El expresidente de la Diputación de Cádiz, José Loaiza, ha lamentado que su sucesora en el cargo “continúe recuperando las prácticas más reprobables del socialismo gaditano cada vez que gobierna”, tras contratar como asesor al hijo del secretario de Organización del PSOE Andaluz. “Irene García no representa un tiempo nuevo, como dice, sino el socialismo de siempre que vela por los intereses del PSOE y sus familias políticas”, afirma quien, curiosamente, en su etapa anterior actuaba de la misma manera: ahí quedaron como ejemplos las sonadas contrataciones a dedo del exalcalde Enrique Moresco o del exparlamentario Rafael Ruiz Canto.
El portavoz del PP en la Diputación de Cádiz y expresidente, José Loaiza, ha lamentado que su sucesora en el cargo, Irene García, “continúe recuperando las prácticas más reprobables del socialismo gaditano cada vez que gobierna”, tras contratar como asesor al hijo del secretario de Organización del PSOE Andaluz, Juan Cornejo.
El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó el 7 de agosto el nombramiento de cómo asesor técnico de Juan María Cornejo, hijo del número tres del PSOE andaluz, secretario local del PSOE de Medina e integrante de la lista municipal con la que concurrió el PSOE de Medina a las pasadas elecciones municipales.
Loaiza considera que esta “muestra de nepotismo no representa un tiempo nuevo”, como pregona García, sino “una manera de gobernar que lamentablemente ya conocemos en esta provincia cada vez que el PSOE está al frente de las instituciones: menos transparencia, derroche, nepotismo y defensa de los intereses de personas ligadas al partido y sus siglas por delante de los problemas del conjunto de los ciudadanos”. “Irene García ha sacado a pasear los fantasmas de los Aído y los Pizarro a las primeras de cambio”, agrega el también exalcalde de San Fernando.
Para la derecha gaditana, “Irene García no ha tardado ni un mes y medio en evidenciar falta de discurso, falta de proyecto y, lo que es peor, ningún complejo en incrementar el coste de la administración, tirando con pólvora ajena, y la obligación de cumplir con los suyos, de hacer favores a los que hacen prevalecer sus apellidos en el aparato del partido desde Sevilla”.
Loaiza entiende en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que la flamante presidenta de la Diputación “ha dilapidado el crédito con el que asumió el cargo en un tiempo récord” y lamenta “que tenga que congraciarse con el PSOE andaluz a costa de una administración que ha pasado de representar a todos los gaditanos a estar al servicio de un partido político”.
Además, agrega que “sigue la estela de otros destacados dirigentes de Podemos en la provincia y en otras ciudades de España, colocando a personas afines y a familiares”. Y apostilla que “la nueva política de izquierdas es, en realidad, la más rancia política de izquierda que llevamos sufriendo en Cádiz y Andalucía”.
Por todo ello, insta a la presidenta de la Diputación a reflexionar y dar marcha atrás en su política de contratación: “quedan todavía nombramientos y en los primeros que ha llevado a cabo ha demostrado una falta absoluta de coherencia con el discurso buenista que mantiene”, agrega, y confía en que “no haya nuevas sorpresas desagradables en los próximos nombramientos”.
PERO LOAIZA TAMBIÉN COLOCABA A LOS SUYOS…
Es curioso que esta denuncia venga de alguien que en su etapa de presidente de la Diputación ha funcionado de la misma manera que ahora critica; de hecho su jefe de gabinete fue Daniel Barea, un exconcejal del PP en Villaluenga del Rosario. También contrató inicialmente a otros ediles populares de Alcalá de los Gazules y de Setenil.
El último escándalo se conocía a poco menos de dos semanas para que se celebraran las elecciones municipales, cuando el PP contrataba a dedo a otro cargo de confianza, por su puesto de su partido: a Rafael Ruiz Canto, quien fuera parlamentario andaluz durante la pasada legislatura. “Para qué han contratado a esta persona, para qué le dan de alta como asesor y en qué va a asesorar a lo largo de este tiempo, cuando restan escasos días para las elecciones y para que tenga de disolverse la Diputación provincial”, se preguntaba el PSOE entonces.
Meses antes, en abril de 2014, se confirmaba que el exalcalde de El Puerto, Enrique Moresco, también era colocado en la Diputación como cargo de confianza. En principio se habló de que su partido, el PP, que no le dejaría en el paro –después de ser invitado a renunciar a la Alcaldía en favor de Alfonso Candón-, lo nombraría gerente del Patronato Provincial de Turismo, un cargo que lleva años sin cubrirse como medida de ahorro; y los partidos de la oposición se quejaron. Pero finalmente, se creaba para él el puesto de coordinador técnico de la Diputación, un nombramiento que atañe al presidente de la institución. Como sueldo, prácticamente lo mismo que venía recibiendo en el Ayuntamiento, más de 52.000 euros anuales.
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