La Coordinadora de ONGD de la provincia de Cádiz ha lanzado un aviso a la ciudadanía y a las administraciones sobre las “graves consecuencias” que la crisis sanitaria del coronavirus ocasionará a las poblaciones más vulnerables.
Estos colectivos observan con preocupación “la sombra de los recortes” que las administraciones “ya han empezado a aplicar” a las políticas de cooperación. “Una vez más se intentará utilizar esta situación de crisis para buscar culpables en los más vulnerables aumentando el discurso del odio y convirtiéndoles en los chivos expiatorios de nuestras sociedades”, reflexiona Cristina Ortega, vocal de dicha Coordinadora.
“Nos encontramos en la mayor crisis sanitaria a nivel global de los últimos tiempos, y mientras las sociedades se confinan en casa y las economías se congelan, la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso al agua y a un saneamiento adecuado, la violencia de género, los abusos institucionales y en definitiva las vulneraciones de derechos humanos no solo continúan, sino que se agravan”, añade Ortega.
Es más, estos colectivos destacan la situación de vulnerabilidad, “a la que no están acostumbrados”, que están experimentando países europeos. Esta situación “está sacando a la luz el valor de lo comunitario, mostrando iniciativas de resiliencia para dar apoyo a las personas más vulnerables y poniendo en valor la importancia de los cuidados”.
Añade la Coordinadora provincial en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que esta crisis sanitaria “ha puesto de manifiesto las desigualdades que las entidades dedicadas a la Cooperación Internacional llevábamos denunciado décadas y ha venido a mostrarnos todas las vergüenzas de un sistema político y económico que ha estado ignorando los problemas globales en los que vivimos: el cambio climático, la vulneración de derechos, la falta de acceso a los servicios más básicos y un largo etcétera que ahora más que nunca necesitan ser atendidos”.
EL TRABAJO DE LAS ONGD GADITANAS CONTINÚA
Las 14 organizaciones sin ánimo de lucro gaditanas para el desarrollo que forman la Coordinadora aseguran que, en estos meses de estado de alarma, han continuado de forma constante el trabajo que desarrollan. Ejemplos de ello es el trabajo en defensa de los derechos de las personas migrantes procedentes de África, desde organizaciones como la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), y el trabajo con las comunidades educativas para crear una conciencia crítica, como desarrolla la Asamblea para la Cooperación Por la Paz (ACPP) con el programa ‘Escuelas sin Racismo’ en el Campo de Gibraltar.
También, desde Oxfam Intermon, se ha continuado intentando suavizar el impacto del Covid-19 en comunidades empobrecidas proporcionando alimentos y kits de higiene a las comunidades indígenas de Guatemala e instalando mini depuradoras de agua en Etiopía. Por parte de la Asociación Madre Coraje, se han seguido apoyando acciones para garantizar el derecho al agua y saneamiento en las zonas rurales de Mozambique y cubriendo las nuevas necesidades en las comunidades andinas. O se han preparado planes de contingencia contra el virus y sensibilizando sobre hábitos de higiene y normas de seguridad en Guatemala desde la Asociación Ibermed-Médicos con Iberoamérica.
También la Asociación Proyde está inmersa en la ‘respuesta Lasaliana’ a la crisis, para recaudar fondos a destinar a 22 países donde contribuye al derecho la educación de los niños. Aunque las restricciones de movimiento y las políticas de distanciamiento social de cada país están obligando a crear nuevas respuestas, a dar seguimiento más personalizado como el que hace Siloé a los 82 niños del orfanato de Beira en Mozambique.
Además, se sigue trabajando tejiendo una amplia red basada en la alimentación local que asegure alimentos sanos y accesibles como defiende Justicia Alimentaria para evitar que el coronavirus se convierta también en una crisis de hambre y vulneración del derecho a la alimentación.
Y la brecha de género no es ajena a esta crisis, y por eso organizaciones como Mujeres en Zona de Conflicto y Fundación de Solidaridad Amaranta trabajan acompañando a mujeres vulnerables: víctimas de violencia de género, mujeres migrantes en riesgo de exclusión, mujeres en situación de prostitución y posible víctima de trata… intentando cubrir las nuevas necesidades que han ido surgiendo como consecuencia de esta situación excepcional, y que se suman a las que previamente ya se atendían.