El virus que hoy afecta al mundo entero no solo preocupa en términos de salud. El panorama económico es tema de estudio constante. Aunque estamos frente a una situación sin precedentes donde es difícil vislumbrar lo que le espera a cada país, en un sentido económico el impacto negativo a gran escala es seguro.
Si algo parece predecible es que la contracción económica se hará sentir como efecto dominó en cada continente. De hecho, en este momento, en muchos países ya se observa gran cantidad de desempleados, reducciones laborales y desplome del mercado informal.
Un factor determinante en las economías del mundo es la recepción de dinero desde el exterior. Durante años, los países en pleno desarrollo se han visto beneficiados por la inyección de capital gracias a las remesas que envían los emigrantes a través de servicios de transferencias internacionales como Ria Money Transfer, pero las remesas no han escapado de los embates del Covid-19 y se espera que caigan más del 20% en la mayoría de los países.
Un panorama un poco optimista
De acuerdo con un estudio realizado por el Banco Mundial, la caída de los ingresos va desde los 554 billones de dólares durante 2019 a 445 billones en lo que va de 2020. Recordemos que el confinamiento detuvo al mundo entero y las personas que percibían ingresos diarios se vieron afectadas enormemente y, por consiguiente, también sus familias a quienes apoyan en sus países de origen.
En algunos casos debido a despidos y en otros a reducciones de horarios laborales y sueldos, la realidad es que la economía de millones de personas ha quedado desajustada.
En este sentido, los migrantes son la capa más vulnerable, pues su esquema de ingresos, en muchos los casos, proviene del mercado informal y con base en el día a día. Este estudio prevé que la recuperación será paulatina y apenas se vislumbrará ya entrado el año 2021.
Impacto en los continentes
Inicialmente, se pensaba que el mayor porcentaje de caída ocurriría en los continentes europeo y asiático, por ser foco principal del Covid-19, y le seguirían África, Oceanía y por último el continente americano. Sin embargo, la enfermedad está ahora golpeando América fuertemente y es difícil predecir quienes saldrán peor parados de la crisis sanitaria.
Ciertamente el panorama es incierto, no solo en la propagación y derrota de esta pandemia, sino en el futuro económico mundial. Se estima que en 2021 haya un incremento no mayor al 5% en el envío de remesas.
Lo que por el momento parece claro es que los servicios de envío de dinero internacional seguirán siendo un factor fundamental en la economía de muchos países. El ser humano seguirá siendo solidario y allá donde haya recuperación, habrá gente dispuesta a ayudar a sus familiares en sus países de origen.