La Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz (CEC) está analizando los datos de una muestra elaborada mediante encuestas a 450 empresas para conocer el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus en las primeras semanas de declaración del estado de alarma, que mantiene prácticamente paralizado el país.
La población de este análisis (todavía no se ha culminado) se circunscribe a empresas representadas por la CEC, bien directamente, bien a través de su estructura asociativa, territorial o sectorialmente. La organización empresarial gaditana representa a unas 19.000 empresas. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) apunta que, a finales de 2019, el número de empresas de la provincia (con sus distintas fórmulas jurídicas o autónomos) era de 61.786.
Los primeros resultados, que serán definitivamente presentados una vez pasada esta atípica Semana Santa tras el estudio en detalle por parte del equipo técnico de la CEC, adelantan una “complicada situación” para el tejido productivo de la provincia, con una caída de ingresos media del 75%.
Esta situación se da por dos circunstancias evidentes: el cierre obligado de empresas a causa de las medidas de restricción acordadas por el Gobierno central mediante decretos; o por la caída de demanda en aquellas que han mantenido actividad, bien el cierre de sus principales clientes, por estar permitido durante las dos primeras semanas, bien por considerarse esenciales a partir de la tercera semana de confinamiento.
La encuesta ahonda en los motivos de la parálisis: caída de la demanda, imposibilidad de mantener la producción por falta de suministros, falta de liquidez, etc.
También se ha sondeado la aplicación de expedientes temporales de empleo (ERTE, cerca de 14.000 solicitudes según los últimos datos aportados por la Junta de Andalucía) y las necesidades de financiación ante la falta de ingresos, los mecanismos para obtener liquidez y otras consideraciones que afectan a la actividad normal de las empresas.
“QUEREMOS CONTRIBUIR A DEFINIR LA MAGNITUD DEL PROBLEMA”
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el presidente de la CEC, Javier Sánchez Rojas, remarca que “sin quitar el foco principal de la esta crisis, que es el sanitario, paliar al máximo el impacto de la pandemia en nuestra población, nuestra organización quiere aportar datos y contribuir a definir de manera eficaz la magnitud del problema para que se aporten soluciones de cara a resolver la otra gran consecuencia: los efectos económicos”.
Por este motivo, añade, “queremos aportar un análisis riguroso de cuál es el punto de partida para la recuperación de la actividad. Sabemos que va a ser duro y difícil, pero antes de poner metas y plazos, es necesario definir de manera certera cuál es el escenario actual de que hemos de empezar a aportar iniciativas. Hay que trabajar en distintos horizontes, el corto plazo, que es fundamental, y los escenarios de recuperación de la actividad”.
“El análisis preliminar –subraya Sánchez Roja- ya adelanta lo que preveíamos: la gravedad del problema. Cuantificar los daños debe ser la base para proponer medidas a medio y largo plazo que estén en el ámbito de competencias de las administraciones públicas de nuestra provincia y, en general, de todos los actores sociales y económicos”.
La Confederación de Empresarios de Cádiz ya remitió días atrás a todos los ayuntamientos gaditanos y la Diputación su decálogo de peticiones, resultado de una consulta realizada a sus asociaciones y federaciones empresariales y las tres Cámaras de Comercio e Industria de la provincia. Esta organización exige un esfuerzo fiscal y normativo a las corporaciones locales para paliar el periodo de inactividad a causa del confinamiento.