Parejas con edades comprendidas entre los 30 y 40 años, mayoritariamente con hijos, que cambian de primera residencia y financian su compra con una combinación de ahorro e hipoteca bancaria. Es el perfil tipo más común de las personas compradoras de inmuebles de segunda mano en la provincia de Cádiz, a través de agencias inmobiliarias.
Así, entre los que pudieron adquirir una casa usada a lo largo de 2023 en la provincia, el 84,2% fueron parejas (y el 55% de estas, con hijos) y el 14% personas individuales, según se desprende del estudio de perfil de compradores y vendedores realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), con la colaboración de Asociación de Gestores Inmobiliarios de la provincia de Cádiz (GICA). Sólo un 1,75% de estas compras fue realizada por personas jurídicas.
Por otro lado, la media de edad más frecuente de los compradores se sitúa entre los 30 y los 40 años, en el 49,1% de los casos; y entre los 40 y 50 años, en un 36,8% de casos; relegando a los tramos de edad posteriores a un 12,3%. Los más jóvenes, entre 20 y 30 años, como es de esperar dada la precariedad del mercado laboral, apenas suponen un 1,7%.
Además, el 78,9% de compradores en Cádiz destina esta vivienda a hogar principal; muy por delante de quienes la adquieren como segunda residencia, el 21%; o para especular, como inversión, el 17,5% de los casos registrados en este estudio, cuyos resultados comparte GICA con DIARIO Bahía de Cádiz.
UN 10,5% DE INTERESADOS BUSCAN GASTAR MENOS DE 100.000 EUROS
Dicho informe apunta a que el precio medio de las viviendas más demandadas en las inmobiliarias gaditanas corresponden a las que están entre los 100.000 y los 150.000 euros (en un 52,6% de los casos). El segundo tramo se corresponde a casas entre 150.000 y 200.000 euros (con un 21% de la demanda); y el tercero, los que buscan gastar menos de 100.000 euros, suponen un 10,5% de los compradores. Con un porcentaje muy inferior (el 5,2%) están quienes demandan residencias con precios comprendidos entre los 200.000 y los 250.000 euros. Y apenas un 3,5% busca en la provincia viviendas de segunda mano con precios por encima de los 250.000, 300.000 y más de 350.000 euros.
En cuanto al motivo de esta compra de casa usada, quienes cambian de primera residencia con una operación de compra-venta son el 56,3%; los que compran por emancipación de una primera vivienda, el 30,9%; y quienes dejan de ser inquilinos para convertirse en propietarios de su vivienda habitual, el 12,7%.
En el lado de la venta, la encuesta refleja que la edad más frecuente de quienes venden sus inmuebles se sitúa entre los 40 y 50 años, en el 49,1% de los casos; seguido del tramo de edad superior, hasta los 60 años, en un 36,8%. Los menores de 40 años apenas aparecen con un 1,75%; y quienes tienen entre 60 y 70 años de edad, son el 12,2%.
“LA IMPORTANCIA DE FACILITAR EL ACCESO A LA VIVIENDA A LOS MÁS JÓVENES”
A colación de este estudio propio, el presidente de GICA, Lucas Carrasco, destaca el “valor seguro” de la compra de primera residencia para los pequeños propietarios. Además, sobresale la importancia de implementar medidas, tanto a nivel nacional como autonómico, para facilitar el acceso a la vivienda a los sectores más jóvenes de la población, aquellos con ingresos medios y sin capacidad de ahorro.
En este contexto, Carrasco valora positivamente la iniciativa del Gobierno de España de proporcionar avales del 20% en las hipotecas destinadas a la adquisición de la primera vivienda de jóvenes y familias con hijos. Aunque añade que la efectividad de esta política “depende crucialmente de su ágil implementación”, ya que cualquier tipo de demora o burocracia “puede obstaculizar el proceso para los compradores”.
Además, entiende que para que esta iniciativa sea “realmente útil” para el perfil medio de comprador, debe ser complementada con otras acciones, como incentivos fiscales de primera vivienda y la simplificación de los procesos para construir nueva vivienda pública.