Numerosos institutos y conservatorios andaluces, también de Cádiz, ha sido conscientes en los últimos días de la imposición de adecuar las matrículas de su alumnado que simultanea los estudios de bachillerato y las enseñanzas profesionales de Música y Danza, a la nueva ley educativa, la LOMLOE.
En Andalucía se encuentran en esta situación en torno a 300 alumnos, unos 25 en la provincia de Cádiz; que actualmente cursan estudios de bachillerato y música o danza (una posibilidad que se ofrece a los estudiantes desde hace unos 30 años, con la LOGSE, buscando aligerar sus elevadas cargas lectivas), “a los que cuatro meses después de comenzar el curso les obligan a modificar su matrícula en los institutos y además recuperar las asignaturas de la nueva matrícula que debían, según las administraciones educativas, haber cursado con la amenaza de no poder titular en estos estudios”.
“Es una situación lamentable de falta de previsión de nuestros responsables políticos que están pagando los centros que imparten esta modalidad formativa y sobre todo el alumnado y sus familias”, denuncian desde Ustea y desde CGT. En el caso concreto de Cádiz, están afectados 14 alumnos en la capital de los 25 en toda la provincia. Esta semana se llevaba una acción de protesta a las puertas de la Casa de las Artes.
“LOS ESTUDIANTES ESTÁN DESTROZADOS”
Los afectados y sus familias consideran los cambios “un hachazo” a sus futuros académicos. Hasta el momento el alumnado que venía cursando las enseñanzas profesionales de Música y Danza podía realizar el llamado bachillerato musical, consistente en la convalidación de las asignaturas no comunes del bachillerato con las propias enseñanzas musicales, facilitando de esta manera el poder compaginar ambos estudios. Pero ahora, a partir de la nueva Ley Celaá, esta compaginación se reduce únicamente al itinerario del bachillerato de Artes, “por lo que las opciones para este alumnado se reducen drásticamente”.
De este modo, según denuncian los perjudicados en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, los alumnos se ven obligados a tomar alguna de estas alternativas: abandonar el régimen de simultaneidad de enseñanzas, para realizar el bachillerato de su opción completa (con cinco asignaturas adicionales a las actuales), recuperando el trimestre pasado y la mitad de este segundo “a todas luces imposible, ya que estos alumnos dedican al menos dos días a la semana a asistir a sus clases en el conservatorio”; abandonar la modalidad que están cursando ahora y cambiarse a la modalidad de Artes, pero “ello resulta inviable, pues en la gran mayoría de institutos no existe la nueva asignatura obligatoria que deben cursar (Fundamentos del Arte I y II )”; o matricularse en el IPEP para cursar online sólo esta asignatura (Fundamentos del Arte I y II ), “generándose así una situación de total indefensión del alumnado y de los centros educativos, a los que se les traslada unos cambios organizativos y de reglas de juego a mitad del partido”.
Desde la AMPA Torre Tavira del Conservatorio de Música Manuel de Falla de Cádiz se subraya que “emocionalmente los estudiantes están destrozados. Muchos no saben si van a estudiar música o una carrera, pero quieren seguir teniendo las dos opciones abiertas. No se puede cambiar una legislación en mitad del curso, no es normal ni lógico”.
Por su parte, la consejería de Educación ha incidido en que Andalucía “va a solicitar formalmente al Ministerio de Educación poder extender a los alumnos de Primero de bachillerato la moratoria que ha decidido aplicar a los alumnos de Segundo, sin perjuicio de que la consejería haya establecido ya diferentes alternativas para paliar la situación”.
“UN CLARO ATAQUE A LAS ENSEÑANZAS ARTÍSTICAS”
Para Ustea, “este nuevo despropósito es un claro ataque a las enseñanzas artísticas, que, además de producir indefensión jurídica, elimina la posibilidad del alumnado de abrir sus posibilidades de estudio posterior en el sistema universitario y en las enseñanzas artísticas superiores de Música y Danza. Máxime cuando pretenden cambiar las normas del juego durante el curso sin plantear siquiera una moratoria que permita a este alumnado concluir los estudios en los cuales se han matriculado en tiempo, forma y derecho en las actuales enseñanzas”.
Por su lado, desde CGT Enseñanza se exige a la actual ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, “una solución urgente”. “La improvisación y la falta de previsión de estas situaciones muestra muy poco conocimiento de la realidad, escasa sensibilidad por el alumnado de este bachillerato y por las enseñanzas artísticas en general”. Del mismo modo, se demanda al consejero de Educación de la Junta, Javier Imbroda, a que tome cartas en el asunto e inste a la prórroga del curso, “sin que el alumnado se vea afectado por este atropello ya que no se pueden cambiar las reglas en mitad del partido. Basta de jugar con el alumnado, su formación y su futuro de este modo”.