Es hora de poner a punto la piscina y ocuparse del mantenimiento necesario. Tanto los niños como los adultos pueden recrearse en ella, hacer ejercicios y pasar largas jornadas con la familia y los amigos. Si no tienes una en el jardín, qué esperas. No hay proyecto grande o pequeño, hay uno para cada necesidad.
A todo el mundo le gusta bañarse en las piscinas Cádiz, sobre todo ahora que comenzarán a subir las temperaturas. Pero, muchos no cuentan con una en casa. Es la oportunidad de construir una adaptada a cada espacio. Afortunadamente las empresas que se encargan de su diseño y construcción personalizan cualquier proyecto y tienen a su disposición una serie de materiales y técnicas de vanguardia para hacerlas desde cero.
Tipos de piscinas
Pocos lo saben, pero hay diversos tipos de piscinas. De acuerdo a su tamaño, a las características del terreno, la zona climática y los presupuestos, es factible hacer una que se adapte a lo que se quiere. Estos son los principales tipos de piscinas más usuales:
1.- Piscinas de obra
Las piscinas de obra en Cádiz se construyen con foso de hormigón. Tras revestir las paredes y suelos con una capa fina de cemento, se le recubre con gresite, azulejos o chapa armada del mismo concreto mucho más suave que se pinta con barnices especiales o resinas.
Estas pueden colocarse sobre una base elevada con muros de contención a las que se accede con escaleras o también enterradas y al ras del suelo. La mayoría de la gente elige las piscinas estas últimas porque son más asequibles y visualmente atractivas, pero cada persona tiene gustos diferentes.
Las empresas que las hacen poseen gran experiencia en piscinas de hormigón. Se encargan de excavar con maquinaria especializada o a mano de acuerdo con las exigencias de cada proyecto. Entre los azulejos o el gresite se le añade una capa de granito y PVC de la mejor calidad para su completa impermeabilidad.
2.- Piscinas de acero y liner
Las piscinas de acero y liner son la mejor opción para quienes tienen presupuestos restringidos. Estas son prefabricadas y se arman con paneles prefabricados de acero galvanizado, láminas de un liner (material que se hace con base de PVC) de 1,5 milímetros y un fondo de hormigón.
Son muy duraderas y adaptables. La utilización de piezas prefabricadas de fácil y rápido montaje disminuye los costes. Asimismo, ofrecen la posibilidad de modificar la forma y el tamaño, lo que le confiere una ventaja sobre otros modelos de piscinas permanentes.
Se pueden instalar en cualquier lugar que se elija porque se transporta en forma de kit y admite gran personalización al modificar el acabado para crear la piscina como se sueña.
3.- Piscinas de poliéster y fibra
Las piscinas de poliéster y fibra se hacen en las fábricas y se transportan hasta su lugar de instalación, donde se cava un foso y se colocan con obra. La ventaja de estas piscinas es que se hacen con gran rapidez y su disposición es también expedita.
Otro beneficio de estas piscinas es que son baratas y se pueden hacer en todos los tamaños. Incluso las hay de 3,5 x 2,5 metros. Generalmente son rectangulares, cuadradas, ovaladas o en forma de riñón y vienen ya con sus escaleras de acceso. No necesitan revestimiento, pues el propio poliéster y las fibras sintéticas sellan el foso y lo hacen completamente impermeable.
En cuanto a los bordes, una vez instalada la piscina, admiten personalización con piedra natural, azulejos, fibra de madera y resinas y otras modalidades que se adapten a las necesidades y gusto de sus dueños. Lo mejor de estas piscinas es que en tan solo 4 días estarán listas para usar.
¿Cuál es el mejor tipo de piscina?
Habiendo visto los tipos de piscinas es normal preguntarse cuál elegir, cuál será la mejor y más duradera, cuál ofrece la mayor relación precio calidad y cuál merece la pena instalar. La respuesta a esta pregunta no existe. Simplemente, sus distintas modalidades adaptadas a cada cliente y su presupuesto.
Las cuatro piscinas descritas están diseñadas y hechas para estar a la intemperie y se usan a menudo. Las de hormigón suelen ser las más caras y se recomiendan para grandes espacios por su firmeza y aguante de metros cúbicos de agua. Por ende, son ideales para clubes, centros deportivos y recreativos, patios y jardines de dimensiones extendidas y comunidades de vecinos.
Las prefabricadas (de acero y liner) cumplen exactamente el mismo papel de las de hormigón, pero al ser materiales novedosos e industrializados se arman más rápido y son más baratas. Pero, el impacto visual y su uso se equiparan a sus hermanas de cemento.
Ahora bien, las de poliéster y fibra son de muy buena calidad, resistentes y duraderas, pero no son adecuadas para grandes espacios. La más grande de estas piscinas no llega a los 12 metros de largo por 5 de ancho. De allí que sean las indicadas para familias que quieren un espacio para divertirse sin hacer grandes desembolsos de dinero.
Si se tiene dudas, lo más recomendable es buscar el asesoramiento de los expertos, decirles lo que se tiene en mente y ellos podrán recomendarle el tipo de piscina indicada de acuerdo con el sitio y el presupuesto destinado para su construcción.
Ventajas de tener una piscina en casa
Los beneficios de tener una piscina propia son muchos y destacan estos:
-No hay que salir a buscar un lugar para pasar el rato en los atestados clubes en verano.
-Libertad en cuanto a horarios, ya que se puede usar de noche, en las mañanas antes de trabajar o después de la siesta para prepararse para el resto del día.
-Privacidad a la hora de bañarse.
-Un sitio para nadar a diario bien sea para hacer ejercicio o relajarse tras una dura jornada laboral.
-Fomenta las relaciones sociales y la diversión con amigos y familiares.
-Es la manera más atractiva de pasar las vacaciones del verano si no se tiene pensado viajar. Esto es aún más significativo para familias con niños.
-Total control sobre la higiene del agua, la limpieza de los filtros, la cantidad de químicos añadidos. Todo esto hace de una piscina propia la manera más limpia de bañarse en una.