico sanitarias. Ello hacía necesario crear un protocolo de actuación -único en el Estado español- entre todas las partes implicadas.
Ese ha sido el mérito de las instituciones que forman parte de esta iniciativa, promovida por Colegio de Veterinarios de Cádiz. En julio de 2015, gracias a la colaboración de la Dependencia de Agricultura y Pesca de la Subdelegación de Gobierno y el empeño de la junta de gobierno de dicho colegio profesional, junto al Banco de Alimentos logró poner de acuerdo a los responsables del ministerio de Agricultura en Cádiz, autoridades de control marítimo (Seprona, Servicio de Control Marítimo, Servicio de Inspección Pesquera…), para posibilitar que las mercancías decomisadas por pesca ilícita pudieran donarse directamente a los bancos de alimentos “con todos los parabienes legales”.
El protocolo se activa en cuanto se produce una incautación y decomiso de pescado. Los agentes de la Guardia Civil avisan al Banco de Alimentos para que acudan de forma inmediata a recoger la mercancía. Mediante un vehículo frigorífico esta es trasladada a las cámaras frigoríficas de la empresa colaboradora. Aquí entra en escena Petaca Chico (en Conil), entidad privada que participa en la iniciativa de manera altruista, facilitando sus medios y equipos para el control y procesado del pescado con todas las garantías. Para eso, estos productos deben ser supervisados y someterse a controles sanitarios (entre ellos control analítico de histaminas), a fin de garantizar que su consumo no es un riesgo para la salud. Esa es la misión que se realiza de forma conjunta con los veterinarios especialistas en salud pública que forman parte de la bolsa de “veterinarios solidarios” del Colegio.
Una vez la mercancía recibe el visto bueno, se expide documento de trazabilidad y es trasladada a las instalaciones del Banco de Alimentos o a centros benéficos. Allí reciben el pescado, junto a los documentos en los que figuran los resultados de los controles realizados y su trazabilidad.
La colaboración entre el Colegio de Veterinarios de Cádiz y el Banco de Alimentos se remonta a diciembre de 2012, con el Programa Veterinarios Solidarios y el Banco de Alimentos’, iniciativa con el fin facilitar una alimentación adecuada a las familias con menos recursos.