Ya hace unos años que España se ha convertido en el foco de los peores temporales de la década, sobre todo en la zona centro y este del país. Si se observan los datos registrados que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el inicio de estos se remonta a 2017, pero no es hasta el año pasado, en 2019, cuando se observa que la frecuencia, así como la intensidad, de los fenómenos se incrementan de manera notable. Solo durante este último año, se han registrado tres temporales históricos. Históricos porque han batido todo tipo de récords.
En el primero de ellos, que ocurrió en primavera y duró unos cinco días aproximadamente, coincidentes con las fechas de Semana Santa, la cantidad de precipitaciones registradas multiplicaron por cinco la cantidad de agua que suele llover en esa temporada.
El segundo ocurrió por septiembre, afectando sobre todo a la zona mediterránea, sobre todo al norte de Murcia y al sur de Alicante. En la comarca de Vega Baja, por ejemplo, se registro el mayo volumen de precipitación desde 1879. Los registros de lluvias en total superaron los 300 litros por metro cuadrado.
Y el último, el temporal “Gloria” que batió récords en relación a la altura de las olas del mar Mediterráneo, el espesor de la nieve y las precipitaciones. Se registraron olas de hasta 8,44 metros de altura, se acumularon un hasta 86 centímetros de espesor de nieve en zonas de Castellón y se registraron más de tres mil rayos sólo en la Comunidad Valenciana.
Queda claro que el responsable de estos fuertes fenómenos, cada vez más frecuentes, son producidos por el cambio climático que nos acecha desde hace décadas. Así, la Agencia Estatal de Meteorología afirma que España es uno de los países más vulnerables al cambio climático y que estos fenómenos serán, en un futuro no muy lejano, mucho más comunes.
¿Qué consecuencias provoca estos temporales en nuestro país?
Este tipo de temporales, ya sean provocados por una ciclogénesis explosiva o no, traen consigo dos fenómenos atmosféricos: precipitaciones, sobre todo en forma de lluvia, y viento.
Los desastres que pueden provocar pueden llegar a ser irrevocables y suelen ser muy aparatosos por la magnitud de los mismos. En las zonas costeras, los paseos marítimos y los locales a pie de playa quedan prácticamente inutilizables y es necesario una buena inversión de dinero para reparar todos los daños.
Las lluvias torrenciales provocan inundaciones en las localidades que se encuentran en valles o cerca de los ríos. Los litros que caen son de tal magnitud que en todos los temporales los ríos acaban desbordándose provocando inundaciones en los pueblos y comarcas cercanos a ellos.
Por otro lado, las altas rachas de viento también provocan daños en las infraestructuras de las localidades. Los accidentes más aparatosos suelen ser provocados por el viento, desde caídas de árboles y mobiliario urbano hasta desprendimientos de tejados. En estos casos, el tejado de una infraestructura es el elemento más vulnerable porque es el que más expuesto está a la lluvia y al viento, sobre todo en las viviendas más antiguos. Por esta razón, después de catástrofes de esta magnitud se recurre urgentemente a empresas de reparación de tejados. Una de ellas es GTB Rehabilitaciones que, con más de veinte años de experiencia y un equipo especialmente formado en tratar desperfectos y derrumbes de techos, ofrecen un servicio inmediato y de calidad. Y es que, el desperfecto de un techo puede provocar desgracias y accidentes muy graves al individuo. Y no solo reparaciones de tejados por el exterior, sino también por el interior.
Por último, cabe destacar el papel que tiene el cambio climático en todo esto. Ya hemos comentado que la aparición de temporales cada vez más violentos y destructores tienen como responsable el cambio climático, pero, ¿por qué?
La respuesta es clara: el incremento de la temperatura de la Tierra provoca el calentamiento de los océanos y por tanto el deshielo de los polos. Este deshielo provoca la subida del nivel del mar y una sobrecarga de energía. De esta forma, cuando se provoca el famoso “ciclo de agua” las borrascas que se formas son más agresivas y se convierten en los temporales que conocemos hoy en día.
Es importante, por tanto, extremar la precaución porque los temporales de este calibre van a proseguir y cuanto más cuidados se tomen en las zonas de riesgo menos consecuencias habrá. DIARIO Bahía de Cádiz