El Consejo de Gobierno de la Junta ha confirmado lo que ya era un secreto a voces desde que a finales de la pasada semana se renovara parte de del Ejecutivo de Susana Díaz: el hasta ahora delegado del Gobierno regional en Cádiz, Fernando López Gil, es ‘ascendido’ a Sevilla como viceconsejero y mano derecha de Jiménez Barrios. Ello ha obligado a varios cambios en la estructura provincial de la Junta: Belizón asume ese cargo vacante, Palma se pone al frente de Educación y se incorpora Daniel Moreno para asumir Cultura, Turismo y Deporte.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía de este martes ha confirmado lo que ya era un secreto a voces desde que a finales de la pasada semana la presidenta andaluza, Susana Díaz, anunciara la renovación de parte de su Ejecutivo: el hasta ahora delegado del Gobierno regional en Cádiz, Fernando López Gil, es ‘ascendido’ a Sevilla como mano derecha del vicepresidente Manuel Jiménez Barrios, el único consejero gaditano. Ello ha obligado a varios cambios en la estructura provincial de la Junta.
De este modo, se ha aprobado el nombramiento de López Gil como viceconsejero de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática. Y al mismo tiempo, su cargo de delegado del Gobierno andaluz en la provincia es ocupado por el chiclanero Juan Luis Belizón, que hasta hoy estaba al frente de la delegación territorial de Educación. En este movimiento de socialistas en las instituciones, quien era delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Remedios Palma, se pasa a Educación. Mientras las competencias que deja son para una cara nueva, el algecireño Daniel Moreno.
Fernando López Gil, de 44 años de edad, aunque es natural de Sanlúcar, ha hecho media vida en San Fernando, donde es todavía líder del PSOE local –del ala ‘susanista’- y donde fue candidato a la Alcaldía en 2007 y 2011, y en su primer intento logró ser la opción más votada, pero el PP no dudó en aliarse con el PA –que curiosamente ahora cogobierna con los socialistas en la misma ciudad- para impedir que fuera el alcalde. Como tampoco lo consiguió en su segundo intento, en 2012 cambió sus metas y se le colocó en la capital gaditana ya como delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz. Es Licenciado en Sociología por la UNED.
Este mismo martes convocaba a la prensa para despedirse, acompañado por su sucesor, Juan Luis Belizón, por el resto de los que han sido sus delegados territoriales y por su personal de confianza. Entre ellos, no ha faltado la alcaldesa isleña, Patricia Cavada.
“No voy para apagar fuegos sino para ser un fogonero”, ha subrayado sobre su nuevo cargo en Sevilla, interpretando que “si me llevan no es para funcionar de forma mecánica, sino para dar un impulso a la gestión”. En este sentido, ha confesado que durante estos cinco años como cabeza visible de la Junta en Cádiz “he intentado cambiarlo todo, el ritmo, la estética y la actitud” de la administración regional, en una etapa que ha llamado de “reconstrucción” en la que había que “tirar de ingenio” en plena crisis-estafa.
Más allá de dar las gracias -a su equipo, a los funcionarios y a los técnicos, a los agentes sociales y económicos gaditanos, y hasta a la prensa-, ha repasado los mejores y peores momentos que ha vivido en el cargo desde 2012. En el lado positivo de la balanza, además de las personas y la experiencia, resalta la apuesta de la Junta por la Iniciativa Territorial Integrada (lTI) que “seguro que va a cambiar la dinámica de la provincia”. Como lo negativo, ha apuntado el desempleo y casos como lo sucedido con Delphi, y, como no, el tranvía de la Bahía, un proyecto “gafado para mí desde el primer día”; e incluso ha dejado caer con humor que como acuda en su momento a la inauguración, “descarrila”.
Como mensaje final, López Gil se ha mostrado optimista con la provincia gaditana, insistiendo en que “está muy bien situada; creednos cuando decimos que Cádiz tiene futuro”, ha llegado a apostillar. Y ha recomendado a Belizón, su sucesor, que no pierda la cercanía con los representantes de otras instituciones y se relacione con ellos sin interlocutores.
LOS CAMBIOS EN EL GOBIERNO ANDALUZ EN CÁDIZ
El cargo de delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz se lo ‘queda’ quien hasta hoy –y desde agosto de 2015- era delegado territorial de Educación, Juan Luis Belizón-. Del PSOE chiclanero, tiene pasado como concejal entre 1995 y 2003. Es licenciado en Matemáticas por la Universidad de Sevilla y profesor de Secundaria desde 1989.
Belizón ya ha recibido las primeras críticas por parte de la mesa de coordinación de la escuela pública de Cádiz y de Podemos, pues “se marcha de Educación y deja en la provincia la supresión de casi 20 unidades en colegios públicos”.
Y en concreto, la formación morada exige al PSOE que deje los ascensos “por compadreo” y se dedique a gestionar de una vez: “a Belizón le premian la supresión de unidades de la pública, la nefasta gestión con el colegio Reggio o la eliminación de las paradas de bus escolar en Puerto Real. Mientras que a López Gil le ha venido bien su incompetencia en proyectos inacabados como el tranvía o el carril bici, que acumulan años y años de retraso”.
Por su lado, Remedios Palma pasa a ser delegada territorial de Educación, después de estar al frente de Cultura, Turismo y Deporte desde verano de 2015. Es diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Granada y anteriormente, fue responsable de la biblioteca de Olvera y fue coordinadora del área de Cultura y Biblioteca en su Ayuntamiento, donde comenzó a trabajar en 1990. Fue concejala socialista en su pueblo entre 2003 y 2007.
Y el algecireño de 28 años Daniel Moreno, licenciado en Derecho por la Universidad de Cádiz, asume la delegación territorial de Cultura, Turismo y Deporte en la provincia. Apenas tiene trayectoria; desde 2013 desarrolla su labor profesional como letrado en Algeciras. Eso sí, es secretario de organización de PSOE de su ciudad.
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